Flamencomil
17-12-2008, 09:22 PM
Hola despues de unos cuantos años de estudio de flamenco, veo que dos técnicas por encima de las demás se me quedan atrás. Estas son el trémolo y el picado, creo que me defiendo decentemente en arpegios (ascendentes, descendentes, redondo, mixtos,,), pulgar (alzapua y pulgar a secas) y rasgeo, mi mano izquierda se mueve con cierta soltura y no acumula tensión salvo que me pase mucho con la cejilla. Pero mi pelea con las escalas es grande, desde hace un año aproximadamente empecé a trabajarlas más en serio, trabajo muchas escalas de alegrias de 10 tiempos en semicorcheas (37 notas exactamente), que como sabemos suelen ser ascendentes al comienzo y terminan vertiginosamente descendiendo a la tónica. Allá que voy yo con mi metrónomo y paciencia pero a partir de 120 (la negra a 120), las semicorcheas se me amontonan y muero. Así es que me he puesto una rutina de ejercicios de escalas donde repito la misma nota 3,4,5 veces etcetera, hago ejercicios con i,m; i,a; a,m, intentando relajar la mano izquierda, escalas cortas pero muy intensas, etc... Pero hace ya un año y los 120 me parecen un muro infranqueable (Como en la autopista :D). ¿Os ha pasado esto a vosotros? ¿Es 120 una velocidad decente, o soy un lentorro? Creo que debería llegar por lo menos a 160 para tocar por Alegrias como es debido.
Creo que el aprendizaje de la guitarra muchas veces más que progresivo va a trompicones, por ejemplo el arpegio redondo (Pimami) apareció un dia de repente después de muchos años buscándolo, además apareció muy redondo bastante limpio e incluso rapidito, y desde entonces no me ha dejado y me encanta y lo uso siempre que puedo.
Bueno gracias por vuestra atención, en otro momento os cuento mi vida con el trémolo.
Creo que el aprendizaje de la guitarra muchas veces más que progresivo va a trompicones, por ejemplo el arpegio redondo (Pimami) apareció un dia de repente después de muchos años buscándolo, además apareció muy redondo bastante limpio e incluso rapidito, y desde entonces no me ha dejado y me encanta y lo uso siempre que puedo.
Bueno gracias por vuestra atención, en otro momento os cuento mi vida con el trémolo.