Gracias por su respuesta Rafael.
Como siempre será la experiencia la consejera y, aunque he conseguido buenos resultados desde la primera prueba, sigo experimentando para optimizar el proceso de doblado con la maquinita.
Por lo pronto me he dado cuenta que con los refuerzos adecuados y utilizando las "presas" adecuadas, la labor se facilita bastante y el prototipo llega a ser válido.

Recomiendo usar este sistema porque creo que asegurará la simetría de los aros en gran medida sin las necesarias comprobaciones y correcciones del doblado a mano. Lo más importante aún, no corremos el riesgo de quemar las maderas claras.
Según algún tutorial que circula por internet las maderas hay que dejarlas "en remojo" durante horas (creo que llegué a leer que durante una noche) pero esto puede provocar el rizado y abarquillado de las mismas (el primer par de aros de sapelli tuve que retocarlo con el método tradicional del doblado a mano y solo lo mantuve sumergido un par de horas).
Como es lógico, cuando empezamos el doblado la máquina está fria y por ello las maderas necesitarán mas humedad que si se doblase a mano, pero tres inmersiones en agua y dejar después de cada una de ellas unos 10 minutos escurriendo pero que empape, me han servido sin que se aparezcan problemas de rizado.
Se meten entre los flejes una vez le hemos quitado el exceso de agua con una toalla. Aqui hemos de tener en cuenta un problema para los que vivimos en zonas con aguas duras, tras el doblado sucesivo de varios juegos de aros, empiezan a aparecer depósitos de cal en los flejes que manchan las maderas oscuras. Si intentamos quitarlos con un ácido suave (viacal o una solución de clorhídrico) sale pero arruinamos los flejes, así que he optado por utilizar un papel vegetal no encerado para envolver lo que será la parte exterior del aro evitando así que la cal los manche.
El tiempo de acción está en torno a siete horas para los aros mas anchos (10 cm) con 220 vatios de bombillas. he comprobado que con menos tiempo el aro sale perfectamente doblado pero húmedo por su parte exterior, así que maderas como el sapelli que siendo claras "despintan" agua roja, pueden quedar manchadas y necesitar un lijado profundo para eliminarlas. Este efecto disminuye si cuando abrimos la dobladora el aro está completamente seco. El hecho de sacarlo húmedo puede provocar el recurvado de las puntas de los aros, que tiende a abarquillarse.
El aro debe retirarse con la máquina una vez a temperatura ambiente y hacerlo de forma que los flejes en su expansión no vayan a romper el aro que está en su interior, por tanto retiraremos primero la presa de la cintura y fijaremos con aldabas fleje interior para que el aro salga pero no sea empujado por él al ponerse recto.
Despues quitamos las presas de los extremos y el aro salta como un paraguas.
La máquina se enfría en mas o menos 45 minutos a una hora, pero me parece que el aro tiene una forma mas estable en aquellos que he doblado en el segundo turno del dia que los del primer turno, pues los primeros se desmoldan inmediatamente está fría la maquina y los segundos a la mañana siguiente tras estar apagada la maquina unas 7 u 8 horas.
Tras eso paso los aros a los formeros por si acaso perdiesen algo de curvatura, aunque los primeros de sapelli los mantuve fuera del molde un par de dias antes de corregirlos a mano y pese a estar muy poco tiempo en la máquina (ya sabéis que fue una prueba inicial que no me terminó de convencer) no perdieron la forma de la cintura, aunque el lóbulo inferior se abrió un poco.

Como veis la máquina está a pleno rendimiento, ya he doblado dos juegos de sapelli y dos de palosanto, actualmente estoy haciendo pruebas con el ciprés y no voy a cambiar las pautas a ver si el resultado es igual de satisfactorio.
En mi opinión, la dobladora ahorra tiempo, pues es algo que trabaja solo y que no se invierte mas de 10 minutos en montar el aro en su interior y cinco mas en desmoldarlo, así que, si no tienes prisa por tener los aros, te permite dedicarte a otros procesos mientras los aros se doblan.
:adios: