Hola!
... Apartándome del motivo inicial del topic, más siguiendo al hilo de reflexión paralelamente expuesto -el cual me parece de vital interés -, quisiera dejar mis impresiones al respecto:
"Llevo ya bastante tiempo escuchando de boca de guitarristas y no guitarristas que los hacemos música para nosotros basada en nuestra técnica y dejamos de lado a la misma música ¿Será entonces culpa de los intérpretes que no se han sabido desarrollar una técnica que permita poner a la guitarra a una categoría en la que el resto de músicos nos respeten?"
No me queda más que estar de acuerdo con esta afirmación, la cual lleva implícito un ligero reproche hacia la realidad actual de nuestro instrumento.
Sin necesidad de ser musicólogo, se percibe claramente que el rumbo dominante de las composiciones contemporáneas guitarrísticas -"doctas"-, nunca va a conseguir el beneplácito del público ajeno al instrumento.
Coincido con que los guitarristas tenemos especial tendencia a ofuscarnos dentro de nuestro propio círculo de técnicas. Recuerdo las palabras que en su autobiografía nos dedicaba el gran Miles Davis; sin citarlas textualmente, decían que los guitarristas tocábamos notas en exceso. Probablemente, porque el ver "todas las notas sobre el mástil" nos obsesionaba con ello.
Por otra parte, la mayor parte de repertorios están construídos en base a recurrentes obras, manidas hasta la saciedad una y otra vez. ¿ Pero quién va a querer acercarse a un concierto a escuchar por enésima vez el "Asturias"...?
En mi humilde opinión, a la guitarra clásica actual le hace falta YA un soplo de aire fresco. Andrés Segovia lo fue, interpretando cosas en ella que le eran ajenas hasta la fecha. Ese fue su mayor acierto.
Paralelamente, es curioso como ha mutado desde entonces el flamenco. En su época era una música injustamente infravalorada, cuando actualmente es el principal valuarte de la guitarra española en el mundo entero. Incluso en países completamente ajenos a su cultura, salen centenares de nuevos aficcionados constantemente; hoy por hoy es una música de culto, que comparte escenario en festivales internacionales de jazz y no logra más que triunfos.
También es especialmente destacable la creciente corriente de guitarristas intérpretes de acústica, mucho de los cuales están triunfando a base de EXCELENTES composiciones modernas, y no pongo nombres porque la lista es muy, muy extensa - y ese tema requeriría todo un nuevo hilo para él sólo -.
El nuevo estilo de la guitarra acústica, en cierta manera surge como insumisión y rebeldía hacia el círculo conservador y cerrado que gira en torna a la guitarra clásica. Y bien sabemos todos, que ninguno de esos dos adjetivos son favorables para la gestación de cualquier forma de arte.
Para mí es ciertamente desafortunado que la mayor "frescura" - el verdadero avant-garde, para quien guste del término - en cuanto a lo que a composición guitarrística moderna se refiere, nos sea entregado en manos de la guitarra acústica.
... Pues desde mi humilde punto de vista, la comparativa sonora entre guitarra española y acústica es semejante a la existente entre el piano de cola y el clave.
Por lo que, volviendo sobre el texto original de la reflexión:
Mi respuesta es que deberíamos de aprender a exhibir menos técnica y mostrar al público nuestra música más transparente y sincera, impregnada con la realidad e inquietudes de la vida moderna."¿Será entonces culpa de los intérpretes que no se han sabido desarrollar una técnica que permita poner a la guitarra a una categoría en la que el resto de músicos nos respeten?"
Un cordial saludo
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