¿A la hora de domar los aros la temperatura tiene que estar dentro de unos varemos o solo con que el tubo este bien caliente me valdría?
Lo importante no es la temperatura del hierro, sino la que alcanza la madera. Tienes que calentar la madera lo suficiente para ablandar sus fibras y no tanto como para que se queme. Las maderas más fibrosas y más gruesas necesitan más calor, pero no necesariamente más temperatura. Es exactamente lo mismo que ocurre con una plancha doméstica, que lleva un regulador de temperatura y permite controlar ésta según la vayamos a usar en un tejido de algodón o seda, si lo hacemos en seco.
Pero el 'truco' que se usa habitualmente es el agua, capaz de absorber gran cantidad de calor sin que se eleve la temperatura y distribuirlo homogéneamente por el interior de las fibras leñosas. Tanto en la plancha doméstica como en el doblador, por muy caliente que se ponga el hierro, si la pieza está bien empapada, allí donde haya agua y hasta que no desaparezca, la temperatura no sube por encima de unos 100ºC.
Así pues, podrías usar un hierro todo lo caliente que quieras (¡cuidado con las quemaduras y salpicaduras de vapor!) pero sólo durante el tiempo en el que la madera permanece húmeda: lógicamente cuanto más caliente esté el hierro, menos tiempo o más cantidad de agua inicial en la madera.
Además del tipo de madera, otro factor muy importante a tener en cuenta es su espesor. El calor aplicado en la superficie tarda en alcanzar el interior. Por ello, para poder calentar homogéneamente maderas gruesas siempre será mejor una temperatura más baja durante más tiempo, que una temperatura alta durante un periodo corto. Una solución tecnológicamente casi perfecta sería usar un horno microondas, que calienta el interior desde el principio. El problema es que estos hornos suelen ser de tamaño muy pequeño para doblar aros de guitarra.
Volviendo al sistema tradicional, aunque lo puedes hacer a ojo, porque el rango de temperaturas y tiempos es amplio -y más si humedeces bien la madera-, lo mejor es que le pongas a tu hierro eléctrico un termostato que puedes sacarlo de cualquier vieja plancha, freidora, estufa, horno, etc.
Y si el hierro lo calientas con combustible, siempre deberías poder regular la intensidad de la llama.
No quiero irme por los cerros de Úbeda: si consigues calentar homogéneaente la madera por encima de 90ºC podrás doblarla, pero para hacerlo en poco tiempo, con seguridad y cómodamente lo mejor son los 100ºC que se consigue con el agua evaporándose y para ello puedes usar un hierro que alcance en vacío entre 150ºC y 250ºC. Creo que mayor temperatura resulta peligrosa, a pesar de que cualquier cocina eléctrica ronda los 1000ºC y los filamentos de las bombillas casi alcanzan los 3000ºC.
Saludos