Hola, Alberto.
Esas mismas preguntas nos las hacemos todos al principio, y la verdad es que no tienen respuestas contundentes, excepto, quizás, para la tapa armónica.
Los elementos internos, como peones, barretas, etc. tienen una función mecánica, es decir, darle resistencia y estabilidad al instrumento, por tanto, deben ser de una madera que tenga esas propiedades, añadiría también ligereza, para que no aumente excesivamente el peso. Yo diría que hay cientos, si no miles, de maderas que cumplen con estos requisitos, entre ellas las que tú has observado: el pino y el cedro de Honduras. Al principio, yo utilizaba el pino, que era la que recomendaba el libro de Villar, después cambié al cedro de Honduras cuando me fijé en los instrumentos de grandes guitarreros. ¿Por qué? Creo que el cedro de Honduras (cedrela odorata) es la madera que mejor cumple las condiciones que comentábamos al inicio, además de que se pueden aprovechar restos que sobran de la fabricación de los mangos (coste cero). En consecuencia, todos los elementos internos, excepto los de la tapa armónica, los fabrico de cedro de Honduras.
Para la tapa utilizo madera de pinabete (picea abies), como casi todos los constructores, por motivos de uniformidad. Si me preguntas en qué cambiaría el sonido si le cambiamos el abanico de pinabete por uno de pino piñonero, te diré que no lo sé, y que no pienso hacer la prueba. Pero no creo que cambie mucho. Más influiría, pienso, la altura de las varetas, o su disposición, que la especie de pino. Para las tapas de cedro canadiense utilizo los restos de esas tapas para las varetas del abanico, y pinabete (pino abeto alemán, picea abies)) en las barras armónicas, porque no tengo cedro canadiense de esas medidas para ellas.
Las barretas del fondo, ya sea éste de ciprés o de palo santo, las pongo de cedro de Honduras (resistencia, inalterabilidad y ligereza).