Zapatilla dijo:
Me gustaría saber si para enseñar a tocar la guitarra clásica es tan importante, e incluso imprescindible (dependiendo de quien tengas como profesor) colocarla sobre la pierna izquierda (o derecha si se trata de un zurdo). En mi modesta opinión creo que es posible aprender una buena técnica y desplegar una gran musicalidad adoptando una postura
diferente, siempre y cuando uno se sienta cómodo.
Comento esto porque parece que algunos profesores de guitarra clásica están anclados en los modelos estereotipados de siempre y muestran una mente totalmente cerrada a todo lo que sea diferente de lo que ellos han aprendido o creen que es lo único adecuado para tocar la guitarra clásica.
Me alegra saber que Ricardo Gallén toca la guitarra sobre su pierna derecha..
Amigo Zapatilla,
Los instrumentos de cuerda pulsada tienen una historia que se remonta miles de años atrás. Durante ese dilatado espacio de tiempo se han experimentado muchas maneras de sostener y colocar el instrumento: de pie, sentado, con ayuda de una cinta, de un banquito, de una mesa, de artilugios como "la trípode" de Aguado, sobre la pierna izquierda, la derecha, en el espacio entre las dos piernas, con la guitarra apoyada en la silla,... En mi opinión, el que una u otra opción haya predominado en un determinado momento, ha dependido fundamentalmente de las carácterísticas del instrumento y de la técnica utilizada. La influencia puntual que haya podido tener un profesor, concertista o escuela, se diluye en un periodo de tiempo tan extenso como del que estamos hablando, de manera que si una forma de colocación del instrumento no tenía ventajas reales, no llegaba a prosperar y se quedaba en poco más que una anécdota, por mucho que un guitarrista se empeñase en imponerla.
En nuestros días la posición de la guitarra que se logra mediante el apoyo de la misma en la pierna izquierda es, como todos sabemos, la más extendida entre los guitarristas clásicos. Esta preponderancia sin duda está relacionada con los cambios organológicos experimentados por la guitarra en la segunda mitad del siglo XIX. Salvo una revolución en la técnica de la guitarra, que no puede predecirse -del tipo de Fosbury con el salto de altura-, o de un cambio en la morfología del instrumento, lo más probable es que esta situación se mantenga. Ahora bien, sí parece claro que estamos en un momento en el que se experimenta bastante con los artilugios que facilitan ese tipo de colocación. Puede que el banquito apoyapié se sustituya al final por alguna de las prótesis que se han mencionado en multitud de ocasiones en el foro. Sería algo parecido a lo que pasó con las cejillas (o capotastos) tradicionales, que prácticamente han desaparecido en favor del nuevo modelo que todos conocemos. Cualquier día alguien encuentra una solución ingeniosa al problema de la colocación de la guitarra y en unos años todos usamos el nuevo invento. Seguro que esto pasaría lo quisiesen o no los docentes de mentalidad más cerrada.
No estoy muy de acuerdo con algunas opiniones que se han vertido más arriba y de las que parece desprenderse que es suficiente que la colocación de la guitarra nos resulte cómoda. Es muy importante que además de cómoda sea funcional (es decir, que interfiera lo menos posible en la técnica instrumental) y, sobre todo, que sea ergonómica y no nos ocasione problemas de salud a medio o largo plazo.
En el foro se ha hablado en más ocasiones de este tema. En el índice de "Técnicas" (pincha sobre la palabra "Técnicas", al final de este mensaje) podéis encontrar los enlaces a los mensajes en cuestión.