A mí me surgen varias ideas al respecto de lo que aquí se comenta.
Desde el principio he pensado que la colocación del abanico, su posición y medidas, no es tan relevante como la masa y la rigidez que aportan a la tapa.
Con lo que aquí se comenta sobre el bajopuente encuentro similitudes.
Amigo Jaime,
Ya ves que en
este mensaje hablo de las tres consecuencias más obvias de colocar refuerzos en la tapa:
1) Añade masa.- En una oscilación sinusoidal esto bajaría la frecuencia de la vibración.
2) Añade rigidez.- Esto produce el efecto contrario, sube la frecuencia de la oscilación.
3) Cambia la configuración modal.
Además de la masa y la rigidez que tú también mencionas, no hay que olvidar que las varetas, sobre todo las que pasen por un antinodo, tendrán consecuencias sobre la configuración modal, pero dado que las varetas del abanico suelen ser poco rígidas y además están colocadas en sentido radial y longitudinal, su efecto será menor en este caso que la de los refuerzos que se coloquen en la tapa de manera transversal, como es el caso de las barras armónicas, el puente y el bajopuente.
Copio aquí un fragmento de un artículo mío sobre este tema:
Bernard E. Richardson, en un estudio sobre el efecto producido por las variaciones introducidas en un varetaje de abanico tipo Torres sobre los modos vibratorios de la tapa de la guitarra, escribe:
Muchos constructores de guitarras creen que la calidad tonal de una guitarra se ve afectada de manera crítica por el diferente sistema de varetaje empleado.
Sin embargo, Richardson llega a la conclusión de que la disposición de las varetas no condiciona de manera importante la caracterización modal de la tapa, teniendo una mayor influencia sobre los modos de vibración la ubicación de las barras armónicas o las dimensiones del puente:
Considero que el diseño exacto del varetaje de abanico es menos importante que la posición de las barras cruzadas [barras armónicas] o que las dimensiones del puente. A bajas frecuencias (por debajo de 700 Hz) las varetas del abanico simplemente se suman a la rigidez total de la tapa. A altas frecuencias, la ubicación de los nodos y los antinodos coincide frecuentemente con la de las varetas, lo que sugiere que el constructor puede inducir cambios específicos en las frecuencias de los modos modificando la distribución de las varetas del abanico. Sin embargo, para colocar en su justa perspectiva la utilidad práctica de este método, debemos hacer notar que pequeñas variaciones en las propiedades materiales de la tapa probablemente tengan una mayor influencia que cambios moderados en el diseño del varetaje de abanico.
GIMENO, Julio: “El estilo español de construcción de guitarras”,
Antonio de Torres y la guitarra andaluza. Córdoba: Festival de Córdoba, 2007: 16.
De este artículo hemos hablado
aquí. Puedes leerlo
aquí.
El artículo que cito de Richardson es este:
RICHARDSON, Bernard E.: “The Influence of Strutting on the Top-Plate Modes of a Guitar”,
Newsletter, n. 40. New Jersey: The Catgut Acoustical Society, 1983: 13-17.
¡Cuidado! estamos hablando de efectos sobre la configuración modal. Seguro que las varetas del abanico influyen sobre más cosas. Además, no sabemos si un cambio en la configuración modal o sobre otro parámetro, por pequeño que sea ese cambio, puede tener consecuencias importantes sobre el instrumento.