A pesar de que soy socio de la SEG y de que vivo en los alrededores de Madrid, no son muchos los conciertos para los que se alinéan los astros y a los que puedo acudir... creo recordar que la temporada pasada sólo pude estar en el de Marco Tamayo y que me hipotequé por ir a ver a Miguel Trápaga, también en el RCSMM... Y luego anduve recuperando clases hasta final de curso...
Así que quizá lo singular del evento me haga exagerar un poco mi entusiasmo...
Bueno...
Espero defraudar adecuadamente vuestras expectativas de una reseña formal del evento... pero, ¿acaso Zoran Dukic necesita reseñas?. El programa de mano del concierto recogía ya algunas de ellas, así que sólo repetiré una frase que tiene su lado positivo (y supongo que por ello se incluía en el tríptico), y que por otro resulta lo suficientemente ofensiva para el gremio como para traerla aquí, por si suscitase debate: según el programa diría la Kölnische Rundschau que Dukic "[...] No es sólamente un guitarrista, sino un verdadero músico [...]"
Vaya...
Este tipo de frases deben ser las que se vienen utilizando para menospreciar a todos los héroes de la guitarra el menos desde Giuliani en adelante...
Como si todavía siguiésemos con la perra de que se puede ser músico creyente no practicante, alla Pitágoras, alla Boecio... iros a no sé dónde...
En fín...
No quiero darle más vueltas a esta pequeñez, que se vuelve aún menor delante del artista, al que nadie dudaría en calificar de gigante. El gozo de verle en el escenario supera al resto de sensaciones, de valoraciones y conclusiones que, siendo algo parecido a un guitarrista, pueda sacar el que os escribe estas líneas.
Zoran Dukic es enorme... una especie de fuerza de la naturaleza que juega a no destrozar el instrumento... no quiero decir con esto que su forma de tocar no sea delicada y que no controle cada detalle en piezas que son piedras de toque para los mejores, como puede ser la Sonata de Antonio José con la que se permitió abrir el concierto, y en la que hizo lo que quiso...
Al contrario... es esa fuerza la que parece que le permitiría tocar sin esfuerzo en cualquier situación... lo difícil parece fácil... las proporciones de su interpretación hacen que sea necesario empezar a pensar en otro sistema de referencia... como "guitarrista" (da cierto pudor llamarse así en un texto que habla de este hombre), me parece que es la gente como Dukic la que fuerza un cambio en el punto de vista del resto de los intérpretes de su instrumento...
El concertista que nos trajo la SEG el pasado jueves, es un guitarrista que escapa a la lógica.