Hola Pascal
... yo también tendría que dar clases... Al menos es lo que me repite Oscar cada vez que tenemos la ocasión de guitarrear juntos... así que enhorabuena por tu tesón, y a practicar mucho.
El tema que comentas es muy interesante, y hace no mucho ha sido objeto de discusión en otra lista de correo. Había defensores de ambas posturas (mirones y no mirones). Quizás la defensa de tocar al tiento más elocuente era la de Eduardo Fernández, que sostiene que mirar a las manos te distrae de otras cosas más importantes, como es el concentrarte al máximo, y escucharte cuando tocas (dos buenas asignaturas pendientes). Una guitarrista le preguntó directamente que por qué siempre cerraba los ojos precisamente cuando tenía algún salto difícil, y el contestó que es precisamente en las partes difíciles donde más se necesita concentración (o algo así, como siempre, escribo a toda mecha y de memoria...).
Curiosamente, me he acostumbrado a tocar de forma espontánea "al tiento" algunas de las piezas más complejas (que no necesariamente difíciles técnicamente) que concozco, como algo de Bach (cómo no?) porque precisamente me salen mejor (bueno, un poquito mejor). Después he hecho la prueba con algún pasaje difícil de alguna otra obra (de estos donde los dedos se empeñan en tocar a su manera), y el resultado mejora bastante al no mirar las manos.
También es curioso, cuando me pongo nervioso (porque hay público, claro), pierdo al concentración, y tengo que mirar a mis manos en piezas que habitualmente toco a tientas... y entonces sale bastante peor.
En fin, esta es mi humilde experiencia. El caso es que mirar resulta más cómodo, pero quizás nuestros dedos tengan el diapasón más asumido de lo que nos creemos, y sepan encontrar ellos solos mejor esas posiciones que con frecuencia equivocamos cuando nos empeñamos en comprobarlas visualmente... la vista engaña.
Buen rollo... a ver si alguien más sabio nos comenta algo más interesante.
un abrazo
santiago