Daniel Fortea: Música para los aficionados españoles en 1935

Luis Briso de Montiano

Administrador
Miembro del equipo
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FORTEA, Daniel: Música para los aficionados españoles en 1935. Los adjuntos a la «Revista Musical» de la Biblioteca Fortea.

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En 1935, seguramente durante el mes de enero, la Biblioteca Fortea comenzó en Madrid la publicación de una revista «Literaria y Musical» que, con el nombre de «Biblioteca Fortea. Revista musical» se anunció como de periodicidad mensual. Sin embargo, por alguna razón que desconozco, sólo se produjeron ocho entregas durante ese año: el número 4 fue doble (4-5), luego se publicó el 6 y, a partir de ese, los restantes también fueron dobles (7-8, 9-10 y 11-12).

En la primera página del primero de sus números aparece una especie de 'editorial' titulado «Nuestra Revista» en el que se da cuenta de las razones y propósitos de la nueva publicación:
«Hace tiempo que teníamos el propósito de publicar una Revista dedicada a los instrumentos españoles: guitarra, bandurria y laúd; pero desconfiábamos de que encontrara suficiente ambiente».​

A comienzos de la cuarta década del siglo pasado, el interés por la guitarra clásica continuaba en aumento, pero la práctica de este instrumento y de los instrumentos de púa (bandurrias y laúdes) en pequeños grupos (dúos, cuartetos, quintetos) o en formaciones más numerosas (rondallas, estudiantinas, orquestas de pulso y púa) vivieron, tras varias décadas de protagonismo y desarrollo en determinados ambientes, algunos de sus mejores momentos. A la llegada de la Segunda República, instituciones culturales, laborales o sindicales, casas regionales, estamentos privados y otro tipo de sociedades promovían y apoyaban sus propios grupos, lo que colaboró de forma muy significativa a la existencia de un nutrido número de agrupaciones a caballo entre lo «amateur» y lo «profesional». Por cierto, que no siempre los instrumentistas o agrupaciones profesionales (variedades, teatros, cafés) tuvieron más calidad que los solistas y grupos de apasionados aficionados (o de aficionados con pretensiones de profesionalidad).

La revista que inicia Fortea viene a caer como agua de mayo sobre todo ese campo de aficionados, y Fortea (que, aunque no firma, entiendo es quien escribe ese 'editorial') es pefectamente consciente de ello:
«El desarrollo que recientemente hemos advertido en la afición a esos instrumentos y el creciente entusiasmo con que la juventud se dedica al estudio de los mismos, nos anima a llevar a la práctica nuestro propósito, tanto tiempo acariciado, ofreciéndoles esta publicación, en cuyas páginas encontrarán materiales para su cultura musical y motivos para conocerse unos a otros y relacionarse entre sí, por las informaciones que publicaremos de las Sociedades, Agrupaciones y Rondallas que se distingan por su actuación y su labor artística».

«Biblioteca Fortea. Revista musical» siguió publicándose hasta el mes de junio de 1936, pero la entrega de ese més, el número 18, sería la última. Tuvieron que ser el golpe de estado y el correspondiente comienzo de la Guerra Civil, al mes siguiente, los que desbarataron los propósitos musicales (también comerciales, claro) del discípulo de Tárrega, como desbaratarían la práctica totalidad de las iniciativas y movimientos culturales activos en ese momento.

Durante el año y medio de vida de la revista y a lo largo de sus catorce entregas, las portadas de todos los números incluyeron un pequeño sumario en el que se anunciaban tanto los artículos e informaciones que se incluían como la música que correspondía a la entrega. He de decir que no estoy muy seguro de si esa música, aunque publicada e impresa separadamente, era indefectiblemente distribuida con cada número o si el hecho de recibirla sería opcional, pero sospecho que se trató de lo primero.

La labor de Daniel Fortea, no sólo con esta revista sino, sobre todo, con la producción de su editorial de música fue fundamental para mantener y potenciar el desarrollo de la guitarra en España durante la primera mitad del siglo pasado, y para dar a conocer mucha de la literatura para el instrumento más allá de sus fronteras. Por eso me sorprendo enormemente cuando alguno de mis amigos no españoles ignora la existencia de la «Biblioteca Fortea» 🙁.

Tengo en mi biblioteca la música que se publicó a principios de 1935 con el segundo número de la revista. Se trata de música sencillísima, pero, como creo que puede ser muy significativa para ilustrar lo que era asequible para los aficionados en aquel momento, y como, además, no la he encontrado en ninguna otra parte (ni siquiera en la Biblioteca Nacional, que sí tiene casi todas las revistas) he pensado que merecería la pena publicarla aquí.

Como, tanto la música de Daniel Fortea como sus adaptaciones, estarán bajo copyright hasta 2033 y no quería esperar trece años 😉, pedí permiso expreso a la Biblioteca Fortea, permiso que me fue concedido rápida y amabilísimamente. Se trata de una piececita para guitarra, otra para mandolina española o bandurria y dos canciones populares para voz (o cualquiera de estos dos instrumentos de púa) y guitarra:

  • «Canción asturiana, Caballo que a treinta pasos» (Guitarra sola)
  • «Preludio o Estudio» (Mandolina española o Bandurria)
  • «Canción asturiana, Caballo que a treinta pasos» (Voz y Guitarra)
  • «Canción asturiana, María si vas al monte» (Voz y Guitarra)

Copia digital del original en mi biblioteca. Número limitado de 500 descargas a través del siguiente enlace hasta 15/04/2022 (sólo un par de clics):




Tras esa fecha, si desea descargar la partitura, por favor, solicítelo escribiendo un post (mensaje) en este hilo.


 
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