No había leído tu respuesta Julio,
en contraste es curioso la anécdota que aparece en una carta de Segovia dirigida a Ponce, fechada el 22 de octubre del año 1940, en la que extraigo lo siguiente:
"Está villalobos al frente e una embajada musical del Brasil. [...] La presentación de Villalobos como conferenciante, en la Universidadm decepcionó a la concurrencia. el primer concierto de música de cámara, a pesar de que los instrumentistas no son malos, se vió ya escasamente concurrido e hizo pésima impresión. La música era temible, la de Villalobos, sobre todo. La de otros compositores, ulgar y tonta. El concierto sinfónico que siguió a ese, tuvo todavía menos gente y ésta torcia el morro al oir los rugidos del pinao en el Concierto para orquesta y dicho instrumento, propiedad de Villalobos, y los lamentos maacabros del Cello, cuando le tocó a él su turno. Era cosa de felicitaer al compositor de esta manera aproximadamente, "Le feliito sinceramente, porque a conseguido usted que la obra resulte tan horrible como deseaba..." [...] Por consiguiente, toda la pompa con que Villalobos y su hueste ha sido presentado, no alcanzó ninguna eficacia pública"
Y de la relación Villalobos y Ponce...
"Villalobos me dijo que te conocía de París (refiriendose a M. M. Ponce) y hasta que algunas veces solía Clema ir a su casa a pasar algunas horas con su mujer... Vino a casa provisto de seis preludios para guitarra, dedicados a mí, y que unidos a los doce estudios anteriores, forman dieciseis obras. De ese crecido número de composiciones no te exagero al decirte que la unica que sirve es el estudio en mi mayor, que me oiste practicar ahí. Entre los dos de la ultima hornada, hay uno, que él mismo intento tocar, de un aburrimiento mortal. Intenta imitar a Bach y a la tercera fase de una progresión descendete - de una regresión, por lo tanto - con que principia la obra, dan ganas de reir... No pude entonces resistir a la tentación de darle a conocer la suite en la menor que tu me escribiste... Aguardé un rato, para que la comparación no fuese demasiado violenta, toqué entre tanto el concierto de Castelnuovo, acompañado por Paquita, y despues, toqué la Suite, sin previa aclaración. pasage por pasage, número por número, era un constante gesto de placer y de sorpresa por parte suya. Y repetía: "No hay nada como Bach. Es admirable. Delicioso"... Cuando acabé, le dije: ¿Sabes quien ha escrito eso? Y él, que se quedó muy extrañado ante la posibilidad de que lo hubiese escrito otro que no fuese Bach, dijo: "¿Quién?" Pues Manuel Ponce, dejé caer suavemente... Su asombro fue verdadero y no se tomó el trabajo de disimularlo... A partir de ese momento, toqué varias cosas tuyas que tengo ahora en estudio. [...] Acabamos tocando más de siete veces consecutivas el trozo de tu Concierto... Y dijo textualmente: "El de Castelnuovo está muy bien, pero éste es obra de un músico que sabe y que al mismo tiempo tiene un gran corazón de artista..."