Preclaro Don Luis,

...Bueno, en esa página que usted cita...

...no nos dice Antonio Navarro nada acerca de ese mandolino español de fondo plano. Y como la falta en ese libro de un índice onomástico ha hecho siempre durísima la búsqueda de cualquier dato, y tampoco encuentro referencia al tal mandolino entre los múltiples y ajados pósits que sobresalen de mi ejemplar, la incógnita lleva todos los triunfos para quedarse sin respuesta...

De acuerdo con el engorro ante la falta de índice onomástico...

A ver si logramos averiguar algo más..

Saludos!! ;)

cbaixo
 
...A ver si logramos averiguar algo más...

En el texto de Antonio Pérez Llopis, La rondalla española, Castellón, Amat-Gascón, 1984, pp. 35-36, aparece esto:

"...La mandolina presenta en España algunas variantes con respecto al original italiano:

a) Tapa posterior de la caja armónica plana, no abombada como la napolitana

b) La anchura del mástil es mayor en la considerada 'española'

c) Al ser la tapa-fondo plana[,] la caja es más estrecha con lo cual el sonido del modelo español es más potente

La mandolina consta de cuatro órdenes de cuerdas dobles y se afina como sigue*...

...La mandolina recta o 'a la española'**,como consecuencia de las diferencias apuntadas al principio, ha sido considerada como instrumento híbrido sie bien, esta opinión no se ha generalizado y la aceptación de este modelo ha sido total en todas las agrupaciones..."


No sé si estos datos le sirven de algo...

Un saludo!! ;)

cbaixo

* A continuación aparece un pentagrama con la afinación por todos conocida...

** En negrita en el original...
 
Pues no sabe usted bien lo que se lo agradezco, docto amigo, porque con ella acabo de identificar la fotografía de una orquesta cuya identidad desconocía, con la 'Orquesta Guitarrística de Madrid'. Tiene que estar tomada ca. 1932...

Francisco de Luis Martín, La cultura socialista en España, 1923-1930, Salamanca, Universidad, 1993, pág. 211:

"...Con este concierto [celebrado el 24 de marzo de 1924 en la Casa del Pueblo de Madrid, y en el que hizo su presentación el Orfeón Socialista bajo la dirección de Enrique Palafox], la Artístico iniciaba una campaña de cultura musical entre los obreros a la que colaboró también la Orquesta de bandurrias, guitarras y laúdes, recién creada y dirigida primeramente por el maestro Antonio Hernández. A comienzos de junio de 1924 y al objeto de preparar más concienzudamente los conciertos de la Orquesta, comenzó a funcionar una Academia de música y solfeo, dirigida por Francisco Collado y cuyas clases se celebraban los martes, miércoles, jueves y viernes de ocho a diez de la noche. En opinión de El Socialista, Collado llegó a formar una Orquesta «de lo mejor que hay en Madrid»..."

cbaixo
 
Francisco de Luis Martín - Luis Arias González, "«Mentalidad» y «cultura» obrera en la España de entresiglos: vindicaciones, planteamientos e incertidumbres historiográficas" en VII Encuentro de la Asociación de Historia Contemporánea, Oviedo, 21-23 de febrero de 2002:

"...La reducción de la jornada de trabajo, los horarios fijos de la labor industrial a turnos y la extensión de los modos de vida urbano [sic] contribuyeron a cambiar -incluso a crear- espectacularmente las nociones tradicionales sobre el descanso y la forma de llenarlo. En este sentido, para el historiador deberían resultar igualmente interesantes las actividades «creativas» y las que no lo eran tanto, las que buscaban el cultivo y el enriquecimiento personal o simplemente pasar un rato de diversión y contribuir al olvido de su penosa condición cayendo o rozando el concepto de «alienamiento», las que implicaban al individuo que actuaba como parte integrante de las mismas -orfeones, rondallas, grupos de teatro, centros excursionistas...- o en las que asume el papel de un mero espectador pasivo -el circo, los toros, el cine, los nuevos deportes espectáculo, el teatro, el music-hall, las variedades, la música popular, etc...-"

cbaixo
 
¿Qué fue de este proyecto discográfico? :shock:

cbaixo

... Ni me acordaba de este topic. :smile:

Lo cierto es que tras mucho trabajo - el cual me ha llevado en distintas direcciones -, he retomado la idea original en el punto en que la había dejado. La disyunción sigue siendo la misma: Revitalizar la guitarra popular española tras los márgenes del flamenco.

Para iniciar el lance me he decidido por un Bolero Español, a efectos de ser representado escénicamente. El propio intérprete de la danza introducirá las percusiones - castañuelas y zapateado - que planeo incorporar en la pieza.

Mi idea consiste en amalgamar conceptos modernos y añejos en una saludable mezcolanza, siempre en torno a la guitarra. Si me gusta el resultado, supongo que el siguiente turno será para la Jota... A la búsqueda estoy de ritmos, danzas y géneros interesantes...

Un cordial saludo
 
Última edición:
Mi paisano Juan José Mantecón parece situarse en la línea historicista -tan en boga por aquellos años*- a tenor de lo que manifiesta en este escrito:

...Extracto de la conferencia pronunciada por Juan José Mantecón con motivo del concierto de presentación de la Orquesta Ibérica de Madrid, dirigida por Germán Lago, celebrado en el Teatro Principal de Zaragoza el 4-6-1932. Ms. dactilografiado que, con signatura M-Doc 221 Man, se conserva en la Biblioteca de la Fundación March de Madrid*:

"...Pero qué clase de música y qué músicos son estos?**
He aquí, señores, una familia de instrumentos en los que se vinculan las más rancias tradiciones del abolengo musical patrio. A través de ellos ha pasado nuestra historia de la música, los sones acordados de nuestros mayores, que han hecho vibrar sus cuerdas como el viento que despeina y hace sonoros los árboles de la selva, que abrevan con sus raíces los jugos que generosa le ofrece esta tierra en que hemos nacido y que llamamos España.
Allí está la guitarra, noya la de los puntos arisca, como clamaba Juan Ruiz, el que fue arcipreste de Hita, sino templada y cantarina en compañía del pueblo sobre la que ha vertido sus penas y alegrías, y si un momento olvidada de nuevo se torna paladín de nuestra música a recorrer el mundo triunfante. Bien lo sabéis, bien la conocéis. Sobre vuestro guitarrico, esa tonada y baile fogoso, cuando no melancólico, y que una tradición quiere que nos venga de aquel muslim Aben Jot, se ha colgado de sus cuerdas y sus hijares.
Allí veréis al que pretenden hacer descendiente del panzudo 'ud' a cuyo compás rimaron los árabes sus 'kasidas' y todas las Zulimas y Zobeidas que se contemplaron en las albercas de la Alhambra penaron de amor que dice el poeta árabe, que no hay compañero más dulce para tales menesteres ni ganzúa que mejor abra el pecho de cristal. El laúd representa todo un momento lleno y fecundo de la historia de la música europea, allende el Pirineo a donde es probable que nosotros lo enviáramos, engendró la escuela que alcanza hasta el propio patriarca de los sonidos Juan Sebastián Bach; la escuela de los lutistas y que aquí se registra en el diez y seis y diez y siete con el castizo nombre de vihuelistas: los Venegas de Henestrosa, los Milanes, los Valderrábanos y Pisador, los Narváez, dejaron en la cifra de sus libros un tesoro maravilloso de los sonidos.
Y ved la bandurria, la mandolina, el bandolín de los decamerones florentinos de las serenatas y las lunas, el alma incisiva y penetrante de las rondallas que rompe la apacible bondad de la noche colmándola de regueros sonoros. Vuestro Ebro bien sabe de estos sones. Sucinta, breve y más entreverada de palabras sentimentalonas, que de folículos atauriques islámicos, es la genealogía que de estos individuos os acabo de dar. No ignoráis que tela hay para muchos sayos. Largo y prolijo sería contaros todas las aventuras que de ellos narran los musicógrafos, pero no quiero abrumaros con una fácil o difícil erudición, que para mayor goce y placer que el de oírme aquí se os congrega.
Sólo quería advertir que los instrumentos con los que la Orquesta Ibérica se integra no son unos advenedizos, y que el verlos aquí reunidos no obedece a un mero capricho o novedad injustificada.
A partir de principios del siglo pasado, ya a finales del diez y ocho, pierden su vigencia, pero la mano del pueblo áspera y nervuda tomolos de las pulidas de damiselas y currutacos, de las hábiles de los maestros duchos, pues por instinto no quiso que se hicieran añicos contra las calles y encrucijadas del olvido. Bien estaban en sus manos, pero algunos pensaron: ¿por qué habían de limitarse a vivir en la era fecunda y laboriosa pero también agria y polvorienta, que así lo dispone el sol y el aire, con exclusión del vergel olvidado y pulido del concierto, donde los mejores jardineros injertan y hacen crecer los macizos de las más perfumadas rosas de la música? ¿Por qué no podían seguir siendo vehículo adecuado para los altos conceptos que los compositores fraguan? Los hombres como Germán Lago, que así pensaban, han querido sacar de su abandono, revalorizar y encauzar las posibilidades de esta flora instrumental, capaz de despertar el taconeo que hierve en la musa de nuestra castiza zarzuela y también el contoneo aparatoso con que se agita el alto coturno que calza la Euterpe sinfónica..."

cbaixo

* Agradezco a Doña Paz Fernández, Directora de la Biblioteca de la Fundación March, el haberme proporcionado copia de este documento cuyos contenidos son inéditos y se publican aquí bajo la autorización expresa de los herederos de Juan José Mantecón.

** He puntuado y corregido los errores ortográficos del original...

En la crítica publicada en la pág. 2 de La Voz del 25 de marzo de 1925, con motivo de un concierto de Andrés Segovia en la Comedia**, Mantecón no sólo pone en duda la capacidad de la guitarra para exhibirse en concierto «cuando se la substrae a su primaria ocupación de acompañante del canto o del baile», sino que incluye entre paréntesis una frase significativa:

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La Sociedad Cultural Guitarristica venía desarrollando sus actividades al menos desde noviembre de 1923, cuando se anunciaban en la prensa conciertos organizados por la misma, y que incluían a intérpretes como Sainz de la Maza, Llobet o Fortea, entre otros***. Pocos meses después de la crítica reseñada de Mantecón, esta sociedad crea su «Instituto-Escuela», noticia de la que ya dimos cuenta en este mensaje...

¿No parecen estar relacionados todos estos datos?

Un saludo,

cbaixo

* Una discusión en este sentido figura en el reciente trabajo de Ruth Piquer Sanclemente, "El semanario España (1915-1924) y la crítica musical: novecentismo y renovación" en Pilar Ramos (ed.), Discursos y prácticas nacionalistas (1900-1970), Logroño, Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Rioja, 2012, pp. 81-101, en especial la discusión sobre el trinomio clasicismo, primitivismo e historicismo, ligado a la recuperación de los «instrumentos antiguos»...

** Agradezco esta noticia a Julio Gimeno...

*** El Heraldo de Madrid, 15 de noviembre de 1923, pág. 5.
 
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