Anchorena1371
Usuario Registrado
Queridos amigos,
Mi nombre es Pablo Pellegrini y hace poco que conozco este foro. Nací hace 50 años en Buenos Aires, ciudad en la que vivo, y desde los 8 años que soy un entusiasta ejecutante de la guitarra. La razón por la cual escribo estas líneas es aportar humildemente algún dato que pueda ser de valor para los amantes de la guitarra, aunque se trate de simples anécdotas.
Comencé mis estudios de guitarra con la Sra. Carmen Farré de Prat, en el año 1966 (por entonces, 66 años ella, 8 años yo). En 1975 comencé a estudiar con el fallecido Roberto Lara.
Recuerdo muchas cosas interesantes de mis años con la Sra. de Prat. Por lo pronto, vivíamos a unos 200 m de distancia, así que éramos casi vecinos. Tuvo con Domingo Prat dos hijas: Blanca y Azucena (“Pinina”). Esta última, a la cual le dedicó una sencillísima composición, nació con un problema muy desagradable, ya que medía poco más de 1 m, tenía la mente de una niña de 5 años, a pesar de tener unos 40 cuando la conocí. Su rostro, pobrecita, era muy impresionante. No era “down”. Desconozco qué nombre tiene esa patología. En la casa vivían ella, sus dos hijas, el marido de Blanca, “Coco” y sus dos hijos varones.
Cuando quien escribe tenía unos 11 años, la Sra. de Prat me mostró dos ejemplares del diccionario escrito por su marido. Uno de ellos en edición príncipe (cuero o cuerina roja con ribetes dorados). Me prestó un ejemplar por unas semanas para que tomara notas de algunas biografías. Pero al tratarse de una obra gigantesca, opté por grabar con mi voz en un grabador de cinta para hacer más rápido (no olvidemos que corría el año 1969).
Ahora tengo la reimpresión del diccionario hecha en los Estados Unidos. Hay una cosa que me llama la atención. En la introducción, Ophee da a entender que Domingo Prat era, al igual que Tárrega, de tendencias políticas socialistas. Puede ser, pero entonces se llevaría muy mal con su esposa, ya que Carmen Prat me comentaba frecuentemente que “antes de Franco había solo iglesias en los pueblos de España. Ahora está lleno de hospitales y escuelas.” Supongo que en el matrimonio Prat no se hablaría de política, jaja.
En otra oportunidad, me comentó que Domingo Prat escribía cartas a todo el mundo en busca de material para el diccionario que estaba escribiendo. Las cartas que llegaban, junto con partituras nuevas y antiguas, manuscritos, etc, de todo el mundo, afectó parcialmente la economía de la familia Prat. Pero para la Sra. de Prat lo que la desencajaba era que “…una habitación de la casa estaba hasta el techo con todo el material que le llegaba para su diccionario.” “¡A ti te parece que se puede vivir así!” , me decía.
Un día, cuando llegué a tomar mi clase, encontré la mesa atiborrada con papeles y partituras. Quería mostrarme algunas cosas. Así fue como tuve el honor de tener en mis manos por unos minutos, el manuscrito original del Capricho Árabe de Tárrega, que, como menciona Prat en su diccionario, estaba fechado efectivamente el 28 de junio (o julio, no recuerdo bien) de 1889; también la famosa foto autografiada por Tárrega con motivo del viaje de Prat a la Argentina.
Muchos de estos papeles fueron donados –me enteré luego- a distintas asociaciones guitarrísticas, como la de Rosario (Argentina), por ejemplo.
Cuando yo ya estudiaba con Roberto Lara, ella, sus hijos y su yerno, se mudaron del barrio y de la ciudad. Sé que se fueron al sur del país. Nunca leí su aviso fúnebre en ningún diario, pero como era de 1900 lo más probable es que ya haya fallecido (o no).
Por último quisiera confirmar que Domingo Prat falleció de apoplegía en Haedo (Gran Buenos Aires) el 22 de noviembre de 1944. Con las indicaciones dadas por la Sra. de Prat, un día encontré su tumba en el Cementerio de Morón. Allí yace Domingo Prat. Hace poco tomé algunas fotografías que pueden verse en el siguiente link: http://entertainment.webshots.com/album/562856617WtxyTZ
Gracias a todos.
Con afecto
Pablo Pellegrini
Mi nombre es Pablo Pellegrini y hace poco que conozco este foro. Nací hace 50 años en Buenos Aires, ciudad en la que vivo, y desde los 8 años que soy un entusiasta ejecutante de la guitarra. La razón por la cual escribo estas líneas es aportar humildemente algún dato que pueda ser de valor para los amantes de la guitarra, aunque se trate de simples anécdotas.
Comencé mis estudios de guitarra con la Sra. Carmen Farré de Prat, en el año 1966 (por entonces, 66 años ella, 8 años yo). En 1975 comencé a estudiar con el fallecido Roberto Lara.
Recuerdo muchas cosas interesantes de mis años con la Sra. de Prat. Por lo pronto, vivíamos a unos 200 m de distancia, así que éramos casi vecinos. Tuvo con Domingo Prat dos hijas: Blanca y Azucena (“Pinina”). Esta última, a la cual le dedicó una sencillísima composición, nació con un problema muy desagradable, ya que medía poco más de 1 m, tenía la mente de una niña de 5 años, a pesar de tener unos 40 cuando la conocí. Su rostro, pobrecita, era muy impresionante. No era “down”. Desconozco qué nombre tiene esa patología. En la casa vivían ella, sus dos hijas, el marido de Blanca, “Coco” y sus dos hijos varones.
Cuando quien escribe tenía unos 11 años, la Sra. de Prat me mostró dos ejemplares del diccionario escrito por su marido. Uno de ellos en edición príncipe (cuero o cuerina roja con ribetes dorados). Me prestó un ejemplar por unas semanas para que tomara notas de algunas biografías. Pero al tratarse de una obra gigantesca, opté por grabar con mi voz en un grabador de cinta para hacer más rápido (no olvidemos que corría el año 1969).
Ahora tengo la reimpresión del diccionario hecha en los Estados Unidos. Hay una cosa que me llama la atención. En la introducción, Ophee da a entender que Domingo Prat era, al igual que Tárrega, de tendencias políticas socialistas. Puede ser, pero entonces se llevaría muy mal con su esposa, ya que Carmen Prat me comentaba frecuentemente que “antes de Franco había solo iglesias en los pueblos de España. Ahora está lleno de hospitales y escuelas.” Supongo que en el matrimonio Prat no se hablaría de política, jaja.
En otra oportunidad, me comentó que Domingo Prat escribía cartas a todo el mundo en busca de material para el diccionario que estaba escribiendo. Las cartas que llegaban, junto con partituras nuevas y antiguas, manuscritos, etc, de todo el mundo, afectó parcialmente la economía de la familia Prat. Pero para la Sra. de Prat lo que la desencajaba era que “…una habitación de la casa estaba hasta el techo con todo el material que le llegaba para su diccionario.” “¡A ti te parece que se puede vivir así!” , me decía.
Un día, cuando llegué a tomar mi clase, encontré la mesa atiborrada con papeles y partituras. Quería mostrarme algunas cosas. Así fue como tuve el honor de tener en mis manos por unos minutos, el manuscrito original del Capricho Árabe de Tárrega, que, como menciona Prat en su diccionario, estaba fechado efectivamente el 28 de junio (o julio, no recuerdo bien) de 1889; también la famosa foto autografiada por Tárrega con motivo del viaje de Prat a la Argentina.
Muchos de estos papeles fueron donados –me enteré luego- a distintas asociaciones guitarrísticas, como la de Rosario (Argentina), por ejemplo.
Cuando yo ya estudiaba con Roberto Lara, ella, sus hijos y su yerno, se mudaron del barrio y de la ciudad. Sé que se fueron al sur del país. Nunca leí su aviso fúnebre en ningún diario, pero como era de 1900 lo más probable es que ya haya fallecido (o no).
Por último quisiera confirmar que Domingo Prat falleció de apoplegía en Haedo (Gran Buenos Aires) el 22 de noviembre de 1944. Con las indicaciones dadas por la Sra. de Prat, un día encontré su tumba en el Cementerio de Morón. Allí yace Domingo Prat. Hace poco tomé algunas fotografías que pueden verse en el siguiente link: http://entertainment.webshots.com/album/562856617WtxyTZ
Gracias a todos.
Con afecto
Pablo Pellegrini