Tiro de cuerda

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mamé

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Muy buenas a todos, tengo una pregunta. Si yo construyo una guitarra con un tiro de
650 milímetros y le doy una compensación de 2 milímetros en la sexta y 1 milímetro en la primera, mi pregunta es
la siguiente, ¿la compensación es la misma para cualquier tiro de cuerda? Es decir, ¿para una guitarra con un tiro de cuerda de 640 milímetros, le doy la misma compensación de 2 milímetros y 1 milímetro?

Me gustaría saber si la compensación es la misma o es diferente según el tiro de cuerda, y si fuera diferente, ¿cómo se calcularía la compensación de cada tiro de cuerda?

Muchas gracias!!
 
Creo que no es la misma, a medida que haces mas corto el tiro necesitas compensar alejando mas la selleta, no sabría decirte cuanto mas.

A ver si algún compañero lo confirma...
 
Hola a todos:
Durante estos días he repasado la mayoría de los mensajes del Foro referidos a este Tema de los Tiros y sus compensaciones en la Guitarra. Son las ventajas de disponer de mucho tiempo y poco que hacer, que nos proporciona lo que vienen en llamar 3ª Edad, aunque creo que yo ya estoy en la 4ª.

Poco tengo que añadir a lo que ya se ha dicho en dichos mensajes, en especial a las magníficas aportaciones de algunos de nuestros compañeros más acreditados pero, durante este largo y fructífero repaso, me ha llamado mucho la atención el que nadie se refiera en sus mensajes al “Tiro de Tracción” y a las dificultades que éste puede añadir al casi siempre dificultoso problema de la “Compensación”. Por ello quiero dejar aquí algunas observaciones sobre el tema que me parecen interesantes.

De todos es sabido que en en el encordado de “instrumentos cordófonos con diapasón” se pueden distinguir dos tipos de tiro:

Primero tenemos el “Tiro Vibrante”, que es el más importante y que corresponde a la porción de cuerda limitada por los dos puntos de apoyo y de quiebre correspondientes a la cejuela del mástil y a la selleta del puente. Es la porción de cuerda que suena al pulsarla y sobre la que actuamos presionando y pulsando para conseguir los sonidos, bien sea con ambas manos como en el caso de la guitarra o bien con una mano y un elemento auxiliar, como puede ser el arco en el caso de los cordófonos de la familia del violín, o también con ayuda de una púa, como sucede con los instrumentos “cordófonos de plectro”.

Pero, además, en la mismas cuerdas tenemos el “Tiro de Tracción”, que es el que está limitado por un extremo por el punto de anclaje en el cordal y por el otro extremo en el punto de fijación gradual situado en el cilindro de tensión del clavijero.

Los tiros vibrantes, dependiendo de cada instrumento y de los valores de longitud de tiro elegidas durante su construcción, suelen tener unas medidas fijas y estandarizadas para todas sus cuerdas, salvo las mínimas dismetrías debidas a la compensación en alguna de ellas, pero los tiros de tracción muestran valores totalmente distintos para cada cuerda pues, aunque su anclaje inferior suele fijarse en una misma línea perpendicular al eje del instrumento (ya sea mediante cordal en puente, cordal flotante o en culata), no ocurre lo mismo en su fijación en el clavijero, variando poco o mucho el tiro de cada cuerda a causa de ello, aunque se trate de clavijeros con distribución simétrica de las clavijas. Además, esta circunstancia condiciona mucho las longitudes de dicho tiro cuando las cabezas del instrumento no tienen tal distribución, como sucede en muchas de las guitarras eléctricas, sobre todo cuando las cabezas son de geometría atípica.

Estas dismetrías pueden ser más acusadas en los instrumentos de más de 6 cuerdas, como son las guitarras de 10 cuerdas o más, las bandurrias, los laúdes y sobre todo los charangos en donde, a causa del tamaño del instrumento, la corta longitud del tiro vibrante y el largo recorrido del clavijero, las diferencias de longitudes de los tiros de tracción pueden llegar a considerarse casi exageradas.

Los fabricantes de cuerdas ya tienen en cuenta esta anomalía y compensan debidamente las cuerdas (sobre todo su calibre y los entorchados) de manera que, al tensarlas para lograr una correcta afinación, todas ellas se sometan a tracciones graduales similares para conseguir un mismo grado de tensión pues, de no ser así, se verían alteradas las condiciones de presión de las mismas sobre el diapasón y también su pulsación correcta. Pero esa compensación “de fábrica”, con el uso del instrumento, las sucesivas elongaciones de las cuerdas y otros condicionantes, dura lo que dura, que suele ser casi siempre menos de lo deseable, sobre todo en las cuerdas de menor calidad que, como ya sabemos, hay que cambiar con mayor frecuencia.

También los Luthiers y los guitarreros han considerado este problema y han buscado soluciones, algunas de ellas con mejor fortuna que otras. Así podemos ver cordales en guitarras eléctricas que presentan un anclaje escalonado de las cuerdas, al partir éstas desde un borde oblicuo de la pieza respecto al eje del instrumento, de acuerdo con su mayor o menor distancia hasta punto de anclaje en el clavijero. También las guitarras de Gipsy-Jazz (Guitarras Manouche) hacen uso de unos cordales flotantes especiales en los que las cuerdas parten desde alturas diferentes, en relación directa con la distancia que los separa de los cilindros del clavijero. Pero la mejor solución en este sentido puede que se dé en la conocida como “Guitarra Portuguesa”, cuya cabeza presenta una distribución del anclaje de las cuerdas “en abanico”, lo que permite utilizar 12 cuerdas de calibre diferente pero de la misma longitud, al engancharse sus terminales inferior y superior en la uña de anclaje del cordal y en la uña de tracción del clavijero, respetando así una misma longitud de ambos tiros, aunque su valor sea distinto.

Saludos
 
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