Queridos amigos,
En un hilo que está cerrado en estos momentos (este), Matanya Ophee escribió con respecto a Federico García Lorca:
He encontrado un texto de Andrés Segovia que creo que puede interesar en relación con esta cuestión. Es este:
Encontré a Federico [García Lorca] en Nueva York y le invité a que se viniera conmigo, a casa de una amiga mía, Emilia Aragón, que era granadina, por cierto. Asistíamos un grupo de amigas y amigos, entre los que se encontraba una chica bellísima, que iba a debutar en Hollywood y la que nos tenía más o menos encandilados a todo el grupo. Pero como si nada. No nos hacía caso. Aquel día, nada más llegar Federico y presentársela, se pusieron en animada conversación. Bueno, es un decir, porque ella no sabía español y Federico era bastante alérgico al inglés, del que no llegaba a aprender una palabra. Pero se entendían por señas y gestos. Más tarde nos dimos cuenta que los dos habían desaparecido. ¿Dónde estarían? -nos preguntábamos extrañados-. ¿Se habrán marchado? Y al entrar en la habitación contigua, estaban en un diván y tapados con una colcha, que un bromista levantó. Y termina diciendo Andrés [Segovia]: Estaban unidos por el cariño.
En un hilo que está cerrado en estos momentos (este), Matanya Ophee escribió con respecto a Federico García Lorca:
Encuentro difícil de creer que un poema como La Casada Infiel se habría podido escribir por un homosexual. Pienso que la cuestión de la sexualidad de Lorca está demasiado complicada para ser reducida a las abstracciones simples.
He encontrado un texto de Andrés Segovia que creo que puede interesar en relación con esta cuestión. Es este:
Encontré a Federico [García Lorca] en Nueva York y le invité a que se viniera conmigo, a casa de una amiga mía, Emilia Aragón, que era granadina, por cierto. Asistíamos un grupo de amigas y amigos, entre los que se encontraba una chica bellísima, que iba a debutar en Hollywood y la que nos tenía más o menos encandilados a todo el grupo. Pero como si nada. No nos hacía caso. Aquel día, nada más llegar Federico y presentársela, se pusieron en animada conversación. Bueno, es un decir, porque ella no sabía español y Federico era bastante alérgico al inglés, del que no llegaba a aprender una palabra. Pero se entendían por señas y gestos. Más tarde nos dimos cuenta que los dos habían desaparecido. ¿Dónde estarían? -nos preguntábamos extrañados-. ¿Se habrán marchado? Y al entrar en la habitación contigua, estaban en un diván y tapados con una colcha, que un bromista levantó. Y termina diciendo Andrés [Segovia]: Estaban unidos por el cariño.