Las uñas de Tárrega
Queridos amigos,
En el artículo que ha publicado en esta web Adrián Rius, se menciona cómo Tárrega en un momento de su vida abandona el tipo de pulsación en el que intervienen las uñas de la mano derecha, en favor de una pulsación sólo con la yema del dedo. En otro lugar de este foro ya he escrito sobre este tema, permitidme que vuelva a tratar el asunto aquí.
En mi opinión, es bastante sorprendente que Tárrega acometa un cambio tan drástico en su técnica tras toda una vida pulsando con ayuda de las uñas. El primer concierto con yema sola, lo ofrece Tárrega en 1902, dado que fallecería siete años más tarde, en 1909, el uso de la yema sola ocupa únicamente la última etapa de la vida de Tárrega, si bien es en esa etapa cuando con mayor ahínco se dedicaría a la enseñanza, por lo que alguno de sus alumnos más conocidos, como Pujol, Fortea o Josefina Robledo, adoptaron la pulsación con yema de su maestro, hasta el punto que hoy en día esta pulsación es considerada por muchos como una de las principales características de la conocida como "Escuela Tárrega".
Aunque el primer concierto de Tárrega con yema sola lo ofreció en 1902, según Pujol, Tárrega cambió su pulsación "a principios de 1900" (
El dilema del sonido en la guitarra, p. 22). En esa época Pujol aún no era alumno de Tárrega (comenzó sus lecciones con él en el año 1902), aunque puede que el mismo Tárrega fuese quien le comunicase esa fecha o que Pujol la averiguase por otro medio, como el diccionario de Domingo Prat, quien nos dice, refiriéndose a Tárrega: "A partir de 1900, fecha en que comienza a pulsar con yema sola, siempre me tuvo el gran artista a su lado". El caso es que durante más de dos años Tárrega no actúa en público ya que parece que dedica este tiempo a perfeccionar el nuevo sistema de pulsación. Esto nos lo explica Pujol que dice que Tárrega: "...tuvo que privarse durante una larga temporada de tocar en público y Dios sabe si con ello creaba a su situación precaria, dificultades angustiosas que vencer" (
El dilema del sonido en la guitarra, p. 22).
Hacia 1905, el violinista catalán Joan Manén visita a Tárrega y nos dice que éste: "le explicó una nueva manera de pulsar que requería aún más estudio, más sacrificios, nuevos esfuerzos...". Es decir, cinco años después de cortarse las uñas a Tárrega, tras toda una vida pulsando con ayuda de las uñas, aún le costaba adaptarse a la pulsación con yema. ¿Cuál fue la verdadera razón que movió a Tárrega a pasar por esta penosa adaptación, con perjuicio incluso de su precaria situación económica?
Josefina Robledo dice que el desencadenante de todo esto fue la rotura accidental de una uña por parte de Tárrega. Esto parece una explicación un tanto pueril. Sin duda antes de 1900 Tárrega se habría roto más de una uña, pero no es hasta entonces que decide cambiar el sistema de pulsación.
Emilio Pujol da razones de más peso, aduciendo que cuando Tárrega se corta las uñas lo hace buscando un sonido "más amplio y homogéneo", fijándose como ideal la sonoridad del cuarteto de cuerda (
Tárrega. Ensayo biográfico, p. 146).
En relación a lo que cuenta Josefina Robledo y Emilio Pujol sobre la manera en que Tárrega atacaba las cuerdas, hay un problema: los dos conocieron a Tárrega cuando éste ya había adoptado la pulsación con yema, así que las razones que dan y los relatos que ofrecen tuvieron que conocerlos de manera indirecta. Tal vez supieron estos detalles porque se los contase el propio Tárrega o los averiguaron a través de otra fuente.
Sin embargo, hay un alumno de Tárrega que sí estuvo con él en esos años. Se trata de Domingo Prat, y la explicación que nos da sobre la cuestión difiere bastante de lo que cuenta Josefina Robledo y Emilio Pujol, ya que dice que Tárrega tuvo que cortarse las uñas debido a una enfermedad que afectaba a las mismas. La cita de Prat está en el artículo de Adrián, quien después de reproducirla, escribe:
Adrián Rius dijo:
Fue Domingo Prat quien, a través de su Diccionario, se encargó de propagar esta versión y que Pujol la ha considerado toda la vida como una difamación a la memoria de su maestro.
Llama la atención que Pujol se tomase tan "a pecho" que Prat dijese que Tárrega se vio obligado a cambiar la pulsación por una enfermedad de las uñas. Aunque no fuese cierto, parece algo fuerte considerarlo una difamación, esto lo entendemos mejor si tenemos en cuenta que Tárrega hizo que Pujol cambiase su forma de pulsar, ya que cuando conoció a su maestro Pujol tocaba con uñas (
Tárrega. Ensayo biográfico, p. 149). Está claro que Pujol no podía aceptar que le hubiesen obligado a cortarse las uñas y cambiar su forma de pulsación, sin que el mismo Tárrega estuviese totalmente convencido de la bondad del nuevo sistema. Yo opino lo mismo, Tárrega en 1902 y en los años siguientes, cuando transmitió la pulsación sin uñas a sus discípulos, tenía que creer firmemente en que esa era una forma de obtener una mejor sonoridad en la guitarra. Pero esto no descarta, en mi opinión, que -tal como cuenta Prat- Tárrega se hubiese visto obligado en un primer momento a cortarse las uñas por un problema de "fuerza mayor", una enfermedad. Obligado a cambiar su técnica, luego Tárrega descubriría que tras un proceso de adaptación de la yema del dedo (que nos cuenta con todo lujo de detalles Pujol), el sonido resultante estaba más cercano a su ideal sonoro y así se lo enseñó a sus alumnos. Pienso que esto explicaría más convincentemente los sacrificios (y perjuicios económicos) que supuso el cambio a un guitarrista como Tárrega, que durante la mayor parte de su vida se había servido de las uñas de la mano derecha para pulsar las cuerdas de la guitarra.