José Luis Navas
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Ayer, casualmente, un amigo me comunicó la triste noticia del fallecimiento de Manuel Estévez Cano, a comienzos de diciembre del pasado 2020.
No sé si alguien ha escrito algo al respecto en esta web, pero por si acaso lo pongo, porque seguro que muchos de los que leen esta página lo conocieron o, al menos, han oído hablar de él.
Manuel Estévez fue durante muchos años profesor de guitarra del Real Conservatorio de Música de Madrid. Primero como auxiliar de la cátedra de Demetrio Ballesteros; y posteriormente con cátedra propia. Creo recordar que también durante un breve período fue director del Conservatorio de Gijón.
Aunque no fui propiamente alumno suyo -yo estudiaba con Demetrio-, tuve mucho trato con él en mi época de estudiante del conservatorio porque, entre otras cosas, ambos compartíamos la afición por la música antigua.
De hecho, la última vez que le vi –hace ya bastantes años-, fue en El Escorial, donde coincidimos en un concierto de José Miguel Moreno, a quien le unía una estrecha amistad. Ya estaba jubilado, y me contó muy ilusionado que se había comprado una viola de gamba y estaba disfrutando mucho con su nuevo instrumento.
Descanse en paz.
No sé si alguien ha escrito algo al respecto en esta web, pero por si acaso lo pongo, porque seguro que muchos de los que leen esta página lo conocieron o, al menos, han oído hablar de él.
Manuel Estévez fue durante muchos años profesor de guitarra del Real Conservatorio de Música de Madrid. Primero como auxiliar de la cátedra de Demetrio Ballesteros; y posteriormente con cátedra propia. Creo recordar que también durante un breve período fue director del Conservatorio de Gijón.
Aunque no fui propiamente alumno suyo -yo estudiaba con Demetrio-, tuve mucho trato con él en mi época de estudiante del conservatorio porque, entre otras cosas, ambos compartíamos la afición por la música antigua.
De hecho, la última vez que le vi –hace ya bastantes años-, fue en El Escorial, donde coincidimos en un concierto de José Miguel Moreno, a quien le unía una estrecha amistad. Ya estaba jubilado, y me contó muy ilusionado que se había comprado una viola de gamba y estaba disfrutando mucho con su nuevo instrumento.
Descanse en paz.