Algunos datos y reflexiones sobre la biografía de Andrés Segovia

Estado
Cerrado para nuevas respuestas.

Israel Jaime

Administrador
Miembro del equipo
<img src="https://guitarra.artepulsado.com/gifsyfo/noticias/reflexiones_segovia.jpg" border="1" align="right" style="margin-right: 5px;">Queridos amigos, me place comunicaros la aparición en esta página de un nuevo artículo de Carlos A. Segovia, hijo del maestro Andrés Segovia y Doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid.

En el artículo se tratan diversos puntos sobre la persona de Andrés Segovia y las circunstancias políticas e ideológicas que, dada la época en que le tocó vivir, rodearon al maestro.

Este tema se había tocado brevemente en este hilo del foro, lo que podrá promover un interesante debate en el que descubramos algunos aspectos nuevos.

El artículo se puede consultar en el siguiente enlace: Algunos datos y reflexiones sobre la biografía de Andrés Segovia, su formación intelectual y sus ideas políticas.

La aparición de este artículo constituye otra de las importantes novedades que os tenemos preparadas con motivo de nuestro 5º aniversario, que espero que estéis disfrutando tanto como nosotros.

Desde el equipo de guitarra.artelinkado, agradecemos al autor el envío de este artículo para su publicación en nuestra página web.

Un abrazo.
 
Re: Algunos apuntes y reflexiones sobre la persona de Andrés Segovia

Israel dijo:

Este articulo contiene un dato que no es exactamente correcto. Carlos Segovia dice:

"...¿cómo podría haber realizado mi padre dos giras, la segunda de ellas en 1936 y durante dos meses, por la U.R.S.S.? ..."

Por supuesto, Segovia hizo cuatro giras en la Unión Soviética. La primera en 1926, la segunda un año después en 1927, le tercera en 1930 y la última en Mayo de 1936. La información sobre esos hechos está documentada por Miron Vaisbord en su dos biografías (en ruso) de Andres Segovia. Yo escribí una critica de la primera biografía de Vaisbord en Soundboard en 1982. La segunda, de 1989, no merece ser criticada. Lo que es importante en los escritos de Vaisbord no son sus opiniones y su utilización del acostumbrado lenguaje de la propaganda leninista-marxista, sino los datos exactos de esas giras, fechas y lugares de conciertos, críticas de conciertos en los diarios soviéticos, y opiniones publicadas por otros, como, por ejemplo, el gran musicólogo y compositor sovietico Boris Asafiev.

La cuestión más interesante aquí es el porqué Segovia nunca volvió a la URSS después de 1936.
 
Re: Algunos apuntes y reflexiones sobre la persona de Andrés Segovia

Matanya Ophee dijo:
Este articulo contiene un dato que no es exactamente correcto. Carlos Segovia dice:

"...¿cómo podría haber realizado mi padre dos giras, la segunda de ellas en 1936 y durante dos meses, por la U.R.S.S.? ..."

Por supuesto, Segovia hizo cuatro giras en la Union Sovietica. La primera en 1926, la segunda un año despues en 1927, le tercera en 1930 y la ultima en Mayo de 1936.
La cuestion mas interesante aqui es el porque Segovia nunca volvió a la URSS despues de 1936.

El artículo parece muy bien documentado. Resulta extraño que Carlos Andrés Segovia ignorara esos datos.


SAlud
 
Re: Algunos apuntes y reflexiones sobre la persona de Andrés Segovia

Joaquim Salinas dijo:
El artículo parece muy bien documentado. Resulta extraño que Carlos Andrés Segovia ignorara esos datos.


SAlud

No es extrano, porqué Carlos Andrés nunca se ha planteado el proposito di escribir una cronologia de la vida y de la carrera del maestro su padre, sino el proposito - mucho mas pertinente a su categoria de estudioso - de interpretar la figura de Segovia en sentido filosofico. Claro que un exacto conocimiento de los eventos historicos es imprescindible para fundar una interpretacion, pero en este caso especifico, el hecho que Segovia haya visitado URSS no dos veces solamente, como Carlos Andrés escribe, sino cuatro - y es verdad lo que dice Matanya, que en su conocimiento de los hechos nunca se equivoca - no solamente conferma, sino avalora aun mas, la tesis del interprete: es decir, si Segovia hubiera sido politicamente orientado a la derecha nacionalista, que luego exploto en el levantamiento militar, como habria podido ser huesped calurosamente acogido en un regime sovietico, endonde la policia se enteraba de todo y de todos, y endonde un extranjero filofascista seguramente no habria sido admitido? Cuatro veces, aun mas evidente!

El comentario desasosiegado que Segovia hace a Ponce de los hechos de Espana nos revela la angustia de un hombre - un ciudadano, un artista, un jefe de familia - que habia perdido confianza en las instituciones que habian governado a su pais, endonde, segun su directa y dolorosa experiencia, cualquier delincuente se podia titular de hombre politico y arreglar sus cuentas personales con una motivacion politica. El ensayo de Carlos Andrés nos demuestra cual habia sido la matriz cultural en que Segovia habia formado y desarrollado su pensamiento hacia todo lo que era publico: el sentido del estado, de la res publica y de su governo, del orden social, y nos permite comprender como el maestro llego a reacionar a los hechos que casi destrozaron su vida al comienzo de la guerra civil. Comprender el como, no significa ni aprobarlo ni desaprobarlo, significa sencillamente colocarse mas alla de la linea grosera que acusa Segovia de haber sido antisemita!

AG
 
Última edición:
Re: Algunos apuntes y reflexiones sobre la persona de Andrés Segovia

Angelo Gilardino dijo:
[...] si Segovia hubiera sido politicamente orientado a la derecha nacionalista, que luego exploto en el levantamiento militar, como habria podido ser huesped calurosamente acogido en un regime sovietico, endonde la policia se enteraba de todo y de todos, y endonde un extranjero filofascista seguramente no habria sido admitido? Cuatro veces, aun mas evidente!

Amigo Angelo,

No sé qué ideas políticas tenía Segovia en la época que viajó a Rusia, pero si la carta que escribió a Sophocles Papas no es una falsificación, creo que se puede ver por donde iban sus simpatías en 1939.

El 8 de marzo de 1939, Andrés Segovia escribió desde Montevideo una carta a su amigo Sophocles Papas, que termina así (en mi traducción, al final el original inglés):

La guerra en España está casi ganada, ¡con la victoria de nuestros ideales! No puedo terminar esta carta sin poner por escrito, en español, nuestro grito nacionalista: ¡Arriba España! [en castellano].

Tuyo.

[firmado] Segovia


ORIGINAL EN INGLÉS


The war in Spain is almost won, with the victory of our ideals! I cannot finish this letter without setting down, in Spanish, our Nationalist cry: ¡Arriba España!

Yours,

[signed] Segovia


Elisabeth Papas Smith: Sophocles Papas: The Guitar, His Life, Chapel Hill: Columbia Music Company, 1998:124.
 
Agradezco al Sr. Ophee su puntualización acerca del número de giras realizadas a la U.R.S.S. por mi padre. Mi documentación registra únicamente dos: la de 1926 y la de 1936. Tratándose, como es el caso, de una vida tan larga y poblada de acontecimientos y datos, las informaciones sobre los cuales quiérense a menudo y por lo demás dispersas, toda reconstrucción biográfica exige una paciencia casi infinita solidaria de la necesidad de revisar una y otra vez los hechos en los que ella pueda apoyarse.

Pero pasemos a considerar la que el Sr. Ophee destaca como “la cuestión más interesante”. La razón principal que impulsó a mi padre a no regresar con posterioridad a 1936 a la U.R.S.S. es perfectamente deducible de cuanto he expuesto: mi padre decidió rehacer su vida en América del Sur y después en América del Norte tras estallar la Guerra Civil Española, y sólo regresó a Europa al término de la IIª Guerra Mundial; si, a partir de 1945, no volvió a viajar a la U.R.S.S., fue debido a que los trágicos acontecimientos vividos en Barcelona en 1936 dejaron una profunda huella en él: la violencia con que los milicianos comunistas irrumpieron en su casa y la saquearon, la comprensión de que la propia extrema izquierda española era responsable del derrumbamiento del gobierno republicano (tanto o más que los militares que se sublevaron contra lo poco que quedaba ya de éste, opinión compartida entre otros por Madariaga) y la certeza de que la acción política de los revolucionarios obedecía en buena medida a consignas dictadas desde la U.R.S.S. (cuya instrumentalización de la IIª República tenía un único fin: la implantación en España de la dictadura del proletariado), hicieron que, en lo sucesivo, mi padre no quisiera saber nada de un país cuya política exterior había contribuido a suscitar tan enérgicamente, a su juicio, el drama español del 36, si bien no dejó por ello de mantener contacto, a lo largo de su vida, con ciertos profesores rusos a quienes había conocido en la U.R.S.S. Es esto, y, paralelamente, el hecho de que el comunismo representara para él una amenaza contra el liberalismo y del europeísmo de los que siempre hizo gala, lo que explica su declarado anticomunismo, que absurdo sería negar, desde luego, pero que, obviamente, no daba en convertirlo en un “reaccionario” más que ojos de ciertos intelectuales, críticos y/o militantes prosoviéticos. Y ello explica también, creo, el hecho de que mi padre no viajara nunca a la República Popular China, siendo así que había visitado la China todavía imperial en 1929. Con posterioridad a 1936, su vida artística y académica discurrió principal aunque no exclusivamente, así pues, entre Europa Occidental y América.

Respecto de la carta a S. Papas de marzo de 1939 citada por el Sr. Jimeno, agradecería a éste que por favor precisara si lo que el libro reproduce es un manuscrito o una versión mecanografiada. Daré a este respecto una información suplementaria: la existencia de una carta dirigida a un mando militar franquista que por fortuna mi padre no llegó nunca a enviar (repárese en ello) y en la que da él a su apoyo a la causa “nacional” (carta conservada en el archivo del Sr. López Poveda). ¿Luego entonces?, se preguntará el lector. Veamos. Pongámonos en la piel de quien vive los acontecimientos anteriormente descritos. Si el comunismo representaba a su entender no la única pero sí la principal amenaza, y a decir verdad no solamente una amenaza sino la causa en última instancia de lo sucedido, es evidente que cualquier intento por frenar su avance hubo de ser recibido por mi padre con, como poco, alivio. Y es por otra parte comprensible, dada la gravedad de la situación, que éste pudiera ser vivido por él con cierto entusiasmo no exento pese a todo de contradicciones (redacción de una carta que finalmente no se envía, declaraciones contradictorias, etc.): las que corresponden, cabe pensar, no sólo a la complejidad misma de los hechos (un mal menor puede aparecer como un bien en ciertos casos, y, en consecuencia, perderse de vista, en todo o en parte, la línea de demarcación existente entre lo oportuno, lo conveniente y lo inevitable), sino también y en no menor medida las que corresponden al psiquismo, en ningún caso unívoco, de toda persona. ¿O es que se pretende medir las vivencias, los pensamientos y las reacciones emocionales de ésta como acudimos por ejemplo hoy a la compra en cualquier supermercado, donde todo aparece expuesto/dispuesto para que lo consumamos con su etiqueta correspondiente? Vuelve a parecerme que lo esencial consiste, en efecto (coincido como siempre con el maestro Gilardino, a quien agradezco sus palabras y, sobre todo, su lucidez y su capacidad de análisis), en interpretar los hechos conforme a su sentido, alcance y contexto, y no simplemente en enumerarlos. Y es eso lo que me proponía en mi artículo, cuyos términos, así pues, mantengo. Permítaseme para terminar, por tanto, reclamar una vez más la atención del lector sobre el mismo: “En vano cabría invocar […] los términos sin duda contundentes, extraordinariamente críticos para con los excesos cometidos por la izquierda revolucionaria española […] consignados por mi padre en su carta a Manuel Ponce de 1937 […] u otros [términos] parecidos […] para hacer de mi padre […] alguien próximo, de un modo u otro, al franquismo”. Cualesquiera que sean tales términos, que, repito, indispensable es interpretar para comprenderlos.
 
Última edición:
Re: Algunos apuntes y reflexiones sobre la persona de Andrés Segovia

Julio Gimeno dijo:
Amigo Angelo,

No sé qué ideas políticas tenía Segovia en la época que viajó a Rusia, pero si la carta que escribió a Sophocles Papas no es una falsificación, creo que se puede ver por donde iban sus simpatías en 1939.

El 8 de marzo de 1939, Andrés Segovia escribió desde Montevideo una carta a su amigo Sophocles Papas, que termina así (en mi traducción, al final el original inglés):

La guerra en España está casi ganada, ¡con la victoria de nuestros ideales! No puedo terminar esta carta sin poner por escrito, en español, nuestro grito nacionalista: ¡Arriba España! [en castellano].

Tuyo.

[firmado] Segovia

Giulio, que el maestro Segovia inclinara hacia Franco, no es nada nuevo y, antes de haberlo confiado tan entusiasticamente a Papas, el ya lo habia declarado a Ponce, por lo menos un año antes, en la famosa carta con el cuento de su salida de Barcelona y de los eventos que la precedieron. El punto, historicamente hablando, no esta mas de saber donde se colocaban las simpatias de Segovia, sino - y este es el sentido de la busqueda historica, si no fuera asi nos seria suficiente la cronica - de comprender como se habian formado, en relacion y dependencia de cuales eventos, y por cual recorrido de conciencia: el trauma de verse amenazado y despojado de todos los bienes no ayuda mucho a hacer escogidas politicamente depuradas ni, frente al espectaculo del desorden y del caos, al ciudadano que tiene que huirse de su hogar se puede preguntar de tener una vision politicamente equilibrada como la que podemos tener nosotros hoy en dia respeto a aquellos sucesos (otro seria el tema si hablariamos del presente, respeto al cual estamos divididos y desorientados no menos de cuanto lo fueron nuestros antepasados respeto a sus presentes). Hoy en dia no se trata de juzgar si Segovia hizo la escogida politicamente mas sabia, sino como y porqué se formaron sus convencimientos.
Y creo que el ensayo de Carlos en este sentido sea un documento de gran fuerza y claridad.

Me parece, en conclusion, que muy pocas fueron las inteligencias que, en aquella epoca, conseguiron formarse una vision correcta de lo que estaba pasando. Federico Garcia Lorca - hombre de letras que tenia una vision de los hechos espanoles mucho mas directa y testimonial de la que tenia Segovia: el poeta muy poco de desplazaba al extranjero, trabajava en un contacto diario con el pueblo espanol y bien conocia personalmente a todos los politicos del momento, de ambos los bandos - cuando fue el momento de decidir lo que tenia que hacer, hizo la cosa mas estupida: se precipito en la boca del lobo, y le costo la vida. No lo juzgamos, porque comprendemos su situacion momentanea, sus emociones, sus miedos, verdad? y le damos nuestra simpatia precisamente porqué lo comprendemos, no porque aprobamos sus escogidas. Lo mismo tenemos que hacer con Segovia, creo.

AG
 
Otro dato de interés: acabo de encontrar en mi archivo una imagen de una visita de mi padre a la República Democrática Alemana en los años 60 en la que aparece él frente a un conocido monumento (se trata de una fotografía, digamos, "turística") en cuya parte superior figuran la hoz y el martillo, si bien no logro adjuntarla a este mensaje; si algún moderador tiene a bien informarme de cómo hacerlo, la incluiré en uno próximo.

Y algunas precisiones relacionadas con todo lo ya dicho hasta aquí.

1) Habría tal vez que preguntarse en qué medida la U.R.S.S., durante la guerra fría, podía ofrecer a un artista no filosoviético, incluso de la talla de mi padre, la posibilidad de dar un concierto sin, en un sentido u otro, politizarlo (garantía, ésta, que mi padre, en su correspondencia con Ponce, reconoce existía a finales de los años 20 y principios de los 30).

2) Sería de desear asimismo que la dramática historia vivida por los españoles durante el siglo XX (lo he sugerido ya) no fuera grosera y sistemáticamente banalizada; la amistad de Lorca con los Rosales y cuanto éstos hicieron por evitar el trágico desenlace de su vida puede ser un buen ejemplo de lo que digo: uno entre muchos, sin duda, a los cuales se suma desde luego la actitud de mi padre en 1936-1939 y durante los difíciles años que precedieron y siguieron a la Guerra Civil española.

3) La supuesta necesidad de justificar ideas sociales o políticas no coincidentes con las del comunismo soviético es, sencillamente, inaceptable fuera de los círculos prosoviéticos que puedan, aún hoy, quedar en nuestro mundo; y, sin embargo, diríase que ha perdurado en en nuestro inconsciente colectivo; ¿llegaremos alguna vez a desembarazarnos de tan tamproso sortilegio?
 
Última edición:
Carlos A. Segovia dijo:
Respecto de la carta a S. Papas de marzo de 1939 citada por el Sr. Jimeno, agradecería a éste que por favor precisara si lo que el libro reproduce es un manuscrito o una versión mecanografiada.

Estimado Sr. Carlos A. Segovia,

El libro de Elisabeth Papas es una biografía de su padre, el guitarrista Sophocles Papas (1893-1986). Al final del libro hay varios apéndices con la correspondencia entre John W. Duarte y Sophocles Papas, escritos de S. Papas, etc. El apéndice D está dedicado a la correspondencia entre Papas y Andrés Segovia, con un total de 56 cartas que van de 1937 a 1978.

Todas las cartas están transcritas, no se reproduce ninguna en facsímil. Según la autora "sometimes Segovia typed his letters, sometimes he wrote them in longhand, and he wrote variously in French, Spanish, and English". Las cartas que no fueron escritas en inglés, se reproducen traducidas por la autora. Elisabeth Papas también dice que ha editado algunas cartas: "I have simplified the flowery good-byes".
 
Estimados amigos,
Me congratula enormemente el que el tema por mí abierto en este foro (Sainz de la Maza y el fascismo) haya propiciado este interesante debate sobre la postura ideológica de Andrés Segovia respecto a los hechos políticos y sociales que vivió España durante la Guerra Civil y el Franquismo. Tengo que decir que, si bien lo que verdaderamente importa de un músico es su contribución al arte, no es menos cierto que tanto Sainz de la Maza como Andrés Segovia, como todos los grandes guitarristas de esa grandísima generación que ha marcado el devenir de la guitarra del siglo XX, son personajes históricos y, nos guste o no, su figura debe ser investigada en todos sus aspectos, incluidos los políticos o ideológicos, con el fin de tener un conocimiento más completo de su trayectoria personal y artística y de sus actitudes respecto a determinadas cuestiones. No se trata de juzgar ni de criticar si apoyó o no a este bando o al otro, sino de conocer aspectos de su vida y pensamiento que en la historiografía en torno a estas grandes figuras de la guitarra apenas se ha tratado hasta ahora. De hecho, cuando señalé los datos que encontré sobre Regino Sáinz de la Maza y su relación con publicaciones falangistas, me limité a mostrar mi sorpresa por el descubrimiento y mi curiosidad sobre cuales habrían sido las circunstancias y la postura personal de este gran artista, -al que admiro profundamente-, durante la Guerra Civil, después de que fuera testigo del fusilamiento por milicias falangistas de dos de sus más íntimos amigos: García Lorca y Antonio José.
Ahora bien, quería hacer alguna precisión o aclaración respecto al artículo de don Carlos Segovia, sin ánimo de entrar en polémicas.
En numerosos puntos de su artículo, el señor Segovia reconoce el anticomunismo de su padre y su filiación con la ideología que movió al levantamiento militar liderado por el general Franco, y creo que el extracto de la carta a Sophocles Papas aportado por Julio Gimeno es más que explícita y categórica en este sentido. Por tanto, aún comprendiendo las circunstancias que vivió Andrés Segovia y el asalto de su casa por milicianos comunistas, no entiendo por qué simplemente no se reconoce que cuando menos era simpatizante del bando nacional y de la instauración del franquismo. Mi padre fue militar durante el franquismo y yo jamás he renegado de él por ello, y grandes figuras de nuestra cultura como Ortega y Gasset, Azorín y otros recibieron con agrado la llegada del franquismo y nadie se ha rasgado las vestiduras por ello ni ha prohibido sus obras en la España democrática, cosa que sí hizo el régimen franquista con la obra de los artistas cercanos a la República. Yo creo que la figura de Andrés Segovia seguirá siendo admirada y venerada por su fundamental aportación al progreso de la guitarra. Pero no se puede justificar una actitud o unas declaraciones con explicaciones históricas tan inexactas como ésta:

“..y 1936, cuando el levantamiento en armas de una parte del ejército tras la revolución frustrada de 1934 y los excesos cometidos a partir de entonces por las los milicianos socialistas, comunistas y anarquistas puso definitivamente fin a la IIª República dando comienzo a una nueva Guerra Civil (en el siglo XIX había sido testigo ya de una) en España.”

Querido Carlos (perdona que te tutee, pues somos más o menos de la misma edad), esta afirmación parece extraída directamente de las tesis revisionistas de historiadores como César Vidal o Pío Moa, conocidos por su visión manipuladora e interesada ideológicamente de la Historia de España durante la Guerra Civil y el franquismo. Lo digo porque en este foro entra gente de fuera de España y afirmaciones de este tipo pueden llevar a confusión.

“Por lo que respecta a las supuestas entrevistas esgrimidas por algunos participantes como prueba de sus ideas “reaccionarias”, no me resta decir sino que su contenido es, en todo o en parte, apócrifo, con independencia de que se trate o no de entrevistas publicadas.”

Respecto a esta cuestión (mi mención a las palabras de Segovia en la entrevista recogida en el libro de Don Menn Secretos de los grandes maestros de la guitarra), reconozco que no se puede juzgar a una persona por unas frases, como las que yo hice mención, y como incluí esas declaraciones en una nota al pie de mi libro “Historia de la guitarra y los guitarristas españoles” para reflejar sus cuestionadas ideas reaccionarias, estoy dispuesto a retirarla en una próxima edición, si se diera el caso, pues es verdad que no es pertinente en un texto divulgativo. Ahora bien, yo creo que “lo apócrifo” siempre ayuda a conocer cosas que la “doctrina oficial” oculta. En cualquier caso, reproduzco el primer párrafo de mi reseña sobre Andrés Segovia, como ejemplo de que no tengo ni la más mínima animadversión sobre su figura:

“Andrés Segovia es sin duda el guitarrista más famoso del siglo XX y el personaje fundamental para la aceptación definitiva de la guitarra como instrumento clásico de concierto en todo el mundo. Casi desde que nació su única pasión fue la guitarra y siendo un adolescente decidió consagrar su vida al que fue el gran objetivo de su carrera profesional: conseguir que la guitarra fuera considerada un instrumento clásico de concierto y no únicamente un entretenimiento popular, que contara con un repertorio amplio y de calidad que pudiera disfrutarse en los grandes auditorios musicales, y que su aprendizaje estuviera presente en las academias y conservatorios de música de todo el mundo. A esta inmensa labor se entregó durante 70 años, y no hace falta decir que su objetivo fue cumplido con creces.”

Amigo Carlos, gracias en cualquier caso por las aclaraciones de tu artículo y como mi bisabuelo materno (el historiador Rafael Altamira) fue también amigo íntimo de Salvador de Madariaga y miembro activo de la Institución Libre de Enseñanza, creo que podemos tener más cosas en común que las que se reflejan en estas líneas. Eso sí, aunque él también era un liberal y recibió numerosas ofertas del franquismo para regresar a España, acabó muriendo en el exilio por negarse a volver a su país hasta que no se restaurara la democracia. Un saludo :adios:
 
Estimado Iñaki:

Señalar cuál fue la participación de la extrema izquierda española en los acontecimientos que desencadenaron la Guerra Civil del 36 es, desde un punto de vista histórico y en mi opinión, tan importante al menos como subrayar cuál fue el papel desempeñado en la gestación de tales acontecimientos por la extrema derecha. El estudio de la historia no está nunca, por fortuna, cerrado de antemano en torno a tal o cual interpretación dominante cualquiera que ésta sea, sino que consiste, precisamente (como ocurre también con la interpretación musical), en revisar una y otra vez lo acontecido en función del acento conferido por el intérprete a los datos disponibles y de la puesta en juego de tales o cuales criterios hermenéuticos capaces de dotarles de significado dentro de ciertos límites presididos por el rigor y la honestidad. La apelación, así pues, a un relato verdadero de lo acaecido que correría el riesgo de verse cuestionado a causa de posibles revisiones se me antoja extremadamente simplificadora: la historia está ahí para ser pensada a menos que prefiramos consumirla ideológicamente, cosa a la que yo al menos, por principio, renuncio. Y no me amparo en la obra de tales o cuales historiadores o periodistas contemporáneos al realizar estas afirmaciones, sino, mucho más sencillamente, en esa necesidad irrenunciable del pensamiento, en los hechos mismos y en la memoria de cuanto mi padre me transmitió acerca de lo sucedido en España antes y durante el 36. Pero temo que todo esto excede por su propia naturaleza los límites de un foro dedicado fundamentalmente a cuestiones musicales, por más que otras adyacentes no puedan sino concurrir en él. Y tampoco está en mi ánimo dotar a la discrepancia intelectual, de suyo indispensable y enriquecedora, del formato que correspondería, más bien, a una abierta controversia.

Por cuanto he dicho en mi artículo, creo, eso sí, que la última palabra que cabría emplear para referirse a las relaciones de mi padre con el franquismo es la palabra “filiación”, a menos que la etimología de los términos nos resulte ya tan extraña que decidamos prescindir del lenguaje a la hora de pensar y de escribir. Y tanto menos acierto a comprender en qué sentido podría un dato “apócrifo” servir para esclarecer lo que no fuera la intención de quien lo hace, a sabiendas o no, pasar por verdadero. A decir verdad, el trabajo intelectual exige distinguir cuidadosamente ambas cosas; no así el sensacionalismo, pero, por suerte, los frutos de éste constituyen su mejor y más elocuente prueba. Por último, me resistiré a conceder valor alguno a lo que no sea un manuscrito; y, aún en ese caso y como ya he dicho, a leerlo sin preocuparme de interpretarlo; no obstante, agradezco al Sr. Gimeno la información brindada por él en su último mensaje, de la que tomo en consecuencia nota con la oportuna reserva.

En fin, Iñaki, me parece muy bien que tu bisabuelo Rafael decidiera no regresar a España, y lamento, créeme, que muriera en el exilio. Supongo que ambos concederemos que en las decisiones que cada cual toma en la vida intervienen innumerables factores. Aunque temo, con todo, que tu interés por las cuestiones ideológicas es mayor que el mío. En realidad, mi intención al escribir el artículo publicado en este foro era, con ocasión de las afirmaciones vertidas por ti y por otros participantes en él, precisar algunos datos y, sobre todo, informar al lector acerca de otros muchos relativos a la biografía de mi padre y a su formación intelectual que revisten, creo, interés por sí mismos. Hora va siendo ya, en efecto, de que, más allá de la adhesión incondicional o el anatema, las reflexiones susceptibles de ser suscitadas por la personalidad del músico que fue mi padre, por su obra y por su trayectoria, se asienten sobre investigaciones debidamente documentadas. Confió en ver pronto publicados, en este sentido, dos ensayos debidos respectivamente al maestro Gilardino y a Luigi Attademo, de los que facilitaré información más detallada una vez vean la luz.
 
Última edición:
Re: Algunos apuntes y reflexiones sobre la persona de Andrés Segovia

Angelo Gilardino dijo:
si Segovia hubiera sido politicamente orientado a la derecha nacionalista, que luego exploto en el levantamiento militar, como habria podido ser huesped calurosamente acogido en un regime sovietico, endonde la policia se enteraba de todo y de todos, y endonde un extranjero filofascista seguramente no habria sido admitido? Cuatro veces, aun mas evidente!

No creo que es posible llevar el hecho de cuatro visitas de Segovia la Union Sovietica como indicación de su pensamiento político antes de la guerra civil española. A menos que me confundan, todas las declaraciones de Segovia que tienen cualquier connotación política en todos, fechan a partir después de 1936. Nada Antes. Por lo tanto, es enteramente plausible que como un artista sensible él habría entretenido el izquierdista e incluso ideas revolucionarias, pero después de estar presente en la Union Sovietica en 1936 y del tener testigo el exterminacion total por el régimen Stalinista de muchos artistas talentosos, algo de quién puede haber sido sus amigos, él se desilusionó.

Según escritores soviéticos como Agafoshin, Vaisbord, Volman y otros, Segovia, para ellos, era una persona con sentimientos distintas a la causa del marxismo-leninismo. Aquí está, por ejemplo, un artículo que Segovia publicó en Moscú durante su primera visita allí en 1926. Cuál es importante aquí no es lo que dice el artículo realmente, pero el hecho simple de su pulication en un revista oficial del "arte".

The Art to the Workers ISSKUSSTVO TRUDIASHCHIMSIA, 1926, no. 13, p. 13
Andres Segovia
The Guitar in Favor:

For many centuries the guitar was placed in a sort of vicious circle from which i'm trying to liberate it. There were no composers who would write music for this instrument because virtuoso guitarists did not exist: and virtuoso guitarists did not exist because there were no composers. Guitar was doomed as a sacrifice to the amateurs. With the exception of Sor and Giuliani, who lived in the beginning of the 18th c., and Tarroga (sic) who died 18 years ago, everybody who played or wrote for guitar were a pitiful mediocrity. That's why classic and contemporary composers regard the guitar in a patronizing manner.
If I can put it this way, the guitar was 'asleep' in the arms of the Spanish people who choose it to glorify their love impulse [affection]. However, the fate of this instrument was more significant and more lofty. Because the softness and tenderness of the sound, the richest polyphonic means, finest variety of timbre make from it an orchestra which is as though looked from the wrong side of binoculars and put it into front row of solo instruments.
The origins of the guitar are Arabic. I have neither time nor place to describe its history. In the 18th century, it was enriched by the literature for lute which is its famous sister. Then it falls into oblivion as a result of the appearance of harpsichord which was getting closer and closer to the piano. Composers stopped writing for the lute. At the end of the 18 c. the interest in the guitar reawakened in society and then Sor and Giuliani appeared. Perhaps thanks to these virtuosi, music for the guitar was reborn. Kreutzer's brother wrote several trios for flute, viola and guitar, Boccherni, several wonderful quartets, Weber, Theme and Variations for Guitar and Piano and several romances with guitar accompaniment, Schubert, Quartet and many songs. Paganini, charmed by the beauty of this admirable instrument, dedicated to the instrument three years after which the professional guitarist Giuliani and Berlioz the composer were astonished by his technique.
I mention here compositions written by composers who were non-guitarists only because with the exception of Sor and Giuliani, and later Tárrega, all writers for the guitar as I said already, were insignificant and banal. At present, thanks to my efforts, the guitar is in favor once again. The most important contemporary musicians dedicate to the guitar a part of their talent. I would like to awake empathy among Russian composers to this beautiful instrument, a wonderful transmitter of expressive folksongs.
I was asked why do I play a six-string and not a seven-string guitar. You can ask would a virtuoso violinist and cellist play on four and not on five strings. All the possibilities of playing on this instrument are included on six stings: an extra string strengthening the bass breaks the balance of the guitar's traditional volume and doesn't add any likeness. Dilettantes were always adding an extra string, being content with finger picking several trivial motives, instead of serious work on the instrument's technique. I would recommend they put one more finger on their hand instead of putting one more string on their guitar.
My article is too long though I didn't say even one hundredth of what I would like. But I cannot say goodbye without saying thank you from the bottom of my heart to the audience for really moving welcome they have given me."

El artículo fue seguido por una revisión de Segovia de un escritor oficial.

The Folk Instrument: E. Gall

In this concert one doesn't know what to be amazed of more, the mastery of Segovia or the guitar itself. And sometimes even more than Segovia it is the guitar itself which astonishes us more. Segovia we didn't know before, but who here hasn't known the guitar? Who is not used to treating this instrument with some scorn, the instrument which for its age, its dissemination and the role which it plays in our everyday life has full right to be called a folk instrument.
And who would think that this somewhat trivialized instrument the 'ugly duckling' could become a snow-white swan and could transform itself into an unrecognizable entity under the touch of a master?!
Segovia in the full meaning of this word recreated the guitar for us: and only Spain the country of the guitar and guitarists from time immemorial could create Segovia. Only on the basis of Spain's centuries-long culture of the instrument, a master of such magnitude, the master who knows the hidden and innermost possibilities of the instrument could be born. Enormous technique and purest intonation, the most refined nuances and taste conquer the listener and provoke admiration for his playing.
The artist had a purely exceptional success with our audience." (trad. del ruso por me, con al ayudo de mi esposa. Ya publicada en la thesis doctoral de Peter Segal, el reciente falecido traductor de las letras de Segovia a Ponce).

Es simplemente inconcebible que cualquier extranjero habría podido publicar a un artículo en una publicación soviética, sin primero ser aprobado por el censor político, y a la persona misma mirada por el policía secreto como amigo del régimen. Todo esto, por supuesto, no nos dice cualquier cosa sobre los sentimientos verdaderos de Segovia en ese entonces.
 
Última edición:
Carlos A. Segovia dijo:
3) La supuesta necesidad de justificar ideas sociales o políticas no coincidentes con las del comunismo soviético es, sencillamente, inaceptable fuera de los círculos prosoviéticos que puedan, aún hoy, quedar en nuestro mundo; y, sin embargo, diríase que ha perdurado en en nuestro inconsciente colectivo; ¿llegaremos alguna vez a desembarazarnos de ese tamproso sortilegio?

Bibliografia. Mikhail Bulgakov: "El maestro y Margarita" , "Corazon de perro", "Diario de un muerto".

AG
 
Angelo Gilardino dijo:
Bibliografia. Mikhail Bulgakov: "El maestro y Margarita" , "Corazon de perro", "Diario de un muerto".

AG

Estoy leyendo el "Diario de un muerto" en esto momento... en la lengua original por supoesto.
 
Re: Algunos apuntes y reflexiones sobre la persona de Andrés Segovia

Matanya Ophee dijo:
No creo que es posible llevar el hecho de cuatro visitas de Segovia la Union Sovietica como indicación de su pensamiento político antes de la guerra civil española. A menos que me confundan, todas las declaraciones de Segovia que tienen cualquier connotación política en todos, fechan a partir después de 1936. Nada Antes. Por lo tanto, es enteramente plausible que como un artista sensible él habría entretenido el izquierdista e incluso ideas revolucionarias, pero después de estar presente en la Union Sovietica en 1936 y del tener testigo el exterminacion total por el régimen Stalinista de muchos artistas talentosos, algo de quién puede haber sido sus amigos, él se desilusionó.



Esta reflexion me parece muy sensata, Matanya, y no me extrano que proceda de tu pluma, porque sé que conoces muy bien la historia de URSS y de sus relaciones con los artistas, tema que yo he investigado sencillamente como lector que disfruta la literatura (he citado a Bulgakov en otro mensaje).

Entonces, estamos completamente de acuerdo sobre un tema que, si no tiene documentacion, seguramente se avalora en el aprecio contextual de los hechos que conocemos. Segovia manifesto opiniones politicas tras de los sucesos de 1936, no antes.
Y - claro esta - su conocimiento directo de la situacion espanola era bastante limitado en 1936, porqué el habia regresado a vivir en su patria solamente desde un año (desde 1924 hasta 1935 el vivio en Génève), y transcurrio aquel año casi completamente afuera de su pais, principalmente en URSS - pero tambien en Italia. El no apercibia claramente lo que le estaba rodeando en Barcelona, y prueba de su relativa ausencia de juicio es el hecho que, cuando su amigo Madariaga le aviso desde Madrid de lo que se preparaba, el fué tan ingenuo de no creerlo, y de quedar tranquilo en su casa, confiando en el hecho que el no haber hecho daño a nadie le podia reparar de los eventos futuros. Precisamente porqué el no era hombre politicamente enterado de su actualidad, y vivia en una dimension culturalmente ajena - muy distante. No fué tras de un proceso de estudio y de conocimiento que el llego a formarse una opinion politica, sino a traves de un trauma tremendo, al verse amenazado en su vida y en sus bienes. Entonces, yo lo comprendo, a pesar de mi no haber sido nunca un hombre de orientacion politica fascista, lo comprendo perfectamente. No me pongo el problema de juzgar, sino el problema de comprender. No es una idea politica que tengo que juzgar, sino el recorrido emocional de un hombre que fue de repente obligado a formarse una opinion en un contesto que no era mas politico, sino belico, y de aquel especial clima belico que es una guerra civil.

Comprendo Segovia a la misma manera que comprendo Lorca y Antonio José, que - menos asistidos por la suerte y por la misteriosa intuicion que guia los hombres en el momento del peligro a tomar la decision justa y a salvarse - fueron tan ingenuos de quedarse en la espera de sus verdugos, y no hago ninguna diferencia en el hecho que los dos ultimos fueron matados por el bando contrario de aquel que habria hecho lo mismo con Segovia, si el hubiera esperado en su casa de Barcelona la llegada de los asesinos.

AG
 
Iñaki Ramos dijo:
De hecho, cuando señalé los datos que encontré sobre Regino Sáinz de la Maza y su relación con publicaciones falangistas, me limité a mostrar mi sorpresa por el descubrimiento y mi curiosidad sobre cuales habrían sido las circunstancias y la postura personal de este gran artista, -al que admiro profundamente-, durante la Guerra Civil [...]

Amigo Iñaki,

Sobre este tema te recomiendo el libro de reciente publicación Joaquín Rodrigo y la música española de los años cuarenta. Me disponía a anunciarlo en la sección de "Novedades" del foro, pero tenemos por aquí una tormenta con rayos y truenos que me dificulta el acceso al lugar donde tengo el escáner.

Por ahora te adelanto, en crónica de urgencia, el título de alguno de los artículos de este libro que, según lo que llevo leído, más pudieran interesarte sobre el tema que comentas.

1) Javier Suárez-Pajares: "Joaquín Rodrigo en la vida musical y la cultura española de los cuarenta. Ficciones, realidades, verdades y mentiras de un tiempo extraño".

2) Gemma Pérez Zalduondo: "Continuidades y rupturas en la música española durante el primer franquismo".

3) Leopoldo Neri de Caso: "Regino Sainz de la Maza: crítico musical en ABC (1939-1952)".

El libro está editado por Javier Suárez-Pajares en la colección "Música y pensamiento" de la Universidad de Valladolid (Valladolid, 2005).
 
Amigo Julio,
Como siempre, muchísimas gracias por la información y compraré ese libro que por los títulos creo que me va a aclarar muchas cosas de mi interés. Al fin y al cabo, es lo único que pido. Al contrario de lo que pueda pensar el estimado señor Segovia, no tengo ningún interés ideológico en estas cuestiones, pues no soy yo el que está hablando continuamente de los pro-soviéticos y de los extremistas de izquierdas. Simplemente, como periodista y como persona interesada en la Historia, considero que no hay peor mentira que una verdad a medias, y eso es lo que han hecho algunos historiadores recientes, utilizando los documentos que les interesaban para su interpretación parcial. Por supuesto que durante la Guerra Civil ambos bandos cometieron barbaridades, pero no nos engañemos, si no hubiera habido un levantamiento militar contra un régimen democrático, apoyado por ciertos sectores de la sociedad española, no hubiera habido ninguna Guerra Civil, como no la hubo en 1934, después de la Revolución obrera. Y creo que el tema no es tanto la Guerra civil, donde los sentimientos estaban exaltados, sino el apoyo a una Dictadura tras el conflicto, que no nos olvidemos, continuó asesinando a miles de personas. Pero efectivamente, este es un tema para otro foro.
También he de decir que no estoy de acuerdo con lo que dice el señor Gilardino sobre Antonio José y Lorca. ¿Que fueron ingenuos? Yo creo más bien que tenían la conciencia tranquila y que jamás hubieran imaginado que alguien quisiera matarles. En las últimas intervenciones se habla de que las declaraciones políticas de Segovia se produjeron después de la Guerra y que estas fueron consecuencia de su reacción al salvaje asalto de su casa. Pero entonces, ingenuamente, me pregunto yo: Si Andrés Segovia no se había pronunciado políticamente nunca antes de la Guerra Civil, ¿por qué los milicianos comunistas fueron a por él? Si también me informan de ello, se lo agradeceré, como agradezco las informaciones que han aparecido en este hilo y que pocos conocían. En cualquier caso, espero con interés la anunciada biografía autorizada. Un saludo
 
Iñaki Ramos dijo:
a miles de personas. Pero efectivamente, este es un tema para otro foro.
También he de decir que no estoy de acuerdo con lo que dice el señor Gilardino sobre Antonio José y Lorca. ¿Que fueron ingenuos? Yo creo más bien que tenían la conciencia tranquila y que jamás hubieran imaginado que alguien quisiera matarles.

García Lorca, antes de que el levantamiento comenzara, estaba invadido por la angustia y el terror, y tenía visiones de los campos de España que se abrían, según él decía, llenos de muertos. Fue por haber sido víctima de su miedo invasivo que perdió la lucidez y, frente a la amenaza del golpe, cometió el error trágico que le costó la vida. Un hombre como él, que estaba políticamente pronunciado, que tenía, y lo sabía perfectamente, una cantidad enorme de enemigos, de envidiosos y de desconocidos que le odiaban por sus triunfos, habría tenido que hacer lo que muchos conocidos y amigos suyos hicieron en aquellos días: dejar España lo mas pronto posible. No es verdad que se encontrase tranquilo: todo lo contrario, estaba aterrorizado, y fue por una parálisis de la razón - típico reflejo del terror - que hizo la cosa peor que habría podido hacer: tomó el tren para Andalucia, y fue en aquel tren donde lo reconoció el hombre que sería el iniciador de su detención y de su asesinato en Granada, el señor Ruiz Alonso, diputato de la CEDA. La ingenuidad de Lorca fue enorme, fue él mismo a entregarse en manos de los que más le odiaban, los granadinos conservadores, de quienes él había públicamente declarado que eran la burguesia más ignorante de Europa.

Tampoco Antonio José estaba tranquilo en los días del levantamiento. Tan poca era su tranquilidad, que hizo gestiones para saber si él estaba bajo sospecha, y aun cuando le dijeron que no, no se tranquilizó, y apuró los tiempos para terminar la instrumentacion de "El mozo de Mulas", como si supiera lo poco que faltaba para que el castigo cayera sobre su cabeza. En este caso la historia no ha sido aclarada como sucede con Lorca, pero hay un momento tópico, durante su detención en la cárcel de Burgos, en que él dice a sus amigos que suspendan las gestiones que ellos estaban haciendo para sacarlo de prisión. Así hace un hombre que ha comprendido que su destino es irremediable. Y el porqué, él lo sabia. Yo tambien lo sé, pero no lo puedo decir, porque no tengo los documentos, y mi conciencia de los hechos tiene que quedarse a un nivel personal.

Fueron dos ingenuos, sí, porque perfectamente conocían el peligro en que estaban envueltas sus vidas, y no hicieron nada para salvarse, Lorca paralizado por el pánico, y José por un sentido fatalístico que tenía raíces profundas en otra derrota...

AG
 
Estado
Cerrado para nuevas respuestas.
Atrás
Arriba