Buenos días.
Agradezco sobremanera a Bonifacio que haya vuelto a poner este tema sobre el tapete. En primer lugar, porque no había reparado en este hilo del foro, lo que me ha dado ocasión a leer todas las aportaciones al tema con detenimiento, lo que me ha proporcionado considerables conocimientos, y en segundo lugar porque considero el tema de gran interés para todos nosotros.
El hecho de que yo no construya guitarras para vender (lo que me da un cierto grado de libertad) y el que me sobre tiempo para dedicarlo a esta actividad sobre otras aficiones (lo que me permite experimentar con transgresiones sobre la norma), son los principales condicionantes que han ido convirtiendo poco a poco este taller en un centro de física recreativa aplicada a la guitarra, más que en un taller guitarrero estándar, ya que aquí cualquier sugerencia de mejora o cualquier ocurrencia (propia o ajena) con visos de solución de algún problema de construcción, son casi siempre comprobadas en la práctica. Naturalmente, los fracasos obtenidos vienen siendo hasta ahora más numerosos que los éxitos, pero en eso ando, en investigar (a lo pobre, pero investigar al fin y al cabo).
El tema de la solera ha sido últimamente uno de los preferidos en mis actividades y al que más trabajo y experimentación he podido dedicar. Quizá algún día, si Dios me da salud, pueda aportar al foro datos interesantes que nos permitan incorporar algunas mejoras a lo que ya conocemos, aunque para ello hay que estar muy seguro de la validez de tales aportaciones, lo que exige más tiempo y más trabajo del realizado hasta ahora. Por ahora, aquí se van amontonando muchos planos y variados modelos de solera, cada una de ellas con sus ventajas e inconvenientes.
He probado también a trabajar sin solera, es decir, sobre una superficie plana, confeccionando para ello una plantilla hueca de adaptación, en corcho, que permite igualmente conseguir el abovedado deseado de la tapa y el correspondiente encolado del varetaje, con y sin aplicación de calor.
Finalmente, respondiendo a Rondallo, quiero decirle que a la barra armónica inferior necesariamente hay que darle la curvatura debida en su lado de encolado, pues las barras es muy difícil que puedan deformarse por efecto de las varillas tensoras, por muy robustas que éstas sean. Y que las varetas, por su flexibilidad, adoptan la curvatura pero no la forma ya que ésta sigue siendo la misma y solo cambian su forma con las operaciones de acabado sobre las mismas, una vez ya encoladas.
Saludos.