En algunas guitarras de Jazz la tapa no trabaja a tensión, como en la guitarras española, sino a presión como ocurre en los violines (no es exactamente así, pero nos puede servir como ejemplo).
Ello hace que las tapas presenten una incurvación o "comba" mucho más pronunciada que en la guitarra española, que no precisen varetaje y que en cambio, sí que precisen del alma o "ánima" (como gustan llamarla los violeros).
Es decir, que lo característico de la guitarra española, es que la excitación de las cuerdas se transmita a la cavidad del instrumento por la intensa vibración de la tapa a partir del puente (verdadero nexo de transmisión entre cuerdas y espacio aéreo de dentro del instrumento). Allí las ondas sonoras provocan efectos de sumación de su vibración en las moléculas del aire allí contenido, provocando contracciones y expansiones de su volumen, que son amplificadas por el resto del instrumento y proyectadas al exterior por sumación en este proceso de las moléculas de vecindad del medio aéreo circundante y dirigidas hacia delante a través de la boca del mismo.
En la guitarra de Jazz, con la tapa a compresión, las cuerdas vienen de lejos y comprimen el puente contra la tapa en lugar de tirar del mismo, transmitiendo su excitación a la tapa de forma perpendicular y al fondo a través del "alma", provocándose una vibración de toda la caja, en la que participan menos los aros, que ejerce una compresión en todos los sentidos del contenido aéreo de la misma, resonando, por así decirlo, todo el instruménto al unísono. Es decir, que la guitarra de Jazz, especialmente las de tipo americano, con las dos aberturas longitudinales en "S", es un instrumento muy pruridireccional (la guitarra española es unidireccional, y así conviene que siga por ahora), generalmente con poco matiz de bajos que, aunque potentes, son de timbre metálico, al contrario de lo que sucede en la guitarras española, en la que los bajos, no sólo suenan potentes y cálidos, sino que se entretienen mucho rato en los recovecos de la misma, manteniendo la calidez del sonido que en ella todos apreciamos.
¿Te parecen éstas suficientes razones para que las cosas sigan así?
Saludos.