Amigo Oscar,
Sin duda la composición más famosa que hace uso del trémolo es
Recuerdos de La Alhambra, de Francisco Tárrega. De esta obra existe un manuscrito autógrafo firmado en Málaga en 1899. El el manuscrito el título aparece como:
Improvisación ¡A Granada! Cantiga Arabe. Si quieres ver un fragmento de ese manuscrito, pincha
aquí.
También, como tú dices, hay una fantasía de John Dowland (1536-1626) en la que encontramos una figuración similar al trémolo.
Efectivamente, en esta fantasía de Dowland el efecto buscado no es el mismo que en
Recuerdos de La Alhambra de Francisco Tárrega, ya que vemos que en Dowland las notas repetidas no tienen un carácter melódico. Hay muchos ejemplos más de figuraciones similares al trémolo pero sin la melodía en las notas repetidas, por ejemplo en Salvador Castro de Gistau (nacido en 1770), en Ferdinando Carulli o en Matteo Carcassi.
Este es un ejemplo de "trémolo" más cercano a la obra de Tárrega. Se trata de una variación que publicó Giacomo Merchi en 1777. Las notas repetidas tienen un carácter melódico, sin embargo el tema de la variación está en el bajo.
En el siglo XIX encontramos varios ejemplos anteriores a Tárrega en los que esta vez el trémolo sí tiene la melodía en las notas repetidas. Podríamos citar, por ejemplo, obras de Johann Kaspar Mertz (1806-1856), Giulio Regondi (1822-1872) o Tomás Damas.
Existe una obra de Trinidad Huerta (1800-1875) llamada
Cachucha with Variations en la que aparece un trémolo similar en figuración y efecto a los de Tárrega. No sabemos en qué fecha exacta se publicó, pero por la dirección del editor la publicación tuvo que realizarse entre 1830 y 1849, es decir, antes del nacimiento de Tárrega.
En 1934, Emilio Pujol escribía en su
Escuela razonada de la guitarra, libro primero: "El trémolo corriente consta de cuatro fusas digitadas p, a, m, i; el pulgar para los bajos y los demás para la melodía". Como vemos, Pujol habla de la característica melódica de las notas repetidas, pero también señala la participación del anular en la digitación del trémolo. Es muy probable que Mertz, Regondi y otros utilizasen sólo el índice y el medio para digitar las notas repetidas del trémolo.
Según su número de plancha, el
Sueño de Rosellen de Julián Arcas (1833-1882) fue publicado en 1852 (de esta obra también existe una edición posterior, póstuma). En esta composición Arcas ha digitado el trémolo utilizando el anular.
Este dedo lo indica Arcas mediante un pequeño “3”. De todos modos, como vemos, no estamos ante lo que Pujol califica de "trémolo corriente".
Para acabar veamos un "trémolo corriente", anterior a los de Tárrega y digitado con anular, en la obra de José Viñas (1823-1888),
Fantasía original, publicada en 1868.