Fernando Alonso Jaén
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Hasta ahora, todo lo que he hecho han sido guitarras archtop (de jazz), con cuerdas de acero, pero hace tiempo que venía queriendo hacer una guitarra de cuerdas de nylon. Conozco experimentos similares de otros guitarreros, pero son muy pocos los que se han decidido a construir estos híbridos y ninguno (fiable) declara un éxito rotundo. Algunos consideran que pueden ser instrumentos útiles, si bien fuera del repertorio clásico; otros piensan que necesitan construir más instrumentos antes de decidir una línea de trabajo. Hay otras maneras de verlo: por ejemplo, algunas guitarras están pensadas desde el principio para equipar piezos, con lo que deciden evitar la parte acústica.
Mi motivación para este proyecto es doble: por una parte, tengo el lógico interés como guitarrero. Por otra, ya es hora de hacerle una guitarra a mi hija que, a sus diez años, toca cada día mejor.
Siempre me ha gustado partir de las experiencias de otros antes de emprender algo pero, dada la variedad de híbridos en este caso, he decidido tirar por un camino diferente. Pensé que podría intentar partir de algunas de las ideas de Smallman, ya que pueden resultar más sencillas de implementar en una guitarra de tapa tallada. Ya que la tapa es el centro del diseño, empezaré por ella.
Suelo tallar mis tapas y fondos con una máquina CNC, pero el tallado final lo hago a mano. En este caso partí de una tapa arqueada de pícea europea (pinabeto) de 5 mm de grosor, uniforme. El exterior muestra un poco mis intenciones iniciales:
Ya veis que decidí hacer una boca circular, y no efes, más tradicionales en las guitarras de este tipo. Las bocas en el lugar habitual suelen dar mayor sostenimiento que las efes, por lo que lo consideré un requisito de diseño. También decidí hacerla pequeña, para realzar las frecuencias bajas de la caja. El control que algunas de estas cosas ofrecen sobre el tono final es muy limitado, pero no quería tentar a la suerte más de lo que ya estaba haciendo.
La parte delantera de la tapa se inclina hacia adelante en cierto ángulo, que determina el del mástil, ya que el diapasón está encolado a la tapa. Esto no es lo habitual en las guitarras archtop, que suelen tener una “extensión” del mástil, que es parte de él y va entre la tapa y el diapasón. Esta particularidad geométrica hace que la zona exterior de la tapa y el fondo, donde ambos son planos y empiezan a “subir” sean diferentes. La tapa no tiene esa zona plana:
Pero el fondo sí:
El ángulo está calculado para que el puente esté a una altura de unos 20 mm sobre la tapa. Eso ya sería escaso para una guitarra de cuerdas de acero así que una de nylon, con una tensión más baja, tendrá una presión del puente sobre la tapa realmente pequeña. Ésa era mi intención: una tensión simplemente suficiente para evitar que el puente se mueva de su sitio, con objeto de tener una tapa delgada.
Antes de pasar al interior de la tapa, os daré un respiro ahora describiendo la decoración exterior. No quería hacer una roseta al uso, sino que preferí un pequeño detalle con unas flores de nácar blanco y abulón:
Mi idea era hacer un borde de palosanto en la boca en el que “enganchar” ese diseño, de modo que se reforzara el borde y tapara el grano de testa, tan sensible a los cambios de humedad.
Cada pétalo es diferente, y unos van por encima de otros… Al final salió bien usando pinzas, lupa y mucha paciencia, pero en algún momento pensé que no iba a poder sacar aquello adelante, tan complicado y con piezas tan pequeñas.
Como ya mencioné, la tapa tenía un grosor uniforme de 5 mm. La tallé hasta que la zona del aro inferior tuvo un grosor de unos 3 mm, desde la boca al bloque trasero. La zona que va de la boca al bloque delantero apenas la toqué, por razones que quedarán claras en un momento. Una vez la caja esté cerrada, tallaré el exterior si fuera necesario.
En ningún momento rebajé el borde exterior plano de la tapa. Sigue con un grosor de alrededor de 5 mm, por lo que es una zona más rígida. Esa parte de la tapa forma lo que en el diseño de Smallman sería el anillo exterior de refuerzo, que compensa parte de los esfuerzos de compresión sobre la caja:
La ventaja de una archtop es que esa zona puede conseguirse sin necesidad de una pieza adicional, como en el diseño de Smallman. No es lo mismo, pero la idea es similar.
Otra particularidad del diseño de Smallman es que la zona delantera (desde la boca al bloque delantero) es muy rígida, ya que está pensada para contener la compresión principalmente longitudinal, liberando de esfuerzos lo más posible a la zona vibrante de la tapa, que tiene ese enrejado de varetas endebles. (Esa guitarra no es una Smallman, sino una versión de Dave Schramm basada en las ideas de Smallman; si lo fuera, esas varetas deberían tener un añadido de fibra de carbono y estarían hechas de madera de balsa). El último detalle es esos refuerzos tan gruesos que, de nuevo, intentan luchar contra la compresión longitudinal de la caja.
Habría mucho más que contar, pero se podría resumir diciendo que el diseño de Smallman parte de una tapa muy ligera y flexible en una caja muy rígida. Resultan guitarras muy pesadas, pero con un volumen sonoro muy elevado; sin embargo, sus críticos, que son muchos, destacan el tono similar al de los banjos. Dicho esto, ¿por qué sigo con la idea de partir de un diseño tan polémico? Bueno, lo cierto es que creo que las archtops se adaptan de manera muy natural a estas ideas, que así resultan más integradas y algo menos exóticas.
A pesar de haber dejado la zona delantera (desde la boca al bloque delantero) en su grosor inicial de 5 mm, noté que no era excesivamente fuerte en compresión, muy posiblemente debido a la boca. Por ello, decidí colocar unas varetas entre el bloque delantero y el anillo exterior de refuerzo que forma el borde de la tapa. De paso, os muestro el interior de la tapa, poco convencional:
Las varetas cortas son gruesas, como corresponde a las estructuras que funcionan en compresión. Las estructuras que funcionan en tensión pueden hacerse mucho más ligeras, y ahí está el detalle de las varetas en el aire de la foto, que paso a comentar.
En las guitarras archtop la tensión de las cuerdas origina una serie de tensiones y compresiones que es posible separar conceptualmente:
• En primer lugar existe una componente longitudinal:
Simplificando un tanto, la caja se ve comprimida longitudinalmente en su parte superior, la tapa. Los esfuerzos en el resto de la caja no resultarían más sencillos de analizar, pero podrían simplificarse reduciéndolos a una tensión longitudinal en la zona inferior (aros y fondo).
• En segundo lugar existe una componente vertical, que también he mencionado anteriormente:
Simplificando de nuevo, el efecto más notorio es que la tapa se ve comprimida verticalmente por el puente. También de manera muy simplificada los esfuerzos sobre la cejuela y el cordal son los que se muestran, y finalmente se traducirán en más compresión longitudinal en la tapa y más tensión longitudinal en el fondo.
De lo dicho vemos que la tapa está sometida a esfuerzos de compresión longitudinal y vertical. Por eso Smallman hace el mencionado anillo de refuerzo, que complementa con las gruesas barras entre los aros y el bloque trasero. La zona delantera, entre la boca y el bloque delantero, sólo cuenta con el anillo.
En mi tapa, el borde y las varetas a los lados de la boca se hacen cargo de los esfuerzos de compresión longitudinal. Puedo considerar que el centro de la tapa en la zona del aro inferior está libre de esfuerzos de compresión; si no lo estuviera, será un problema a resolver más adelante, cuando una la tapa con los aros, usando quizá algo similar a las gruesas barras de las Smallman (no me parece una solución elegante, así que ojalá no tenga que hacerlo).
Tener la zona central de la tapa libre de compresión longitudinal no evita que se deforme e incluso colapse debido a la segunda componente, la compresión vertical. Para equilibrar esta fuerza, lo más normal hubiera sido poner unas varetas como llevan prácticamente todas las archtop, bien paralelas o bien en X. Sin embargo, lo que he hecho es compensar esa compresión vertical mediante una tensión horizontal, aprovechando el arco de la tapa. Las varetas de las guitarras habituales tienen el plano neutro en su interior, de manera que trabajan tanto en tensión como en compresión. En este otro esquema trabajan exclusivamente en tensión, ya que el plano neutro está en el aire, en el espacio que deja el arco de la tapa. Este cambio hace posible que puedan tener una masa muy pequeña, porque la madera en tensión es mucho más fuerte que en compresión. En la foto se ven de un grosor excesivo, pero cuando encole la tapa a los aros y vea su resistencia seguramente las rebajaré mucho. Por otra parte, el peligro del pandeo, asociado a los miembros en compresión, queda eliminado. El precio a pagar es que las fijaciones de los extremos han de ser muy fiables y resistentes, y ese temor es el que me ha hecho hacer su superficie de contacto con la tapa más larga de lo que hubiera deseado. Esta guitarra es una primera aproximación a esta manera de construir; ya veré más adelante qué puedo mejorar.
Como se ve en la foto, he usado un bajopuente. El motivo es que decidí que el puente fuera a la manera de las archtop, en las que no se encola sino que va sujeto únicamente por la presión de las cuerdas. La rigidez longitudinal de la tapa es más que suficiente con las varetas voladizas en tensión que he explicado, pero quedaba una componente transversal que sólo podría corregir un puente encolado. Esa componente se ve acrecentada por las características de la madera, que muestra una gran flexibilidad transversalmente a la veta. ¿Por qué no decidí mejor encolar el puente a la tapa? Bueno, tenía que hacerlo de una de las dos maneras, y me pareció que un puente ajustable en entonación era un beneficio en otras partes de la construcción. Ya iremos viendo.
(Continuará)
Mi motivación para este proyecto es doble: por una parte, tengo el lógico interés como guitarrero. Por otra, ya es hora de hacerle una guitarra a mi hija que, a sus diez años, toca cada día mejor.
Siempre me ha gustado partir de las experiencias de otros antes de emprender algo pero, dada la variedad de híbridos en este caso, he decidido tirar por un camino diferente. Pensé que podría intentar partir de algunas de las ideas de Smallman, ya que pueden resultar más sencillas de implementar en una guitarra de tapa tallada. Ya que la tapa es el centro del diseño, empezaré por ella.
Suelo tallar mis tapas y fondos con una máquina CNC, pero el tallado final lo hago a mano. En este caso partí de una tapa arqueada de pícea europea (pinabeto) de 5 mm de grosor, uniforme. El exterior muestra un poco mis intenciones iniciales:

Ya veis que decidí hacer una boca circular, y no efes, más tradicionales en las guitarras de este tipo. Las bocas en el lugar habitual suelen dar mayor sostenimiento que las efes, por lo que lo consideré un requisito de diseño. También decidí hacerla pequeña, para realzar las frecuencias bajas de la caja. El control que algunas de estas cosas ofrecen sobre el tono final es muy limitado, pero no quería tentar a la suerte más de lo que ya estaba haciendo.
La parte delantera de la tapa se inclina hacia adelante en cierto ángulo, que determina el del mástil, ya que el diapasón está encolado a la tapa. Esto no es lo habitual en las guitarras archtop, que suelen tener una “extensión” del mástil, que es parte de él y va entre la tapa y el diapasón. Esta particularidad geométrica hace que la zona exterior de la tapa y el fondo, donde ambos son planos y empiezan a “subir” sean diferentes. La tapa no tiene esa zona plana:

Pero el fondo sí:

El ángulo está calculado para que el puente esté a una altura de unos 20 mm sobre la tapa. Eso ya sería escaso para una guitarra de cuerdas de acero así que una de nylon, con una tensión más baja, tendrá una presión del puente sobre la tapa realmente pequeña. Ésa era mi intención: una tensión simplemente suficiente para evitar que el puente se mueva de su sitio, con objeto de tener una tapa delgada.
Antes de pasar al interior de la tapa, os daré un respiro ahora describiendo la decoración exterior. No quería hacer una roseta al uso, sino que preferí un pequeño detalle con unas flores de nácar blanco y abulón:

Mi idea era hacer un borde de palosanto en la boca en el que “enganchar” ese diseño, de modo que se reforzara el borde y tapara el grano de testa, tan sensible a los cambios de humedad.
Cada pétalo es diferente, y unos van por encima de otros… Al final salió bien usando pinzas, lupa y mucha paciencia, pero en algún momento pensé que no iba a poder sacar aquello adelante, tan complicado y con piezas tan pequeñas.
Como ya mencioné, la tapa tenía un grosor uniforme de 5 mm. La tallé hasta que la zona del aro inferior tuvo un grosor de unos 3 mm, desde la boca al bloque trasero. La zona que va de la boca al bloque delantero apenas la toqué, por razones que quedarán claras en un momento. Una vez la caja esté cerrada, tallaré el exterior si fuera necesario.
En ningún momento rebajé el borde exterior plano de la tapa. Sigue con un grosor de alrededor de 5 mm, por lo que es una zona más rígida. Esa parte de la tapa forma lo que en el diseño de Smallman sería el anillo exterior de refuerzo, que compensa parte de los esfuerzos de compresión sobre la caja:

La ventaja de una archtop es que esa zona puede conseguirse sin necesidad de una pieza adicional, como en el diseño de Smallman. No es lo mismo, pero la idea es similar.
Otra particularidad del diseño de Smallman es que la zona delantera (desde la boca al bloque delantero) es muy rígida, ya que está pensada para contener la compresión principalmente longitudinal, liberando de esfuerzos lo más posible a la zona vibrante de la tapa, que tiene ese enrejado de varetas endebles. (Esa guitarra no es una Smallman, sino una versión de Dave Schramm basada en las ideas de Smallman; si lo fuera, esas varetas deberían tener un añadido de fibra de carbono y estarían hechas de madera de balsa). El último detalle es esos refuerzos tan gruesos que, de nuevo, intentan luchar contra la compresión longitudinal de la caja.
Habría mucho más que contar, pero se podría resumir diciendo que el diseño de Smallman parte de una tapa muy ligera y flexible en una caja muy rígida. Resultan guitarras muy pesadas, pero con un volumen sonoro muy elevado; sin embargo, sus críticos, que son muchos, destacan el tono similar al de los banjos. Dicho esto, ¿por qué sigo con la idea de partir de un diseño tan polémico? Bueno, lo cierto es que creo que las archtops se adaptan de manera muy natural a estas ideas, que así resultan más integradas y algo menos exóticas.
A pesar de haber dejado la zona delantera (desde la boca al bloque delantero) en su grosor inicial de 5 mm, noté que no era excesivamente fuerte en compresión, muy posiblemente debido a la boca. Por ello, decidí colocar unas varetas entre el bloque delantero y el anillo exterior de refuerzo que forma el borde de la tapa. De paso, os muestro el interior de la tapa, poco convencional:

Las varetas cortas son gruesas, como corresponde a las estructuras que funcionan en compresión. Las estructuras que funcionan en tensión pueden hacerse mucho más ligeras, y ahí está el detalle de las varetas en el aire de la foto, que paso a comentar.
En las guitarras archtop la tensión de las cuerdas origina una serie de tensiones y compresiones que es posible separar conceptualmente:
• En primer lugar existe una componente longitudinal:

Simplificando un tanto, la caja se ve comprimida longitudinalmente en su parte superior, la tapa. Los esfuerzos en el resto de la caja no resultarían más sencillos de analizar, pero podrían simplificarse reduciéndolos a una tensión longitudinal en la zona inferior (aros y fondo).
• En segundo lugar existe una componente vertical, que también he mencionado anteriormente:

Simplificando de nuevo, el efecto más notorio es que la tapa se ve comprimida verticalmente por el puente. También de manera muy simplificada los esfuerzos sobre la cejuela y el cordal son los que se muestran, y finalmente se traducirán en más compresión longitudinal en la tapa y más tensión longitudinal en el fondo.
De lo dicho vemos que la tapa está sometida a esfuerzos de compresión longitudinal y vertical. Por eso Smallman hace el mencionado anillo de refuerzo, que complementa con las gruesas barras entre los aros y el bloque trasero. La zona delantera, entre la boca y el bloque delantero, sólo cuenta con el anillo.
En mi tapa, el borde y las varetas a los lados de la boca se hacen cargo de los esfuerzos de compresión longitudinal. Puedo considerar que el centro de la tapa en la zona del aro inferior está libre de esfuerzos de compresión; si no lo estuviera, será un problema a resolver más adelante, cuando una la tapa con los aros, usando quizá algo similar a las gruesas barras de las Smallman (no me parece una solución elegante, así que ojalá no tenga que hacerlo).
Tener la zona central de la tapa libre de compresión longitudinal no evita que se deforme e incluso colapse debido a la segunda componente, la compresión vertical. Para equilibrar esta fuerza, lo más normal hubiera sido poner unas varetas como llevan prácticamente todas las archtop, bien paralelas o bien en X. Sin embargo, lo que he hecho es compensar esa compresión vertical mediante una tensión horizontal, aprovechando el arco de la tapa. Las varetas de las guitarras habituales tienen el plano neutro en su interior, de manera que trabajan tanto en tensión como en compresión. En este otro esquema trabajan exclusivamente en tensión, ya que el plano neutro está en el aire, en el espacio que deja el arco de la tapa. Este cambio hace posible que puedan tener una masa muy pequeña, porque la madera en tensión es mucho más fuerte que en compresión. En la foto se ven de un grosor excesivo, pero cuando encole la tapa a los aros y vea su resistencia seguramente las rebajaré mucho. Por otra parte, el peligro del pandeo, asociado a los miembros en compresión, queda eliminado. El precio a pagar es que las fijaciones de los extremos han de ser muy fiables y resistentes, y ese temor es el que me ha hecho hacer su superficie de contacto con la tapa más larga de lo que hubiera deseado. Esta guitarra es una primera aproximación a esta manera de construir; ya veré más adelante qué puedo mejorar.
Como se ve en la foto, he usado un bajopuente. El motivo es que decidí que el puente fuera a la manera de las archtop, en las que no se encola sino que va sujeto únicamente por la presión de las cuerdas. La rigidez longitudinal de la tapa es más que suficiente con las varetas voladizas en tensión que he explicado, pero quedaba una componente transversal que sólo podría corregir un puente encolado. Esa componente se ve acrecentada por las características de la madera, que muestra una gran flexibilidad transversalmente a la veta. ¿Por qué no decidí mejor encolar el puente a la tapa? Bueno, tenía que hacerlo de una de las dos maneras, y me pareció que un puente ajustable en entonación era un beneficio en otras partes de la construcción. Ya iremos viendo.
(Continuará)