Amigo Sergio,
Hace unos años asistí a un curso de Alberto Ponce quien nos decía que cuando los guitarristas tocamos el instrumento, todos sentimos aquí -y se señalaba la barriga- una orquesta al completo.
No sé si Yamashita ha llegado a estudiar con Ponce, pero lo que sí parece compartir con él (y con otros maestros como Yepes) es su opinión sobre el rango dinámico que puede obtenerse de la guitarra.
De nuevo os traduzco unas palabras de Matanya. Ya he explicado que creo que se trata de una opinión que hay que tener muy en cuenta, porque se escribió tras asistir a un concierto en directo de Yamashita:
Algo que Yamashita sin duda ha aprendido, quizá de su padre [que fue su primer maestro de guitarra], es a escuchar meticulosamente lo que él mismo toca. Creo que eso es lo que le ha permitido desarrollar su asombrosa gama dinámica. Por término medio, el guitarrista corriente y moliente [run-of-the-mill guitarist] tiene un rango dinámico consistente en diversas modalidades del mezzo-forte. Los que destacan de la media consiguen alguna diferencia entre el mezzo-forte y el mezzo-piano, mientras que el virtuoso es capaz de mostrarnos una clara diferencia entre el piano y el forte. Yamashita ha roto esas limitaciones artificiales y su rango se extiende desde el más suave de los pianissimos al más atronador fortissimo, capaz de ahogar todo a su alrededor. Es verdad, a veces sus fortissimos tienden a ser algo ásperos. Pero esto no se debe a que fuerce el instrumento fuera de los límites de sus posibilidades físicas, sino a que de una manera deliberada utiliza la aspereza del sonido como otro color más.