Hola todos:
En trabajos de restauración y reparación hemos visto peones cortados en ambos sentidos. En ambos casos podemos encontrar ventajas y desventajas.
- Los peones con las vetas paralelas a las de los aros son de preparación más fácil, pero también son más propensos a partirse cuando la guitarra sufre golpes en la zona angular entre tapa y fondo (caídas del instrumento al suelo, golpes con el reborde de la guitarra contra una superficie esquinada, etc.) En estos casos, con las cuerdas en tensión, pueden producirse las clásica roturas con levantamiento del reborde de la tapa "en boca de pez" que tantas veces hemos visto, sobre todo en lóbulo inferior.
- Los peones con las vetas perpendiculares a las de los aros no sufren este tipo de roturas, pero resultan más trabajosos de preparar y además son propensos a desencolarse con los cambios ambientales, sobre todo si están encolados con titebond, como muy bien apunta Manuel en su comentario.
Entonces..., ¿con qué técnica quedarse? ¿Quizás sería bueno elegir una técnica mixta: uno horizontal y otro vertical?
A mí me gustan más los peones con las vetas paralelas pero, cualquiera que sea la orientación de las vetas, creo que lo importante no está en ello sino en conseguir una máxima y perfecta congruencia de las dos carillas de contacto del peón con las superficies de la tapa y el aro (ya que éste es el fallo que observamos con mayor frecuencia en los trabajos de reparación) y ello se consigue probando y observando el posicionamiento de cada peón antes de encolar, corrigiendo cualquier defecto de inclinación de sus planos angulares respecto a las superficies del ángulo diedro tapa-aro y eliminando las irregularidades de dichas superficies para después encolarlas con toda garantía. Y es que nunca un exceso de cola podrá suplir una falta de madera para conseguir una buena cohesión estructural.
Saludos.
