¿Hubo alguna relación personal o directa entre Antonio de Torres y Dionisio Aguado?

Queridos amigos,

Inicio este hilo con una pregunta que no pretende ser retórica sino, por el contrario, perfectamente real y sincera:

¿Existió alguna relación personal o directa entre Antonio de Torres y Dionisio Aguado?

Antonio de Torres Jurado (Cañada de San Urbano, Almería, 13 de junio de 1817 – Almería, 19 de noviembre de 1892) y Dionisio Aguado y García (Madrid, 8 de abril de 1784 – Madrid, 20 de diciembre de 1849) habrían tenido, sin duda, la posibilidad de coincidir en alguna ocasión, quizás en varias, durante el periodo que media entre el nacimiento del constructor, junio de 1817, y el fallecimiento del guitarrista, diciembre de 1849. A lo largo de esos 32 años habría sido, desde luego, materialmente posible que se produjese algún encuentro, lo que no hubiera tenido nada de particular dado que durante gran parte de sus vidas uno y otro tuvieron un interés, mucho más allá de lo habitual, en los procesos constructivos de la guitarra, en su posible desarrollo como instrumento musical, en una palabra: en la mejora y desarrollo del instrumento en función de las necesidades y gustos de su época (¿tal vez deberíamos decir ‘sus épocas’?).

Cuando Aguado hace su primera presentación pública con la guitarra aún faltan unos 14 años para que nazca Torres; cuando se anuncia su Colección de Estudios aún faltan un par de meses para que Torres cumpla su tercer año; cuando Muñoa vende los primeros ejemplares de la Escuela de Guitarra el pequeño Torres ya tiene 8 años y unos meses. Es por esa época, casi coincidiendo con la publicación de la primera edición de su Escuela cuando Aguado, fallecida su madre, marcha a París, en mi opinión para obtener fama y, sobre todo, fortuna que le permitiesen regresar a Madrid y dar carpetazo a algunos antiguos problemas que habían quedado sin resolver. En esas fechas Torres no había cumplido los nueve. Sabemos que Aguado regresa a Madrid, y que ya está en la capital con toda seguridad en mayo de 1839; en ese momento, Torres estaría a punto de cumplir los 22 y, precisamente, el día 7 del mes anterior había nacido su hija Josefa María (la primera de sus dos hijas con ambos nombres de pila). Cuando Aguado fallece, Antonio de Torres cuenta 32 años, ha tenido cuatro hijos y, que sepamos con seguridad, no había construido aún ninguna guitarra.

Así que, si pensamos en un Torres de más de 8 años, el guitarrero habría tenido ocasión de encontrarse con Aguado en dos periodos y lugares diferentes: bien durante la estancia del concertista en París o bien durante la última década de vida del guitarrista que, por todo lo que sabemos, se desarrolló sin interrupción en Madrid. Como antes he dicho, el interés que ambos personajes mostraron en la guitarra como instrumento, bien podría haber hecho que el uno (Torres) hubiera tenido interés en conocer al otro (Aguado) aunque hubiera sido, YA TARDÍAMENTE, en los años que el guitarrero pudiera haber fabricado alguna guitarra y el guitarrista todavía viviese (más o menos entre 1836 y 1839). Sin embargo, y muy a mi pesar (porque hubiera sido interesantísimo y muy sugerente e ilustrativo), NO HAY EL MÁS MÍNIMO DATO NI SOPORTE DOCUMENTAL ALGUNO QUE APOYE ESTA HIPÓTESIS. Que sepamos hasta este momento, ni Torres se refiere jamás a Aguado ni, viceversa, Aguado menciona nunca a Torres en sus publicaciones, escritos o conversaciones.

(Continúo en el siguiente post)
 
(Continúa el post anterior)

Dionisio Aguado fue un incansable innovador del instrumento o, al menos, esa es la conclusión que se obtiene tras algunos datos constatados y ciertos. A sus diferentes intentos de conseguir un buen método de sostener el instrumento o un artilugio que cumpliese esa función, hay que añadir algunos otros intentos de los que nos ha llegado noticia como, por ejemplo, su probable diseño del llamado ‘puente de dos partes’, su intención de aumentar el tamaño, o su colaboración con Lacote en París para dar lugar a guitarras ‘a doble fondo’ que, más tarde se vendrían en Madrid.

Del puente de dos partes ya nos hablo Julio Gimeno citando al propio Aguado:
Aguado en el texto [de su Escuela de guitarra nos habla de otro tipo de puente, que coincide con el de la guitarra de Juan Muñoa cuyas fotos nos envía Constanza:
"...pieza también de cuatro caras, pero que en la anterior tiene una ranura profunda, por medio de la cual se distinguen dos partes, una esterior que sirve para atar las cuerdas, y otra interior donde estas se apoyan, como si fuese una cejuela".
Este tipo de puente, también está en la lámina incluida en la Escuela:
Aguado3.jpg

En su Nuevo método para guitarra, de 1843, Aguado dice refiriéndose al puente de la imagen anterior:
"...Este puente, que creo yo haber inventado en Madrid en el año 1824,..."

¡Qué fantástico sería que encontrásemos algún dato que permitiese establecer un nexo real, verdadero y comprobable entre Aguado y Torres! Podríamos ‘suavizar’ el tránsito sufrido por el instrumento en un periodo decisivo para su evolución y subsistencia… Pero, lamentablemente, NO EXISTE TAL DATO o, mejor dicho, no tenemos ninguna constancia de él.

(Continúo en el siguiente post)
 
¡Qué fantástico sería que encontrásemos algún dato que permitiese establecer un nexo real, verdadero y comprobable entre Aguado y Torres! Podríamos ‘suavizar’ el tránsito sufrido por el instrumento en un periodo decisivo para su evolución y subsistencia… Pero, lamentablemente, NO EXISTE TAL DATO o, mejor dicho, no tenemos ninguna constancia de él.

Aunque, a juzgar por algunas manifestaciones, parecería que sí.

Desde luego, si leemos algunas de las aseveraciones en un hilo de este foro (que todavía parece seguirse nutriendo de información - consúltese haciendo clic aquí) y no tenemos la suficiente precaución (y, en algunos casos, aunque la tuviéramos) podemos llegar a la conclusión de que la relación entre Aguado y Torres existió, y que el maduro guitarrista transmitió secretos ocultos, misteriosos e importantísimos al joven carpintero andaluz.

Veamos algunos ejemplos…

Un código armónico, revelado en un susurro, o bocetado a escondidas bajo la mano ahuecada, en la barra marmórea de un bar -con un lápiz de carpintero -y borrado repentinamente ...
...O quizás representado en su canon, furtivamente, sobre una mesa de juego, con un ábaco de semillas o monedas ...
Un código que contenía las claves para construir la guitarra perfecta había sido trasmitido a Torres por su maestro Dionisio Aguado ...
Cuando parecía que el maestro Joaquín estaba en el trance de revelarmelo ( ¡El lo conocía seguro!...), expandió el enigma de la guitarra de Vera y lo sumó a una segunda, -La Rosa- aún más hermética ...!

O sea, que el señor Carrillo piensa no sólo que Aguado habría sido el maestro de Torres (sobre esto hablaré más adelante) sino que éste habría transmitido en algún momento a Torres el ‘código que contenía las claves para construir la guitarra perfecta’… Y todo rodeado de misterio. Inquietante, ¿verdad?. Códigos revelados es susurros, bocetos ocultos, cánones, mesas de juego, ábacos e, incluso, una guitarra ‘hermética’ nombrada sugestivamente como ‘La Rosa’.

Interesante como extracto literario. Pobre e incompleto como investigación. ¿Dónde están los hechos y los documentos?

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(Viene del post anterior)

Otro ejemplo del señor Carrillo…

TOMANDO MEDIDAS...
Di una negativa por respuesta ...Y por fin, mi demanda de ayuda para encontrar las proporciones de las dos guitarras -que completarían la fórmula de Aguado- llegó en un apunte de su peculiar "cuaderno de campo",...con las medidas rectificadas. ¡Me puse manos a la obra!...

¡Una fórmula de Aguado!

Señor Carrillo, por favor, muéstrenos el origen de de esa regla o patrón, el documento en que se contiene esa llamada ‘fórmula’. Don Dionisio, allá donde hayan ido sus restos, estará inquieto porque los ‘inteligentes’ de esta época conozcamos sus secretos.

Bueno, bueno… Es que no sólo tenemos una fórmula sino que el ‘maestro Joaquín’ (entiendo que nuestro estimado usuario Joaquín Pierre) la va a redactar, en nombre de Aguado y por escrito…

El Apócrifo Revelado

La cota transversal mayor es la mitad del tiro !... Ciertamente -reflexioné-, la formula se presenta así como una receta de armonía total, capaz de relacionar las medidas fundamentales de la plantilla partiendo del diapasón ...
-¿Cuál seria su enunciado?, pregunté al maestro Joaquin, - "Estoy dando forma a un apócrifo de Aguado, que demostraría como esta propuesta -en su radical expresión - podía memorizarse y transmitirse en secreto, como era habitual en las antiguas corporaciones gremiales", contestó. Quedé a la espera del texto, que imaginé llegaría en el formato habitual de su "cuaderno de campo"...

Un apócrifo (no podría ser de otro modo, claro) que recoge una propuesta en un modo susceptible de ‘memorizarse y transmitirse en secreto’ y que podría proceder de un ‘cuaderno de campo’…

¡Aquí está, aquí está! El señor Carrillo nos la ofrece de forma clara:


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[Por supuesto que, como Administración del foro, agradecemos sinceramente al señor Pierre la dedicatoria que nos hace de este y otros documentos.]

La ‘propuesta’ de Aguado (¡Dios mío de mi vida, de mi alma y de mi corazón!, ¿PERO, DÓNDE ESTÁ? ¿Se trata de un documento específico y concreto o se tratará de una referencia a las interesantes indicaciones organológicas repartidas a lo largo de las publicaciones de Aguado). La ‘propuesta’ de Aguado, decía, es lacónica. Así lo ve el señor Carrillo, que vuelve a referirse a ‘la propuesta de Aguado’ (como si el guitarrista alguna vez hubiese realizado clara y específicamente alguna propuesta) , al tiempo que nos aporta la imagen de un apunte del señor Pierre encabezado ‘Reflejos armónicos del canon de Aguado. / contenidos en la fórmula… ’

(Continúo en el siguiente post)
 
Reflejos Armónicos

Anticipándose a mi reflexión sobre el laconismo de la propuesta de Aguado, Joaquin Pierre me mandó un conjunto de apuntes esclarecedores, ilustrando la consecuencia del uso de las proporciones armónicas esenciales en las relaciones mas profundas ... Los llamados "reflejos armónicos"

Aqui tenemos, subsidiariamente, ocupando un asiento nada ambiguo -la boca- en la escena de la proyección de la Armonía nada menos que la Sección Áurea ...

Ver el archivos adjunto 28353

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¡Nada menos que la Sección Áurea!

Ha llegado lenta (cual espiral de caracol bien proporcionada) pero, al final, se ha presentado…

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(Viene del post anterior)

Aún más del señor Carrillo:

El insólito destino de una fórmula perdida ...
Joaquín Pierre no me dio una razón para justificar porque este escueto repertorio de normas (fijadas por Aguado) no se había plasmado totalmente en ningún instrumento conocido de Torres,
...y estaba repartido entre los dos modelos objeto de su análisis....

Así que la misteriosa fórmula se perdió… Y el siempre humilde y modesto Don Dionisio fijó un ‘repertorio de normas’ (¿DÓNDE ESTÁ ESE REPERTORIO? Por favor, ilumínenos señor Carrillo). Pero esas normas no llegaron a plasmarse en ningún instrumento de Torres… ¿No sería esto por la sencilla razón de que las indicaciones de Aguado sobre propiedades y construcción del instrumento NO CONSTITUYEN NINGÚN REPERTORIO y porque Aguado y Torres PODRÍAN NO HABERSE ENCONTRADO JAMÁS?

En el hilo que estoy comentando interviene el señor Pierre, de alguna manera, contestando al señor Carrillo:

Los temores de Joaquín Carrillo no están infundados: Se ha documentado históricamente este tipo de propuesta-trampa. Enrique Nuere, arquitecto, divulgador de la carpintería de armar, menciona que el maestro mayor de la ciudad de Sevilla, Diego López de Arenas, guardaba en sus tratados un problema de ejecución imposible para los aspirantes a "geómetras"... Con una anotación marginal muy evidente: "Es para frustrar oficiales presumidos..." ¿Estamos, con la dispersión de la formula de Aguado, en el mismo caso?...

Joaquín Pierre nos informa de un tipo de ‘propuestas-trampa’, una de ellas utilizada o pensada para frustrar ‘oficiales presumidos’ de carpintería… Y deja caer, como si nada, la pregunta de que si podríamos estar en el mismo caso ‘con la dispersión de la formula de Aguado’. ¿QUÉ FORMULA? ¿QUÉ DISPERSIÓN? Reconozco que, por mi parte, son todo preguntas a las incontables sugerencias. ¿Por qué no me conformaré con asumir los hechos? ¡Ah!, ¿qué no hay tales hechos o que no están nada claros?

¡Vaya!

:(

(Continúo en el siguiente post)
 
La penúltima cita de ese hilo por el momento, vuelve a ser de un post del señor Carrillo. Hela aquí:

Quienes no aceptan las propias declaraciones de Torres (Diario de Barcelona 1884), diciendo que ha sido "de niño alumno del célebre Dionisio Aguado", no se han molestado en seguir esa relación a lo largo del tiempo, ni han mencionado siquiera el supuesto de que podrían haberse encontrado en Madrid a finales de la década de 1830 o principios de la de 1840.... Nada más lógico. Y esto es un supuesto que Pierre defendía, declarando que "lamentablemente quienes están presentando la Historiografía de Torres como una verdad incuestionable, están reduciendo este extraordinario documento -generado por D. Antonio de Torres -, al nivel de hipótesis. ¡¡Absolutamente disparatado!!

Analicémosla detenidamente…

De acuerdo con el señor Carrillo, el propio Torres habría hecho unas declaraciones al Diario de Barcelona y habría manifestado literalmente (ya que aparece entrecomillado) que habría sido "de niño alumno del célebre Dionisio Aguado". Pues va a ser que no...

El Diario de Barcelona del jueves 24 de julio de 1884 inserta una gacetilla de sólo 323 palabras en la que un periodista declara que Torres se encuentra en Barcelona y que ha podido estar presente en una reunión a la que asistieron ‘varios guitarristas, otros artistas y personas competentes’, y en la que Torres ‘puso de manifiesto’ algunas de sus guitarras. Complementa el periodista la noticia con información sobre Torres, pero en ningún momento refiere declaraciones del propio Torres ni manifiesta que la información ofrecida proceda directamente del guitarrero. Por supuesto, la gacetilla no es una entrevista. Así que las comillas del Señor Carrillo y la frase en que Torres hablaría en primera persona (las propias declaraciones de Torres […] diciendo que ha sido "de niño alumno del célebre Dionisio Aguado") parecen ligeramente incorrectas. Salvo, claro, que el señor Carrillo haya encontrado en el Diario de Barcelona, en fecha diferente al 24 de julio de 1884, otra noticia que se refiera a Antonio de Torres y a Dionisio Aguado.

Lo que sí dice la gacetilla del 24 de julio (que reproduciré completa más adelante) es lo siguiente:

Como hubiese aprendido desde niño á tocar la guitarra con el célebre don Dionisio Aguado, y no encontrando nunca ninguno de estos instrumentos que le satisfaciese, despues de haber adquirido alguna práctica en la ebanistería, siguiendo el señor Torres sus inclinaciones, dedicóse á hacer estudios para mejorar y perfeccionar la construcción de las guitarras.’​

También más adelante analizaré esta frase del periodista, ÚNICO DATO EXISTENTE QUE MENCIONA UNA RELACIÓN ENTRE AGUADO Y TORRES.

(Continúo en el siguiente post)
 
(Viene del post anterior)

Sigo comentando la cita del señor Carrillo. La repito:

Quienes no aceptan las propias declaraciones de Torres (Diario de Barcelona 1884), diciendo que ha sido "de niño alumno del célebre Dionisio Aguado", no se han molestado en seguir esa relación a lo largo del tiempo, ni han mencionado siquiera el supuesto de que podrían haberse encontrado en Madrid a finales de la década de 1830 o principios de la de 1840.... Nada más lógico. Y esto es un supuesto que Pierre defendía, declarando que "lamentablemente quienes están presentando la Historiografía de Torres como una verdad incuestionable, están reduciendo este extraordinario documento -generado por D. Antonio de Torres -, al nivel de hipótesis. ¡¡Absolutamente disparatado!!

Dice el señor Carrillo que algunas personas (aunque no concreta quiénes) no se han molestado en seguir, a lo largo del tiempo, la relación entre Torres y Aguado… ¡Claro que no! Cómo iban a tratar de seguir una relación de la que no tenemos ninguna información de que existiese salvo la gacetilla del Diario de Barcelona

Y añade que tampoco ‘han mencionado siquiera el supuesto de que podrían haberse encontrado en Madrid a finales de la década de 1830 o principios de la de 1840....’ Bueno, para encontrarse ‘a finales de la década de 1830’ tendrían que haberlo hecho en 1839. Aguado estaba ya en Madrid en mayo (aunque yo sospecho que pudo estar desde bastantes meses antes), luego, si Torres se hubiera desplazado a Madrid, la posibilidad física existe. Claro que, como ya he comentado, ese año había nacido su hija y, además, el ayuntamiento de Vera estaba pidiendo a Torres unas cantidades por impago de impuestos y fue ese año de 1839 cuando se produjo una confiscación de algunos de su bienes (entre ellos ‘una sierra de marca mayor’). ¿Estaría Torres con ánimo de viajar a la capital para que le fueran transmitidas herméticas instrucciones?

Y podrían haberse encontrado, como sugiere el señor Carrillo, en la década de los 40. Claro que lo que ocurre es que resulta muy difícil argumentar que no se produjo algo que, materialmente, pudiera haberse producido pero, de la misma forma podríamos decir que Aguado se encontró para transmitirle ocultos secretos con cualquier otro personaje de esos años elegido al azar. No podríamos demostrarlo, pero tampoco nadie nos podría demostrar que no se produjo.

Última parte de la cita:

Y esto es un supuesto que Pierre defendía, declarando que "lamentablemente quienes están presentando la Historiografía de Torres como una verdad incuestionable, están reduciendo este extraordinario documento -generado por D. Antonio de Torres -, al nivel de hipótesis. ¡¡Absolutamente disparatado!!

Si, de acuerdo con lo que nos dice el señor Carrillo, era ‘un supuesto’ defendido por el señor Pierre, ¿cómo es que el señor Pierre habla de ‘extraordinario documento’ ‘generado por D. Antonio de Torres’? ¿QUÉ DOCUMENTO? ¿Y qué es realmente lo que se puede calificar de ‘disparatado’?

(Continúo en el siguiente post)
 
Y el señor Carrillo continúa insistiendo (ayer mismo) en la existencia de una 'norma', de unas 'especificaciones' provenientes de Dionisio Aguado:

El maestro Joaquín me pidió que tratase de contrastar si en otros guitarreros de la época de Torres se encontraban todas o parte de las especificaciones de Aguado. Trataba así de demostrar la difusión de esta norma, que emanaba de la autoridad del gran tratadista de Fuenlabrada.

¿Qué especificaciones de Aguado? ¿Dónde están? Indíquenos el documento, por favor. ¿Dónde está esa ‘norma’?

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He aquí el texto íntegro de la noticia publicada en el Diario de Barcelona del jueves 24 de julio de 1884 (Nº 206, edición de la tarde, páginas 8858-8859). Agradezco a Josep María Mangado, usuario de este foro, la detallada transcripción:

Barcelona
'Se halla en esta capital don Antonio de Torres, distinguido fabricante de guitarras, establecido en Almería, y que sin duda es hoy dia el primero de los constructores españoles de este instrumento, que bien puede llamarse nacional, por la plenitud de sonido y belleza de los que salen de los talleres del señor Torres. En una reunión á que asistimos y á que fueron invitados varios guitarristas, otros artistas y personas competentes, puso de manifiesto el señor Torres alguna de sus guitarras, una de ellas magnífica, que le valió un primer premio en la Exposición de Sevilla del año 1858. A mas de las notables condiciones de sonoridad de la espresada guitarra, es el instrumento una obra maestra de ebanistería, en la que resaltan hermosos y diminutos mosaicos que le adornan, de un trabajo artístico tan delicado como de buen gusto. El señor Torres se ha conquistado gran nombradía como fabricante de guitarras, pues que las suyas son consideradas como las mejores por los célebres guitarristas Cano, Arcas y Tárrega.

Es tanto mas de encomiar la supremacía del señor Torres en su ramo de fabricacion artística, en cuanto puede decirse que esta industria fue innata en él, sin que nadie se la enseñase. Como hubiese aprendido desde niño á tocar la guitarra con el célebre don Dionisio Aguado, y no encontrando nunca ninguno de estos instrumentos que le satisfaciese, despues de haber adquirido alguna práctica en la ebanistería, siguiendo el señor Torres sus inclinaciones, dedicóse á hacer estudios para mejorar y perfeccionar la construcción de las guitarras. Catorce años empleó en sus ensayos hasta que habiendo obtenido los resultados que apetecía, en 1856 se decidió á presentar en Sevilla sus instrumentos, los cuales tuvieron tanta aceptacion que se veía apremiado para poder cumplir los encargos que se le hacian. El señor Torres se estableció mas tarde en Almería, donde ha ido acrecentando su fama por las muchas y escelentes guitarras que ha fabricado.'​

El mismo texto, con la única modificación necesaria para evitar el ‘á que asistimos’ (porque el cronista que publica ahora no asistió sino que copia el texto del Diario de Barcelona) se publicó al día siguiente, viernes 25 de julio, en el periódico El Diluvio, también barcelonés, y a la semana siguiente, el sábado 2 de agosto, en el periódico almeriense La Crónica Meridional, siendo esta la noticia más conocida porque la reproduce Antonio Sevillano Miralles en su libro ‘Almería por tarantas’ de 1996 (pp. 92-93) y, apoyándose en esta obra, se vuelve a citar en la traducción española de la biografía del libro sobre Torres escrito por José Romanillos que se publica en 2004.

En esta noticia, iniciada en el Diario de Barcelona se contiene la única referencia que enlaza a Torres con Aguado. Dice así:

Como hubiese aprendido desde niño á tocar la guitarra con el célebre don Dionisio Aguado, y no encontrando nunca ninguno de estos instrumentos que le satisfaciese, despues de haber adquirido alguna práctica en la ebanistería, siguiendo el señor Torres sus inclinaciones, dedicóse á hacer estudios para mejorar y perfeccionar la construcción de las guitarras.’​

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Aquí el fragmento que relaciona a Aguado y Torres tomado de La Crónica Meridional:

18840802_LCM_recorte.jpg

(Fuente: Biblioteca Virtual de Prensa Histórica - prensahistorica.mcu.es)

Como hemos visto, la noticia que contiene esta frase es una sencilla crónica de una reunión en la que Torres mostraba sus guitarras a los interesados barceloneses. La crónica se adorna con informaciones, realmente laudatorias, acerca del constructor. ¿De dónde las obtuvo el cronista? Y, ¿son todas completamente exactas? Por lo menos hay una que no parece serlo demasiado. Dice el periodista que el instrumento, la guitarra, bien podría llamarse ‘nacional’ debido a ‘la plenitud de sonido y belleza de los que salen de los talleres del señor Torres’.

¿Talleres? ¿En plural? :shock:

Claro, claro, puede estarse refiriendo a los diferentes talleres en las diferentes localidades en las que Torres trabajó, pero también podría ser una muestra de que el cronista aporta parte de la información de su propia cosecha, que adorna su texto dando por sentado hechos que tal vez no conocía. Vaya, acabo de hacer una conjetura. Que quede claro que lo es, que se trata de una simple y sencilla suposición. Como la siguiente; que, además de conjetura, es también sospecha: ¿Pudo recibir el periodista la información de que, siendo niño, Torres aprendió ‘á tocar la guitarra con el’ método del ‘célebre don Dionisio Aguado’? ¿Pudo obtener esa información, no entenderla del todo bien, y suprimir la referencia al método que yo he puesto en cursiva y no he entrecomillado?

Pudo, desde luego. Pero es una conjetura… Así que tomemos la aseveración como posible y estudiemos de nuevo las posibilidades. Esta vez no como maestro y discípulo del arte de la guitarrería sino, como sugiere el periodista barcelonés, en los roles de maestro y discípulo de guitarra…

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Como hubiese aprendido desde niño á tocar la guitarra con el célebre don Dionisio Aguado, y no encontrando nunca ninguno de estos instrumentos que le satisfaciese, despues de haber adquirido alguna práctica en la ebanistería, siguiendo el señor Torres sus inclinaciones, dedicóse á hacer estudios para mejorar y perfeccionar la construcción de las guitarras.’​
Leamos detenidamente lo que el periodista nos dice y cómo lo enlaza. Cuando Torres era niño dio clases con Aguado y, después de esto, como no estaba satisfecho con la calidad de las guitarras que encontraba decidió fabricarse la suya propia, ya que tenía conocimientos de ebanistería.

El texto dice también:

Catorce años empleó en sus ensayos hasta que habiendo obtenido los resultados que apetecía, en 1856 se decidió á presentar en Sevilla sus instrumentos, los cuales tuvieron tanta aceptacion que se veía apremiado para poder cumplir los encargos que se le hacian.’​

Así que, según el periodista, para conseguir un instrumento a su satisfacción Torres se dedicó a ‘hacer estudios para mejorar y perfeccionar la construcción de las guitarras’ durante 14 años hasta que, tras todo ese tiempo, en 1856, se decidió a presentar sus resultados en Sevilla. Una simple resta nos dice cuándo aproximadamente Torres habría comenzado a realizar sus ‘ensayos’: hacia 1842. El primer contacto con Aguado, de acuerdo con lo que nos dice el periodista, habría sido previo al comienzo de sus ensayos así que habría tenido lugar antes de 1842. Como Aguado regresa de París a comienzos de 1839 o antes, tenemos sólo una franja de unos 3-4 años. Pero en esa franja (1839-1842) Torres tiene entre 22 y 25 años. Es un joven. ¡Pero no un niño! El relato del periodista hace aguas… Creo que hemos de descartar esta posibilidad de encuentro.

Hay otra posibilidad. Torres podría haber estudiado con Aguado siendo muy niño, digamos comenzando a los seis años (1823). Y podría haber estado bajo la tutela de Don Dionisio hasta que éste marcha a París (ca. 1825). Bien, dos años largos en los que un Torres de 6 a 8 años está desplazado en Madrid para estudiar con el más famoso profesor de guitarra en España en esos momentos. Yo, desde luego, no apuesto por esta posibilidad… Sólo añadir que no hay que olvidar el hecho de que no tenemos la más mínima constancia de que Aguado hubiese residido, aunque fuesen escasas semanas, en la provincia de Almería ni de que el pequeño Torres lo hubiera hecho en la de Madrid.

En cuanto a que el encuentro hubiese tenido lugar entre 1825 y 1838, yo no veo como absolutamente imposible una corta estancia de Aguado en Madrid (un retorno puntual a Madrid) pero tendría que haber sido muy corta o tendríamos alguna noticia de ella y, siendo corta la estancia, no daría para mucho aprendizaje guitarrístico por parte de Torres. Que hubiera sido Torres el que se desplazase a París lo veo más que improbable pero, en cualquier caso, no hay la más mínima referencia.

Así que, provisionalmente y para evitar posibles intoxicaciones, debemos suspender y suspendemos al gacetillero barcelonés del Diario de Barcelona en la asignatura de ‘Crónica fidedigna’ y advertimos a los interesados en el tema que no parece que Torres estudiase guitarra con Aguado, al menos en los términos (y cronología) descritos y sugeridos por el mencionado periodista.

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Y vayamos terminando que esto ha sido el cuento de nunca acabar:

LA ÚNICA REFERENCIA DOCUMENTAL QUE RELACIONA A TORRES CON AGUADO es esa pequeña frase cuya veracidad acabo de poner más que en entredicho. Y digo yo que este habrá sido el único soporte documental para todas las suposiciones, noveladas o no, que he citado y comentado al comienzo de este hilo.

Una última reflexión. No por madrugar amanece más temprano y no por repetir una y otra vez una idea y rodearla de misterio y resortes literarios va ésta a convertirse en una realidad. Lo más probable es que no hubiese la más mínima relación entre los dos personajes (Torres y aguado). Mi afán no ha sido el de polemizar sino el de analizar modestamente los hechos para evitar que terceros puedan asumir una realidad que no es tal. ¿Significa esto que yo piense que la posibles ideas que Aguado tiviera acerca de la construcción y diseño de la guitarra no llegaron nunca a Torres? De ninguna manera. Yo de esto sé poco, pero veo como muy probable que Aguado transmitiese muchas de sus ideas sobre construcción a amigos y conocidos. ¿Si esto fue así, llegaría esa información a Torres? Es perfectamente posible. ¿Hay un código secreto y/o hermético transmitido de uno a otro? No parece muy probable y si alguien lo conoce, por favor, que tire la primera piedra. ¿Estudió guitarra Antonio de Torres con Dionisio Aguado? En contra del texto del suspenso gacetillero tampoco parece nada probable.

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Terminaré con una noticia importante: El 12 de diciembre de 1839, en el Teatro del Balón de Cádiz (hasta un año antes ‘Teatro San Fernando’) ‘se presentó el profesor de guitarra Antonio Torres y tocó unas variaciones’:

18391226_Entreacto_01.jpg

(Fuente: Biblioteca Digital Memoria de Madrid - Memoriademadrid.es)

Lo dice claramente el periódico El Entreacto en su sección de Teatros Nacionales.

¡Vaya!, después de todo, Antonio Torres sí que era guitarrista… :?

Claro que… :roll: ¿Podría ser otro Antonio Torres y no el guitarrero? Veamos el resto de la noticia…

18391226_Entreacto_02.jpg

(Fuente: Biblioteca Digital Memoria de Madrid - Memoriademadrid.es)

Pues con todas esas piruetas guitarrísticas, cuchillos incluidos, no parece que este Antonio Torres fuera el serio y cuidadoso constructor y, mucho menos, un discípulo de Don Dionisio Aguado.

:121:
 
Egregio Don Luis,

Como de costumbre, certero e irrefutable...

Permítame añadir una ligerísima glosa a su aserto:

...Torres aprendió ‘á tocar la guitarra con el’ método del ‘célebre don Dionisio Aguado’...

Mi voto va hacia «Torres aprendió a tocar la guitarra con el célebre [método de] don Dionisio Aguado»

Disculpas por la intromisión y un cordial abrazo,

cbaixo
 
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