Hola todos.
Aunque en el Foro hay muchos hilos relacionados con este tema (aparte de los que se perdieron en el desastre informático de 2008), estoy de acuerdo con Hugo Evaristo (con el que me identifico en edad) en que sería conveniente dejar constancia aquí si no de una clasificación de los distintos pegamentos y colas, sí al menos de una relación ordenada de los más utilizados en el noble Arte Guitarrero.
Muchos son los pegamentos y colas que se han utilizado para pegar madera y que podríamos definir como "Preparados adhesivos que permiten la unión hermética y duradera de dos o más superficies de madera puestas en contacto entre sí".
Existen numerosas y variadas clasificaciones de los adhesivos en la la bibliografía dedicada al tema, pero en una clasificación como la que sugiere nuestro compañero Hugo Evaristo habría que comenzar por distinguir las Colas Orgánicas (de rigen animal o vegetal) de las Sintéticas (procedentes de la industria química). De las primeras, las más interesantes para nosotros son las colas de origen animal.
COLAS DE ORIGEN ANIMAL
En la artesanía de la guitarra son éstas las colas de elección para muchos trabajos de la madera, ya que han sido las colas preferidas durante muchos siglos, tanto en la construcción de muebles como en la construcción de instrumentos.
Esta cola se obtiene a partir de las proteínas del colágeno contenido en diversos tejidos corporales de algunos animales como los huesos, los cartílagos, los tendones, la piel y las paredes de algunas vísceras internas (entre ellas las vejigas natatorias de algunos pescados). Antiguamente esta operación se realizaba mediante la ebullición prolongada de dichos tejidos que al desnaturalizarse por la acción conjunta del calor y del agua, tras evaporarse ésta, dejaban en el fondo del recipiente un resto muy pegajoso y rico en proteínas coloidales, muy similar a la gelatina comestible que todos conocemos (un método de hidrolisis muy rudimentario). Estas sustancias se guardaban convenientemente envasadas y protegidas para poder usarse más tarde en forma de "cola caliente", una vez engrosadas en agua y calentadas al Baño de María. Luego, al enfriarse, se gelificaban de nuevo y podían guardarse para nuevos usos.
Las colas animales se siguen usando hoy en trabajos de Luthería, Ebanistería y Restauración de muebles así como en algunas técnicas pictóricas, pues su solubilidad en agua las hace reversibles, permitiendo con ello la rectificación de los posibles fallos de encolado o la recuperación de componentes íntegros procedentes de mobiliario antiguo arruinado; pero ya se usan menos en carpintería tradicional a causa de la mayor comodidad y seguridad que presentan las actuales colas de origen químico-industrial.
Las propiedades de las colas animales se basan en sus grados de adhesividad, elasticidad y firmeza, así como en su rapidez de secado, lo que depende en gran manera de la composición protéica del tejido orgánico del que son originarias, tejido que ya suele venir identificado en la información que acompaña a las preparaciones comerciales que llegan a nosotros (hoy a nadie se le ocurriría ponerse a hervir huesos o tendones en su propio taller y menos aún en su domicilio) pero, en todo caso, en el momento de preparar las colas es aconsejable hacerlo a la mínima concentración requerida con el fin de evitar riesgos de tracción o tensiones excesivas en los materiales encolados.
Las colas de origen animal más usadas son éstas:
La Cola de Piel: Conocida también como "cola de conejo", por proceder preferentemente de la piel de dicho animal, es la cola más interesante para nosotros, pues todavía se utiliza hoy en aplicaciones especializadas como son la "luthería", la construcción artesana de muebles valiosos y los trabajos de reparación y restauración de muebles e instrumentos antiguos. Esto es así porque a su excelente grado de fuerza de pegado, alrededor de 250 gr (8,9 Oz) se añade el hecho de que las uniones encoladas con cola de piel defectuosas son fáciles de reparar aplicándoles calor y más cola.
Generalmente la encontramos en el Comercio en forma de escamas deshidratadas, pero últimamente también en preparación líquida. Estas preparaciones líquidas, por lo general, suelen llevar urea incorporada a sus componentes con el fin de mantener la cola líquida a temperatura ambiente y para prolongar su tiempo de secado. Una marca antigua muy acreditada en Luthería es el Pegamento Brown, pero incluso la marca Titebond tiene una presentación líquida de esta cola (la Titebond Liquid) algo menos deslizable.
La Cola de Huesos: Es una cola muy antigua que procede de los huesos de vacuno y que sigue siendo más fuerte que la mayoría de los adhesivos modernos. Su fuerza se basa en un mayor porcentaje de "reticulina" entre sus componentes pero (siempre hay un "pero"), al cristalizar, la unión queda excesivamente rígida y ello hace que sufra mucho al intentar neutralizar los esfuerzos de cizallamiento, pudiendo llegar a aflojarse la junta al resquebrajarse la capa cristalizada de cola.
En el comercio la encontramos en forma de perlas.
La cola de Tendones: Como su nombre indica, procede de los tendones de algunos animales, sobre todo de aquéllos entre cuyos movimientos habituales predomina el salto, como las liebres, las cabras, los venados o en Australia los canguros. La mayor propiedad de esta cola es su elasticidad por el predominio de la "elastina" entre sus componentes. Por ello su uso es muy apropiado para el encolado de estructuras que han de someterse a esfuerzos de tracción y de torsión.
En el Comercio la encontramos en forma de perlas.
La Cola de Cartílagos: Procede de los cartílagos articulares y de las estructuras cartilaginosas intrarticulares de las grandes articulaciones de vacunos y es una cola funcionalmente muy equilibrada, aunque menos resistente que la cola de piel pero, en cambio, tiene la propiedad de alcanzar y rellenar las oquedades y los poros que pueden presentar las superficies de contacto de las maderas a encolar, dando lugar a encolados muy estables.
En el Comercio podemos encontrarla en forma de perlas o de escamas deshidratadas.
La Cola de Pescado: Conocida también como "Colapez", se usó durante muchos años para el encolado de las encuadernaciones de los libros. Actualmente se sigue utilizando en la obtención de gelatina alimentaria, sobre todo cuando se busca aumentar la consistencia de ésta.
En la unión de juntas de madera sólo se emplea cuando no se dispone de otras. Sin embargo su uso es ideal en la reparación de las grietas y roturas accidentales que se producen en las tapas armónicas de guitarras y otros cordófonos pulsados durante los trabajos de acondicionamiento inicial de las mismas.
En el Comercio la encontramos presentada en forma de láminas deshidratadas-
Esto es todo, de momento. Otro día podemos hablar de las colas orgánicas de origen vegetal y de las sintéticas (químico-industriales), aunque de estas últimas ya se ha tratado cumplidamente en muchos de los hilos del Foro a lo largo de los últimos 14 años. (Consultar en el Indice Organológico)
Saludos a todos.