Uff! Menudo tema. En mi opinión, yo no sabría que hacer con una Ramírez. No soy lo suficientemente profesional como para comprármela y hacerla sonar como se merece. Dicho de otro modo: demasiado instrumento para mí.
Mi conclusion nace de haber tocado la guitarra Ramírez de un profesional. Cuando la tocaba yo, sonaba simplemente; cuando la tocaba él era un instrumento maravilloso.
Muchos hablan de las infumables Ramírez. Sólo puedo decir que había dos guitarras en el Berlín de los años setenta a la venta y que otro guitarrista profesional decía de ellas que eran buenas, pero ... Nunca llegó a explicarme el pero. Si no se puede decir nada, lo mejor es callar.
En los ochenta volví a tocar una Ramírez que era maravillosa. Curioso ésa sí conseguí hacerla sonar. Un instrumento maravilloso. Pero me bastaba entonces con mis dos instrumentos y no pensé en más. De todas manera su dueño esperó DIEZ AÑOS para recogerla.
Prueba y decídete.
Suerte
Bookmarks