Guitarra y Magisterio Educación Musical

Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Queridos amigos,

Permitidme en este punto que cuente una anecdota que le he escuchado varias veces a mi maestra, Doña América Martínez. Sólo tiene el valor de una anécdota, pero para mí es muy significativa en relación a ese descorazonador mal ambiente para la enseñanza que se encuentran muchos profesores de música en los centros de secundaria.

Durante sus más de cuarenta años impartiendo la docencia de la guitarra en el conservatorio superior de Sevilla, Doña América Martínez se mostró incansable en su afán de promocionar la música clásica, esa música que resulta tan desconocida para la mayoría de jóvenes, especialmente en España y más aún en Andalucía. Doña América fue la creadora de los "Conciertos didácticos", que consistían en actuaciones de alumnos destacados del conservatorio en colegios de Sevilla. Seguro que habréis oído hablar de una de las zonas más deprimidas de la capital andaluza a la que llaman "las tres mil viviendas". Hasta allí llegaron los conciertos didácticos que organizaba Doña América a quién le llamó poderosamente la atención el instituto de "las tres mil viviendas" donde iban a actuar los alumnos del conservatorio. El motivo: la puerta del instituto estaba flanqueada por dos policías nacionales de uniforme. La actuación fue un verdadero desastre. Los asistentes no guardaban silencio, se burlaban de los jóvenes y nerviosos intérpretes, incluso les tiraron piedras. Una de ellas impactó en una costosa arpa. Al día siguiente Doña América fue a hablar con el director del instituto para decirle que ese centro quedaba fuera del circuito de los conciertos y que se suspendían las actuaciones pendientes. El director del conflictivo instituto le dijo a Doña América algo así como que mucho concierto didáctico, mucho hablar del valor educativo de la música, pero que donde de verdad hacía falta se suspendía la actividad. A Doña América aquellas palabras le llegaron muy adentro y busco una alternativa. Convino con el director del centro en ofrecer los conciertos que quedaban aquel curso, pero con la condición de que no se obligase a asistir a los alumnos del instituto, que fuesen los que de verdad tuviesen interés.

A la siguiente actuación apenas fue nadie, si bien el ambiente permitió que los músicos tocasen sin mayores contratiempos. Lo cierto es que sin que ninguno llegase a ser un éxito rotundo, cada concierto en el instituto de "las tres mil viviendas" resultó más concurrido que el anterior.

Para comprobar el interés y aprovechamiento de los espectadores de estos recitales, a Doña América se le ocurrió organizar un concurso de redacción entre los escolares que asistían a los mismos. No recuerdo en qué consistía el premio a la mejor redacción, pero Doña América me contó como aquel año le dieron el premio a una redacción de alguien que en su texto demostró una enorme sensibilidad hacia la música. Doña América quedó más impresionada aún cuando comprobó que la redacción que tanto le había impactado era de un alumno del instituto conflictivo.
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Buenos días, leromantique. Sigamos entonces con el debate. Siempre hay puntos de encuentro. Veamos:

Coincido en los tres puntos que planteas de tu diagnóstico, así que nada que objetar.

1) Situación de precariedad y grandes carencias culturales en el alumnado.

2) La existencia de un grupo de alumnos destructores del ambiente educativo.

3) El creciente desinterés de una parte del alumnado (porcentaje variable, según zonas o tipo de centro) por algunas o todas las materias ofrecidas por el sistema educativo para su formación integral como personas.

Prosigo: Estoy contigo en que el sistema necesita “mejoras” y, por supuesto, tampoco yo me creo en posesión de la verdad absoluta, ni mucho menos. Mi idea es más radical, creo, que la tuya: yo tumbaría este sistema educativo que hace aguas y empezaría de cero. En “mi” sistema educativo, la música sería una asignatura obligatoria e importante dentro del currículo, seleccionaría al profesorado con mayor rigor (exigiéndole un grado superior o licenciatura) y tendría las horas necesarias para impartirse de manera adecuada, entre muchas otras cosas.

Me preguntas: ¿Qué hacer con el abundante alumnado falto de interés?

Tú propones “reconducirlo mediante talleres diversos (fotografía, lectura, escritura, manualidades...)” y dices que yo defiendo “que estén todos en clase”. No me habré explicado bien, lo que defiendo es que quien no quiera estudiar, no esté obligado a ello y que los que sí quieran estudiar, estudien música al igual que estudian matemáticas o lengua.

Me preguntas también: “¿dónde queda el noble ideal del valor formativo de la Música y su importancia para la formación integral de las personas en este caso?”

El intrínseco valor formativo de la música sigue intacto, pero hay chicos que no quieren, no pueden o no valen para estudiar. Hacer la música optativa conseguiría que ni siquiera aquellos que sí quieren estudiar la tomaran en serio.

Defiendo, es cierto, que “todo el alumnado ejerza sus derechos y obligaciones con responsabilidad” y que “los docentes tengan mucho que decir en la formación de las personas”. Puede ser utópico, pero no pienso modificar mis principios porque la administración no los respalde, lo que sí haré es intentar, dentro de mis posibilidades, modificar esta situación tan lamentable.

Otro saludo para tí. Hoy tengo poco tiempo y no sé si habré sabido explicarme bien (las prisas...)
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

En cuanto a la bonita anécdota que cuenta Julio, creo que la clave está en que aquellos conciertos didácticos eran hechos puntuales y, por tanto, poco representativos a la hora de analizar el funcionamiento cotidiano de un aula de música en la Enseñanza Secundaria. En cualquier caso, es de alabar que América Martínez organizara aquellos conciertos, que entiendo debían ser (como fueron) de asistencia voluntaria, no así la propia asignatura.

Un saludo
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Alberto, te has explicado perfectamente.

He entendido tu propuesta de cambio. Es razonable y coherente.

Nuevamente creo necesario recomponer las ideas principales que han ido apareciendo en el desarrollo de este tema y sugerir algunas nuevas para, si fuera necesario, retomarlas o reconducirlas en el momento adecuado.


1) Coincidimos en la importancia de la Música en la formación integral de las personas de una forma sincera, no como una mera frase hecha. Ya dije que considero una carencia vital el desconocimiento de la Música Clásica. Y como bien indicaste, se debe inculcar un espíritu crítico a los alumnos.

Por supuesto que en un Sistema Educativo coherente, equitativo y funcional la Música debe ser, por derecho propio, una asignatura fundamental y obligatoria.

Diversas materias tienen como objetivo preparar al alumnado para la vida laboral, pero la Música lo prepara para la vida social y, lo que es más, le abre las puertas al descubrimiento del Arte y la Cultura, y sin ese conocimiento la persona no puede ser libre.

Si he propuesto la posibilidad de que la Música sea optativa es porque considero que nuestro sitema educativo no es coherente, ni equitativo, ni funcional.

Debo hacerte la siguiente pregunta como inicio de mi planteamiento.

¿Consideras viable la asignatura en las condiciones actuales: obligatoria para todos los alumnos, por lo que todos tienen derecho a asistir?

Ya sé que propones un cambio, pero, ubiquémonos en la situación actual, sin posibilidad de cambios, tal como está ahora.

Si me dices que sí, entonces en este punto estamos en total desacuerdo.

Si me dices que no, te pregunto: ¿qué propuesta de mejora harías? Quiero decir con esto, ¿cómo se podría mejorar la clase de Música sin la posibilidad de un gran cambio estructural?

Mi respuesta ya la conoces.

Quisiera retomar en este punto el tema de las expulsiones de alumnos/as pues considero que no ha quedado suficientemente claro y puede tener su importancia.

Defiendes el derecho del profesor a expulsar al alumno/a que impida al profesor/a realizar su trabajo y a sus compañeros/as aprender. Yo también.

Pero me veo obligado a hacer tres observaciones:

-¿Qué ocurre si tras la expulsión de un alumno/a el profesor/a se ve en la obligación de expulsar a otro y luego a otro, así sucesivamente hasta que se pueda impartir clase?
Resulta que hemos expulsado a siete personas (por poner un nº).

-Si expulsando tan sólo a un alumno la clase funcionara, todo el mundo lo haría y nadie tendría problemas.

Vuelvo a repetir que defiendo la expulsión, pero no creo que sea una solución válida para todos (es posible que a algunos docentes les funcione).

-Recordar la tensión que se genera (en alumnos/as y profesores/as) en el proceso de expulsión. Realmente cuesta retomar la clase tras un hecho tan desagradable.


2) Coincidimos en que el actual sistema educativo necesita mejoras, seguramente estructurales, lo que implicaría grandes cambios en él.

No voy a negar que comparto la idea de la necesidad imperiosa de un cambio radical.

Posiblemente también lo hagan muchos docentes (de todas las materias).


3) Respecto a la posibilidad y efectividad de un cambio de tan magnas dimensiones.

Las personas que tienen poder de decisión en estos temas, como ya comenté, no creo que vayan a realizar grandes cambios en el sistema. Y si los realizaran, dudo mucho que lo que propusieran mejorara la situación actual debido a su falta de perspectiva (como ya dije) y de conocimiento del tema.

Voy a argumentar convenientemente esta aseveración.

a) Estas personas deciden completamente "a ciegas". Me refiero con esto a que no conocen la realidad existente dentro de las aulas de primera mano.

Pongo un ejemplo altamente ilustrativo:

Me gustaría ver, no a una, sino a todas las personas que deciden sobre estos temas impartiendo clase, en las aulas. Pero, no un día o una semana (como podría sugerirse ingenuamente), sino cinco años. Sí, con cinco sería suficiente.

Claro que, para sacar provecho del ejemplo, prestemos atención a las condiciones:

-Los grupos de alumnos/as que fueran a tener no los podrían elegir. Serían unos grupos que fueran especialmente complicados, seleccionados entre los ya existentes (no serían creados expresamente). ¿Por qué no? ¿Acaso son ellos mejores que los docentes que sufren este tipo de grupos?

-Nada de renuncias. Todos los días a trabajar. No me sirven excusas. Si abandonan su puesto, entonces deben renunciar a tomar decisiones sobre el sistema educativo.

Me podrían decir estas personas que ellas no tienen vocación docente y que no les corresponde estar en esas aulas. De acuerdo, pero entonces no decidas sobre lo que ocurre en ellas, les diría yo.

Las personas que pasaran esta prueba sí tendrían algo que decir sobre los posibles cambios y conocerían la realidad de primera mano.

-Una última condición fundamental (no quiero dejar nada al azar):

Que una vez creado un Nuevo Sistema Educativo, tuvieran que pasar otra vez la prueba. Con esto me aseguraría que han creado un sistema sostenible y equitativo pensado para todos (alumnos, profesorado, escuela pública, escuela privada). Porque claro, si saben que ya no tienen que volver, entonces quizá no se esmerarían tanto como es necesario por crear el mejor sistema educativo posible.


4) Capacidad de Gestión.

Hay otro factor que debe ser tenido muy en cuenta.

Imaginemos que las personas que tienen potestad para realizar cambios deciden acometerlos.

Podría ocurrir que pusieran todo su empeño y esfuerzo en buscar soluciones; no dudo que así sería (no estoy poniendo en juicio la buena voluntad de estas personas pues seguro que muchas la tienen). Lo que ocurriría es que el resultado sería desastroso, sencillamente porque no están preparadas ni capacitadas para afrontar los nuevos retos y cambios educativos que demanda la sociedad actual.

No serían capaces de valorar en justa medida, ya que es una realidad de difícil asimilación y comprensión, la gran transformación que ha sufrido nuestra sociedad en los últimos 20 años y las nuevas necesidades que demanda el alumnado.

Sinceramente, creo que no tienen ni idea de lo que deben hacer, no saben qué cambios realizar ni cómo acometer la transformación para que sea efectiva.

Evidente y cierto que es muy sencillo criticar a quien no tiene defensa. Pero será el Tiempo y no las Palabras quien dé o quite razones.


5) La escuela "guardería".

Conozco personalmente a un profesor que, cansado de soportar las inclemencias de este difícil trabajo de la docencia, fue a hablar directamente con el inspector de su zona educativa.

Poco duró la entrevista.

El inspector le dijo que se fuera olvidando de su pretensión de impartir clase con "normalidad". Que su función era estar con los alumnos/as e intentar hacer lo que pudiera. No era posible dejar en la calle a tan alto número de alumnos/as como pretendía el profesor, sencillamente porque entonces los alumnos/as quedaban abocados a la delincuencia, al gamberrismo, o a algo peor.

Tiene un cierto sentido. Mantener al alumnado hacinado, pero "controlado". Parece un objetivo básico y no voy a discutir que puede ser preferible esto a dejarlo "desprotegido", en la calle.


En fin, he sugerido algunas nuevas ideas que quizá ayuden a reflexionar sobre un tema que, como ya se ha dicho, tiene difícil solución.

Hacen falta propuestas, diálogo y consenso. Y capacidad de gestión.

Dejo este escrito como prueba testimonial de un pensamiento pleno, inquieto y consciente en materia de Educación.

Se despide cordialmente, leromantique
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Julio, ¿qué decir? Vaya, vaya, me has dejado sin habla.

Quizá baste con decir que he estado aquí para disfrutar con la lectura de tu mensaje.

Muchas gracias por tu aportación.



leromantique (cordialmente, claro).
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

En cuanto a la bonita anécdota que cuenta Julio, creo que la clave está en que aquellos conciertos didácticos eran hechos puntuales y, por tanto, poco representativos a la hora de analizar el funcionamiento cotidiano de un aula de música en la Enseñanza Secundaria. En cualquier caso, es de alabar que América Martínez organizara aquellos conciertos, que entiendo debían ser (como fueron) de asistencia voluntaria, no así la propia asignatura.

Amigo Alberto,

Gracias por tu comentario.

Como explico en mi mensaje, yo encuentro la anecdota significativa en el sentido de que hasta en los ambientes que parecen más hostiles y ajenos a la música clásica, podemos encontrar a personas sensibles a ese tipo de música. Podría contar más anécdotas en este sentido (me viene a la mente una de Pujol y otras), pero no quiero aburriros. Sí me gustaría hablaros de mi experiencia personal.

Desde el comienzo de mis estudios musicales, tuve que costearme la carrera dando clases. Ahora llevo unos veinte años en el conservatorio, "el templo del docente", como lo ha llamado leromantique, pero también he estado en las "chabolas" de la docencia, con clases particulares en asociaciones de vecinos, colegios en zonas deprimidas y similares. Dar clases a personas con interés es algo maravilloso. En el máster que dirige Ricardo Gallén en la Universidad de Extremadura, y en el que soy profesor de Historia de la guitarra, alguien me comentó tras una de mis ponencias que la experiencia tendría que parecerse a la de un concertista que tiene una buena actuación. No tengo apenas experiencia en lo de dar conciertos, pero desde luego dar clases de lo que te gusta, a un auditorio atento y con alumnos de un nivel como los del máster, es para mí de lo más satisfactorio.

Pero en otros lugares menos propicios, también he conocido y sigo conociendo lo que habéis llamado por aquí "alumno destructor". Mi experiencia con estos alumnos es que detrás de cada uno hay una historia que muchas veces es terrible: problemas familiares graves, marginación... no sigo, pero seguro que sabéis de qué estoy hablando. Por lo general, un simple profesor de música no tiene los medios para poder solucionar problemas como estos, que a veces ni siquiera llegamos a conocer, sólo sabemos que tenemos en la clase un alumno molesto (o varios) que nos dificulta el llevar a cabo nuestra tarea con el resto de sus compañeros. Y aquí es donde quiero daros un mensaje esperanzador. Creo que en muchos casos se puede reconducir a un alumno así y generalmente llevarnos a la larga sorpresas agradables. Estos alumnos tienen algo muy bueno: energía. Claro que se trata de una energía "destructiva", pero si somos capaces de canalizar esa energía nos podemos encontrar de la noche a la mañana con un alumno brillante.
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Amigos leromantique y Alberto,

Sigo vuestro debate con interés. Casi siempre es dándole vueltas a las cosas como terminamos encontrando ideas interesantes.

Querido Julio,

Gracias por la anécdota de Doña América y por tu reflexión en el último post que comparto ampliamente.

Podría contar más anécdotas en este sentido (me viene a la mente una de Pujol y otras), pero no quiero aburriros.

Por favor, cuando tengas un rato, abúrrenos con esas anécdotas.
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Buenos días

Antes de nada, aclaro algo que me parece de gran importancia y puede servir para que se entiendan un poco mejor mis planteamientos sobre la enseñanza.

Considero la transmisión de conocimientos como un objetivo más social de lo que muchos quieren hacer creer, porque es precisamente la preparación intelectual una herramienta fundamental para desenvolverse en la vida. En este sentido, me molesta que determinados “ideólogos-piscopedagogos” defenestren dicha transmisión de conocimientos porque, en su opinión, no forma parte de la “educación en valores”, como si la primera no fuera un valor en sí mismo. Dentro de esta formación intelectual, me parece que la cultura musical debe ocupar un lugar importante.

Me preguntabas: “¿Consideras viable la asignatura en las condiciones actuales: obligatoria para todos los alumnos, por lo que todos tienen derecho a asistir?

No puedo decirte un sí rotundo, ni tampoco un no rotundo. La música está muy maltratada y en condiciones precarias, más aún que la propia enseñanza y el sistema educativo. Pero hacerla optativa, en mi opinión, empeoraría la situación.

Sobre qué "propuesta de mejora" haría, así a botepronto se me ocurre que:

1º: Un profesor de música no debería poder acceder a la docencia en la Secundaria con un grado medio y una licenciatura en OTRA especialidad (por ejemplo, Matemáticas).

2º: La asignatura debe estar en todos los cursos para que exista la necesaria continuidad.

3º: Es fundamental contar con horas suficientes a la semana para que dé tiempo a profundizar en los contenidos.

4º: La ratio es normalmente de 30 alumnos en ESO y 33 en Bachillerato. Inasumible.

Son cuatro puntos que me salen sin discurrir demasiado, pero quiero aclararte que no es posible solucionar los problemas de nuestra materia sin un cambio de gran calado que permita que ésta tenga una valoración social de la que a día de hoy carece. Como norma general, la selección rigurosa del profesorado, debería suponer una mayor calidad de enseñanza; esto evitaría otras dos de las muchas grandes falacias que circulan por el mundo de la enseñanza:

-“Lo importante no es qué enseñar, sino cómo enseñar” (es decir, lo de menos es la preparación del docente)

-“Para enseñar música en el instituto no hay que saber demasiado porque el nivel que se va a dar es bajo” (esto es negar la evidencia: que cuanto más sepa un profesor, mejor sabrá trasnsmitir lo que sabe).

En cuanto a las expulsiones:

Un profesor debe saber manejar al grupo, no siempre la solución es expulsar, muchas veces basta con salir de clase con el “protagonista” y hacerle entender la situación; en este sentido, la experiencia te va dando claves sobre qué estrategia es mejor en cada momento. En cualquier caso, si un profesor no puede impartir clase porque hay “ocho alumnos” que se lo impiden, la administración DEBE poner los medios para solucionar ese problema que obstaculiza que el docente haga su trabajo. Me temo que aquí volveríamos a temas de mayor calado, como preguntarnos por qué es políticamente incorrecto hablar de disciplina cuando yo asocio esta palabra a orden, organización, estructura… antes que a sumisión o falta de libertad. También deberíamos destruir el mito de que “aprender es guay” (adaptación libre): aprender es, en efecto, guay y puede ser muy divertido, pero un chaval de 16 años, como nos ha sucedido a todos, no puede anteponer la diversión a la obligatoriedad de aprender ciertos conceptos (y sí, algunos de memoria); y eso se le permite desde el momento en que se dice que el profesor tiene la obligación de motivar al alumnado y que el aprendizaje tiene que ser lúdico, lo que obligaría, en mi opinión, a quitar la “o” de “obligatoria” en la ESO.

En cuanto a la responsabilidad, es, por supuesto, de todos y cada uno de los gobiernos y de todos esos cargos (muchos de libre designación y con suculentos complementos salariales) que dejan el aula (en el caso de que hayan tenido la tiza en la mano alguna vez) para inventar toda una jerga de “palabros”, conceptos y estrategias pseudopedagógicas que terminarán por hundir el barco como nos descuidemos y no presentemos batalla. Evidentemente, aquí se junta la ignorancia (por desconocimiento) con las ansias de sustituir la práctica -docente- por la teoría (mucho más cómodo, sin duda).

Sobre la la escuela "guardería", de acuerdo. Temo que ya se ha modificado el concepto de docente, ahora debe ser un educador, debe enseñar educación sexual, cívica, a conducir y hacer sudokus, vigilar los pasillos para que los chavales no fumen porretes, etc (evidentemente, estoy caricaturizando, pero tampoco tanto).

Esta frase daría para mucho: “Los nuevos retos y cambios educativos que demanda la sociedad actual” pero no tengo más tiempo…otro día será.

Un saludo


Julio, entiendo perfectamente lo que dices. Pero el ejemplo me sirve, como buen aragonés, para reafirmarme en mi postura :mrgreen:: la Universidad de Extremadura organiza un máster y parte de la selección de un magnífico profesorado y todo ello redunda, como es lógico, en la calidad del mismo. Supongo que las condiciones en que se desarrolla el máster también serán las idóneas: medios, salas apropiadas, número adecuado de alumnos, respaldo real de la organización, adecuado programa, etc.

En cuanto a tu otra vivencia, es verdad que el trasfondo de ese tipo de alumnos puede ser ese y con esos hay que redoblar esfuerzos, pero también hay otro tipo de alumno al que yo me refería, que es el que no quiere estudiar sino trabajar y a este también habría que facilitarle ese otro camino. Sí me gustaría reseñar que "reconducir" a los alumnos conflictivos dentro de un grupo de 30 o 33, es ciertamente difícil.

Otro saludo
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Sí me gustaría reseñar que "reconducir" a los alumnos conflictivos dentro de un grupo de 30 o 33, es ciertamente difícil.

Amigo Alberto,

Es muy difícil. Sin embargo, para los que trabajamos en la educación pública, y por tanto no podemos seleccionar a nuestros alumnos, es una de las pocas alternativas que tenemos (al menos en la situación actual), además de ser, a la larga, la más gratificante.
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Alberto, un cordial saludo.

Punto de inflexión el alcanzado, al menos así lo entiendo yo.

Planteamientos importantes se han perfilado a lo largo de estas páginas. Pienso que se han sugerido gran cantidad de pensamientos, ideas y argumentaciones, provenientes de la experiencia, el conocimiento y la reflexión.

Me parece que hemos coincidido en algunas cuestiones importantes a lo largo de este tema.

Escribes un último mensaje en el que no encuentro ninguna discordancia respecto a mi forma de pensar. Las ideas aparecen claras, elaboradas y teñidas de mucho sentido común.

Esto no significa que las cuestiones a tratar estén agotadas (siempre pueden aparecer ideas nuevas o matices), pero sí creo que se han tratado las fundamentales.

Parece que la cuestión final a dirimir será: Música optativa o Música obligatoria.

Pienso que este asunto ha sido ya abordado y hemos expuesto nuestros puntos de vista sobre él con bastante claridad.

Por mi parte, añadir una última reflexión: ya tenemos una experiencia de varios años en cuanto a funcionamiento, viabilidad y sostenibilidad de la asignatura en el sistema actual (obligatoria), pero no, así mismo, como optativa.

Yo creo (aunque me puedo equivocar, claro) que la asignatura funcionaría mucho mejor a todos los niveles como optativa.

Lo único que parece seguro es que no se va a poder demostrar si tengo razón o no, porque el sistema educativo, para bien o para mal, seguirá siendo el mismo que tenemos durante bastante tiempo.

Se despide, leromantique
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Para Julio Gimeno.

Tras una lectura más detenida y reflexiva de tus aportaciones y comentarios, expresar algunas ideas:

Nos deleitas con una anécdota muy ilustrativa. Yo pienso que es representativa en cuanto son hechos reales los que se cuentan y se han dado dentro de un contexto educativo.

Nunca he vivido una situación semejante a la aquí narrada ("les tiraron piedras"), ni tampoco la conocía. Es para dejar paralizado a cualquiera.

La natural e instintiva reacción de Doña América Martínez (dejar fuera del circuito de actuaciones al instituto conflictivo), engrandece más su encomiable tesón y perseverancia al reconsiderar su postura. Aún volvió con los músicos, pero tuvo que añadir una condición para garantizar la viabilidad de la actividad. Para mi tiene gran importancia este hecho, aunque pueda relativizarse la misma, según opiniones.

En cuanto a las Escuelas de Música, Academias, Clases Particulares (las "chabolas" de la docencia), comentar que ya sugerí (no lo detallé para no extenderme, pero sí lo haré ahora) que son una opción que no hay que desdeñar, porque estás trabajando en lo que te gusta y puedes percibir grandes satisfacciones a nivel personal.

¿Qué opción de las dos que planteo se puede considerar mejor a nivel de desarrollo personal?

a) Trabajar en una Escuela de Música percibiendo 900 euros al mes, con tiempo libre para realizar otras actividades, sin sufrir desgaste pscológico ni físico adicional (evidentemente, todo trabajo requiere un esfuerzo, pero me refiero a "adicional" con el que se sufre en la opción "b").

b) Trabajar impartiendo Música en Escuelas de Primaria o Institutos.

Para contestar a la pregunta puede ser interesante tener en cuenta la siguiente puntualización: se debe tener presente la duración en el tiempo del trabajo. Me refiero a que va a ser un trabajo para muchos años o incluso de por vida.

¿Vale la pena perder la salud (puede darse el caso y, por desgracia se da) por intentar sostener un sistema educativo tan abandonado y degradado por la Administración y, lo que es peor, por el conjunto de la Sociedad?

Un efusivo saludo a toda persona que haya llegado con nosotros hasta aquí.


leromantique
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Efectivamente, Leromantique, no parece que los políticos tengan la más mínima intención de mejorar las cosas...no obstante, debemos intentar cambiarlas nosotros mismos a partir de nuestro trabajo.

Un saludo
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

Genial el debate que habéis protagonizado.Todos habéis dicho verdades como puños. Quizas si nuestros politicos copiasen un poco de vuestra talentosa experiencia , todos estaríamos mejor, la desgracia es que quien hace las leyes suele ser un burro musical o alguien que no ha pisado un aula en su vida. De alguna manera todos somos "funcionarios de la corchea", y como decía aquel...mal de muchos consuelo de tontos.:adios:
Gracias por vuestras aportaciones.
 
Julio, gracias por el chiste. Forges, como siempre, genial :121:

Javier, ese es uno de los grandes problemas, que los que gestionan la enseñanza (todos esos cargos "digitales" con importantes complementos salariales) no han enseñado jamás. En fin, esto es lo que tenemos y con estos tenemos que lidiar...:roll:

Un saludo :adios:
 
Re: Guitarra y Magisterio Educación Musical.

hOLA!
Tengo una pregunta relacionada con el tema. Yo tengo la carrera de magisterio musical y mi pregunta es la siguiente:


¿teniendo magisterio hace falta sacarse el titulo del CAP?

si alguien me puede ayudar, se lo agradezco?

SALU2!:amigos:


Hola Batute:

Sin conocer la nueva legislación que ha salido sobre el tema, antes para presentarte una oposición de secundaria o de conservatorio no era necesario realizar el CAP si tenías Magisterio. En las bases de las convocatorias venía especificado que debías presentar el título del CAP excepto -entre otros- si habías realizado los estudios de Magisterio.
No sé si con esta nueva legislación cambia algo.

Un Saludo,

Irene
 
Irene, creo que estás equivocada en esto. Con Magisterio puedes opositar a Primaria, pero para Secundaria es necesario el CAP. Con la nueva normativa, será requisito indispensable el máster de docencia, en sustitución precisamente del CAP.

Desconozco si en alguna convocatoria para Secundaria han permitido opositar con Magisterio, pero me extrañaría mucho, la verdad :niidea:
 
Irene, creo que estás equivocada en esto. Con Magisterio puedes opositar a Primaria, pero para Secundaria es necesario el CAP. Con la nueva normativa, será requisito indispensable el máster de docencia, en sustitución precisamente del CAP.

Desconozco si en alguna convocatoria para Secundaria han permitido opositar con Magisterio, pero me extrañaría mucho, la verdad :niidea:

Hola Alberto:
Siento discrepar. Todas las convocatorias que he leído de oposiciones a secundaria y conservatorios señalaban la necesidad de presentar el título del CAP junto con la licenciatura correspondiente excepto -entre otros- si se es maestro, o lo que es lo mismo, se han realizado los estudios de magisterio. A continuación te envío parte del párrafo -referente a los requisitos- de la convocatoria de 2008 de Castilla la Mancha:

<<Estar en posesión de la formación pedagógica y didáctica a la que se refiere el artículo 100.2 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
No obstante a la Disposición transitoria única del Real Decreto 276/2007,
de 23 de febrero establece que los Títulos Profesionales de Especialización
Didáctica y el Certificado de Cualificación Pedagógica, que a la entrada en
vigor de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, hubieran
organizado las universidades al amparo de lo establecido en la Ley
Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema
Educativo, el Certificado de Aptitud Pedagógica y otras certificaciones que
el Gobierno pueda establecer, serán equivalentes a la formación establecida
en el artículo 100.2 de la misma, hasta tanto se regule para cada enseñanza.
Estarán exceptuados de la exigencia de este título los maestros y los
licenciados en pedagogía y psicopedagogía y quienes estén en posesión de
licenciaturas o titulaciones equivalentes que incluya formación pedagógica
y didáctica.
>>

Si quieres leer el texto completo lo tienes en: http://www.csi-csif.es/clm/Article2987.html

Igualmente ocurre en las oposiciones de Castilla y León de 2004, en las de la Comunidad de Madrid de 2006, etc.

Un saludo Alberto,

Irene
 
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