Sr. Salinas:
Tampoco a mi me gusta el modo que tiene usted de dirigirse a mí. No sé bien ni me importa lo más mínimo lo que entienda usted por “aporrear con saña” cuando se trata de esclarecer conceptos y de mostrar, tras haberlas sometido a un riguroso examen, la impropiedad de ciertas afirmaciones y/o acusaciones vanas y la precariedad argumentativa de quien las divulga. Lo que sí sé es que no voy a perder más tiempo con usted, ni tampoco en este foro, en lo venidero. Aún así, me parecen esenciales algunas puntualizaciones. Primera: indicar que la investigación crítica no puede basarse en ideas inconsistentes constituye, antes que ninguna otra cosa y a mi entender, un pleonasmo. Segunda: definir un ensayo como divulgativo equivale, simplemente, a determinar su género; el libro del Sr. Ramos pertenece a dicho género (que reúne desde luego trabajos muy distintos, unos mejores y otros peores) en la medida en que su aparato crítico no abunda en discusiones con otros estudiosos, siendo esta última, inversamente, una de las características formales de los ensayos académicos o especializados; de ahí, por ejemplo, que sus páginas iniciales, dedicadas a los antecedentes de la guitarra (si queremos llamarlos así) en determinadas culturas orientales, se contenten con aludir a la diversidad de los juicios formulados a tal respecto por los especialistas sin mencionar éstos ni sus respectivas fuentes. Tercera: veo una vez más, no sin cierta desolación, que éstas y otras distinciones de uso corriente en la investigación histórica y el análisis conceptual carecen, al parecer, de interés en este foro (a su respuesta me remito). Cuarta: aparte de cuanto he apuntado anteriormente acerca de las ideas publicadas por el Sr. Ramos (¿se concederá que toda idea hecha pública por su autor está expuesta por su propia naturaleza a la discusión?, ¿o esto únicamente ha de valer para las de mi padre?), aparte de todo ello, repito, he, simplemente, respondido al Sr. Ramos en mi último mensaje a propósito de tres cuestiones suscitadas (he ahí un pequeño detalle que al parecer se le escapa a usted) no por mí sino por él: un imaginario duelo, la adopción de posibles acciones legales, y el supuesto juicio que yo habría vertido (dónde es un enigma) sobre sus intenciones; a lo primero he contestado con ironía; a lo segundo, con decisión; y a lo tercero, con displicencia. Quinta: el hecho de que usted y otros moderadores hayan lamentado mis últimas intervenciones con mayor convicción crítica de la que han mostrado frente a los rumores difundidos acerca de las ideas políticas de mi padre (sobre los que en su momento no se pronunciaron); frente a la vil injuria que le ha dedicado más recientemente el Sr. Zigler (pidiendo a éste que tuviera a bien documentar sus palabras, sí, pero discutiendo también, simultáneamente, la actitud de fondo de quien llamó la atención en el foro sobre la gravedad de las mismas); así como frente a quienes han opinado, como por ejemplo el Sr. Ramos, que el asunto tampoco era para tanto (ante lo cual su silencio es manifiesto); y, en fin, frente a las reiteradas provocaciones de este último (a quien, a lo sumo, le han pedido en una ocasión que no sacara las cosas de quicio); todo ello me hace tener la impresión, como ya he dicho, de que la respuesta a tales hechos, de quererse ella contundente, es menos apreciada en este foro que la calumnia, la provocación y las opiniones sesgadas y/o gratuitas. Sexta: que esta afirmación mía (¡no tanto ya parecer cuanto certeza tras su respuesta!) le lleve a usted, como le ha llevado, a acusarme de calumnia (¡lo cual es inaudito!), sólo puede explicarse por dos razones: o bien porque de la expresión “apreciar menos” deduce usted que lo que no cae bajo ella ha de ser entonces y por el contrario “apreciado” (deducción nuevamente gratuita, dado que “apreciar menos” una cosa que otra no significa que ésta última no pueda parecer asimismo “despreciable”, bien que, bajo tales o cuales condiciones, “no tanto” como la primera); o bien porque, de todos modos, me niega usted el derecho no ya a exponer didácticamente determinados argumentos (esta vez sí, la secuencia lógica es excluyente), sino a defenderme (o a defender la memoria de mi padre) con ellos cuando lo crea indispensable.
Pues bien, como quiera que no pienso renunciar a ese inviolable derecho, y dado asimismo que considero imposible pensar o discutir información alguna prescindiendo de un mínimo rigor terminológico, lógico e interpretativo, daré por definitivamente concluida con estas líneas, como ya he señalado, mi participación en el foro de guitarra.artelinkado.com. Debo, eso sí, añadir tres puntualizaciones a título final. Primera: mi equivocación (tal vez no la única, pero sin duda la más notoria) consiste en haber supuesto que el foro de guitarra.artelinkado.com tenía como finalidad el intercambio de información rigurosa acerca del mundo de la guitarra y que dicho intercambio no se hallaba sometido, explícita o implícitamente, a las directrices fijadas en la prensa rosa y amarilla, que, desde luego, nada han de ver con las que corresponden a la discusión intelectual, la cual debe estar, forzosamente, presidida en todo momento por el rigor. Segunda: aun juzgando innecesaria y contraproducente, por lo mismo, mi participación en él de aquí en adelante, tendré muy en cuenta todas aquellas posibles intervenciones que, en lo sucesivo, me parezcan susceptibles de atentar contra la verdad de las cosas en lo que concierne a mi padre y a su quehacer artístico; no toleraré ninguna mentira a este respecto, en primer lugar, porque mi padre no está ya en este mundo para defenderse de acusaciones sin fundamento; y, en segundo lugar, porque soy su hijo (piensen ustedes en qué es lo que harían si se tratase de sus padres y quizá comprenderán mi innegociable actitud). Tercera: por todo ello, tomaré buena nota de cuanto se diga acerca de mi padre en este foro, reiterando, para terminar, la advertencia ya formulada en mis anteriores mensajes por medio del siguiente texto, que mi madre y yo hemos decidido incluir a día de hoy en el foro de guitarra.artelinkado.com en la confianza de que su contenido contribuirá, tal vez, a evitar futuros despropósitos y que se publiquen calumnias tan miserables como la divulgada en él por el Sr. Zigler.
“Las declaraciones realizadas por el Sr. Zigler en este foro acerca de Andrés Segovia y los preludios de Villa-Lobos constituyen no sólo una muy grave imputación carente de pruebas y radicalmente falsa en cuanto a su contenido, sino también una vergonzosa injuria de alcance legal. Dado que el Sr. Zigler ha tenido a bien disculparse y retractarse de sus palabras, no procederemos legalmente contra él, pero rogamos mayor cautela, a él y en general a los participantes en el foro de guitarra.artelinkado.com, en lo sucesivo. De lo contrario, nos veremos obligados a tomar contra tales personas las medidas legales que estimemos oportunas. Y lo haremos de manera implacable, sin aguardar, como en este caso, a que tenga lugar rectificación alguna. Sirva también esta advertencia para los responsables del foro, a quines consideraremos de aquí en adelante responsables de todo lo que, publicado en él por cualquiera de sus moderadores, usuarios o visitantes, permanezca en él abierto a su lectura pública una vez transcurrida una hora tras su publicación”.
Emilia de Segovia
Carlos A. Segovia
Atentamente,