Rafael Diaz dijo:
...aunque el dato historico que aportas es interesante, tu mismo lo minimizas al considerar que esos comentarios podían ser fruto de la cortesia más que del rigor artístico.
Amigo Rafael,
En los dos casos que menciono se dan algunas circunstacias a tener en cuenta:
1) La supuesta opinión de los compositores nos llega a través del intérprete o de personas cercanas.
2) Pujol nos transmite la opinión de Falla en 1977, cuando el hecho debió de ocurrir bastantes años antes.
3) En el caso de Pujol, Falla no está valorando la transcripción, por sus palabras parece referirse más bien a la interpretación.
La entrevista a Pujol, efectuada en 1977, hace poco que ha llegado a mis manos y a mí me resulta del máximo interés. En un momento dado Pujol hace una comparación entre compositores no guitarristas y menciona de un lado a Castelnuovo-Tedesco, Ponce y Moreno Torroba, y del otro a Falla. Es muy significativo que el primer grupo, criticado muy diplomáticamente por Pujol, sea el de los compositores "segovianos" por excelencia... pero no divaguemos. En el terreno que nos ocupa, Pujol habla por un lado de la transcripción, que sería una "traducción" nota por nota de un sistema de notación a otro, por ejemplo de la tablatura a la notación pentagramática. Sin embargo, cuando se pasa una música de un instrumento a otro hay que hacer un trabajo de adaptación. En la adaptación o arreglo, Pujol dice que lo más importante es "capturar la esencia, el
concepto de la obra [original]".
Bien, supongamos que un autor lo suficientemente hábil es capaz de captar la "esencia" de una obra de un instrumento y hacer una buena adaptación para guitarra. Esto no es lo corriente, en nuestro instrumento cualquiera se cree capacitado para hacer una transcripción. Pero aún en el caso ideal, señalado por Pujol, de que consiguiesemos capturar el "concepto de la obra original" cabría preguntarse ¿qué interés tiene ese trabajo? ¿para qué sirve? ¿a quién le interesará escucharlo luego?
Ya se ha hablado del interés pedagógico de las transcripciones. En los estudios de composición se suelen hacer instrumentaciones de piezas para piano, etc. A veces algunas instrumentaciones tienen un interés artístico indudable, todos conocemos ejemplos. Claro que en el caso de la guitarra lo normal es el trabajo inverso: reducir una partitura más compleja polifónicamente para adaptarla a un instrumento con menores posibilidades en ese terreno, así parece más difícil conseguir un valor artístico añadido para la nueva versión.
En siglos pasados, la adaptación de música vocal a la vihuela, el laúd, etc., además de un ejercicio pedagógico, supuso un enriquecimiento musical enorme, ya que permitió explorar unos terrenos poco transitados por los compositores vocales de la época.
También son justificables, en el siglo XIX, las transcripciones para guitarra de temas operísticos, que desempeñaban una función similar a la de las grabaciones en los siglos XX y XXI. Sirvieron para difundir repertorios que eran más difíciles de oír en sus versiones originales, dado que necesitaban de montajes complicados y la participación de muchos músicos.
Pero a mí, al igual que a Rafael, me resulta mucho más complicado comprender qué interés puede tener para el público de nuestros días escuchar una obra para -por ejemplo- piano, tocada en una guitarra.
De todos modos, no quiero dejar de mencionar algunos casos en los que las transcripciones para guitarra han podido servir como llamada de atención para el público o para los compositores, sobre las posibilidades del instrumento. Ese puede ser el caso de Pujol/Falla, Tárrega/Albéniz o Segovia/Chacona de Bach. Si bien seguramente han hecho mucho más en este sentido Llobet, Pujol o Bream tocando el "Homenaje" de Falla, que Segovia tocando la "Chacona".
Por último deciros que en un curso de Leo Brouwer alguien le preguntó sobre sus obras basadas en temas de The Beatles y el maestro explicó que dado que la versión original de esos temas era para él perfecta, lo que le interesaba era el trabajo de adaptación o de reformulación desde un lenguaje más directo, más inmediato, como puede ser el utilizado por The Beatles. Aunque, y esto lo añado yo, The Beatles a veces podían ser muy sofisticados, musicalmente hablando.