Gran_adino
Socio de la AGA
Ayer tuve la suerte de visitar el taller de Manuel López Bellido y por extensión de su hijo Jesús que trabaja en el mismo, y digo la suerte porque además de ser siempre un placer tratar con ellos a nivel humano o profesional, tenía Jesús tres guitarras flamencas de ciprés recien terminadas y listas para probar, a las cuales fuí invitado.
Jesús tomaba notas de mis comentarios mientras las tocaba y tanteaba. Di mi percepción sobre agudos, graves, homogeniedad, volumen, altura de cuerdas, dureza, taxto, comodidad, etc.
Lo primero que noté al coger la primera guitarra es su poquísimo peso y luego su comodidad al abrazarla. Eso mismo ocurrió con las demás que eran hermanas, de la misma camada pero con tres sistemas internos de construcción tal y como Jesús me comentó. Así mismo me dijo que uno de sus objetivos era obtener el menor peso posible sin sacrificar la resistencia y dado que conservan maderas de alta calidad bien "curadas" puede permitirse tales métodos.
El mástil muy cómodo, estrecho, ligeramente plano por detrás y paralelo en su extensión.
Las tres eran blancas, sin sobrecarga decorativa pero con una estética adecuada a su función. Tienen incorporadas en nuevo sistema de clavijas con un mecanismo de engranajes interior que funciona perfectamente y ellos son pioneros en su colocación. Hace años que venian investigando y probando estas clavijas de los distintos fabricantes que se aventuraban a construirlas hasta que por fin han encontrado las que de verdad funcionan y así pueden mantener el buen gusto de las antiguas guitarras con clavijero de madera y que además según Manuel, piensa que ese tipo de cabezas ayuda a la mejora de la transmisión del sonido y por tanto a su calidad. Por mi parte creo que es un acierto.
Me enseñó como coloca en el interiror del mástil unas fibras de carbono que evitan el doblez del mismo a la vez que dan resistencia y alivian el peso.
Cada guitarra tiene su propio color, digo color sonoro, el timbre, las tres son flamencas, pues entre otras cosas ha logrado en todas un ataque fuerte y brillante y que además el sonido muera rápido para que las notas, sobre todo en ragueos no se "atormenten".
Toqué fuerte buscando el zapateo (cerdeo) y no lo encontré, y eso que las cuerdas no estaban altas. Comenté que algunos guitarristas flamencos les gusta un poco de zapateo y Jesús me dijo que eso no era dificil de conseguir y que si alguien lo quería se la ponía a su gusto, pero que en principio prefería que sonaran limpias como la tendencia del flamenco orienta.
Cambiamos muchas impresiones sobre la construcción, los nodos sonoros, sobre guitarras antiguas.... Me dejó probar una réplica de Pagés de 1825 que él ha construido, me enseñó antiguas guitarras en restauración, pero en definitiva y el objetivo era definir las diferencias sonoras de las tres guitarras, solo que cada guitarra tiene sus peculiaridades, son tres voces y aunque distintas tienen en común que son muy limpias y brillantes, y de difícil elección si uno tuviera que escoger.
Jesús es un gran investigador, que no olvida las técnicas y metodos heredados de su padre, pero con independencia propia sabe conseguir la simbiosis entre tradición y modernidad y a mi parecer está obteniendo unos resultados muy afortunados en sus guitarras, capaces de satisfacer al guitarrista flamenco más exigente, tanto en comodidad como en sonido sin descuidar la estética.
Pasé un buen rato, aprendí con ellos, como suele ser habitual y yo, sin ánimo de desmejorar a otros guitarreros creo que Jesús Bellido por sus conocimientos, dedicación y trabajo, evolución y últimos resultados está ya a un nivel que lo sitúa entre los mas grandes guitarreros de España, a si no, "al tiempo".
En las fotos aparezco yo probando una de sus guitarras nuevas, la de Pages y también Manuel Lopez Bellido restaurando un violín.
Jesús tomaba notas de mis comentarios mientras las tocaba y tanteaba. Di mi percepción sobre agudos, graves, homogeniedad, volumen, altura de cuerdas, dureza, taxto, comodidad, etc.
Lo primero que noté al coger la primera guitarra es su poquísimo peso y luego su comodidad al abrazarla. Eso mismo ocurrió con las demás que eran hermanas, de la misma camada pero con tres sistemas internos de construcción tal y como Jesús me comentó. Así mismo me dijo que uno de sus objetivos era obtener el menor peso posible sin sacrificar la resistencia y dado que conservan maderas de alta calidad bien "curadas" puede permitirse tales métodos.
El mástil muy cómodo, estrecho, ligeramente plano por detrás y paralelo en su extensión.
Las tres eran blancas, sin sobrecarga decorativa pero con una estética adecuada a su función. Tienen incorporadas en nuevo sistema de clavijas con un mecanismo de engranajes interior que funciona perfectamente y ellos son pioneros en su colocación. Hace años que venian investigando y probando estas clavijas de los distintos fabricantes que se aventuraban a construirlas hasta que por fin han encontrado las que de verdad funcionan y así pueden mantener el buen gusto de las antiguas guitarras con clavijero de madera y que además según Manuel, piensa que ese tipo de cabezas ayuda a la mejora de la transmisión del sonido y por tanto a su calidad. Por mi parte creo que es un acierto.
Me enseñó como coloca en el interiror del mástil unas fibras de carbono que evitan el doblez del mismo a la vez que dan resistencia y alivian el peso.
Cada guitarra tiene su propio color, digo color sonoro, el timbre, las tres son flamencas, pues entre otras cosas ha logrado en todas un ataque fuerte y brillante y que además el sonido muera rápido para que las notas, sobre todo en ragueos no se "atormenten".
Toqué fuerte buscando el zapateo (cerdeo) y no lo encontré, y eso que las cuerdas no estaban altas. Comenté que algunos guitarristas flamencos les gusta un poco de zapateo y Jesús me dijo que eso no era dificil de conseguir y que si alguien lo quería se la ponía a su gusto, pero que en principio prefería que sonaran limpias como la tendencia del flamenco orienta.
Cambiamos muchas impresiones sobre la construcción, los nodos sonoros, sobre guitarras antiguas.... Me dejó probar una réplica de Pagés de 1825 que él ha construido, me enseñó antiguas guitarras en restauración, pero en definitiva y el objetivo era definir las diferencias sonoras de las tres guitarras, solo que cada guitarra tiene sus peculiaridades, son tres voces y aunque distintas tienen en común que son muy limpias y brillantes, y de difícil elección si uno tuviera que escoger.
Jesús es un gran investigador, que no olvida las técnicas y metodos heredados de su padre, pero con independencia propia sabe conseguir la simbiosis entre tradición y modernidad y a mi parecer está obteniendo unos resultados muy afortunados en sus guitarras, capaces de satisfacer al guitarrista flamenco más exigente, tanto en comodidad como en sonido sin descuidar la estética.
Pasé un buen rato, aprendí con ellos, como suele ser habitual y yo, sin ánimo de desmejorar a otros guitarreros creo que Jesús Bellido por sus conocimientos, dedicación y trabajo, evolución y últimos resultados está ya a un nivel que lo sitúa entre los mas grandes guitarreros de España, a si no, "al tiempo".
En las fotos aparezco yo probando una de sus guitarras nuevas, la de Pages y también Manuel Lopez Bellido restaurando un violín.