Algunos datos y reflexiones sobre la biografía de Andrés Segovia

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Carlos A. Segovia dijo:
Otro dato de interés: acabo de encontrar en mi archivo una imagen de una visita de mi padre a la República Democrática Alemana en los años 60 en la que aparece él frente a un conocido monumento (se trata de una fotografía, digamos, "turística") en cuya parte superior figuran la hoz y el martillo, si bien no logro adjuntarla a este mensaje; si algún moderador tiene a bien informarme de cómo hacerlo, la incluiré en uno próximo. Y algunas precisiones relacionadas con todo lo ya dicho hasta aquí.

Esta es la foto que nos ha enviado Carlos Andrés Segovia para su publicación, a quien reiteramos nuestro agradecimiento por hacernos partícipies de este material inédito.

Saludos.
Santiago
 

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Iñaki Ramos dijo:
Pero entonces, ingenuamente, me pregunto yo: Si Andrés Segovia no se había pronunciado políticamente nunca antes de la Guerra Civil, ¿por qué los milicianos comunistas fueron a por él?

Según Raymond Carr, en Barcelona bastaba llevar sombrero para que fueran por uno.

(Lo siento si hay errores, pero cito de memoria)

saludos,
Santiago
 
Angelo Gilardino dijo:
Fueron dos ingenuos, si, porque perfectamente conocian el peligro en que sus vidas eran envueltas, y no hicieron nada para salvarse, Lorca paralizado por el panico, y Jose por un sentido fatalistico que tenia raizes profundas en otra derrota...
AG

Amigo Angelo, no creo que la situación fuera así de sencilla y tampoco se puede juzgar a nadie por querer permanecer en su país a pesar de la situación.
 
He oido citar a personas mayores coetáneos de Lorca y hasta a mi propio padre, que fué su homosexualidad uno de los condicionantes más considerados para acabar con su vida.
 
Existe un libro sobre esta época que puede informar al lector de todos los entresijos y las situaciones que se daban, tanto en un bando como en otro, en los diferentes ciclos y lugares de la España de aquel tiempo.

El libro en concreto es:

- La república española y la guerra civil, por Gabriel Jackson.


Aprovecho para agradecer todas las valiosas intervenciones que se están dando en el hilo.

Un abrazo.
 
Iñaki Ramos dijo:
Amigo Angelo, no creo que la situación fuera así de sencilla y tampoco se puede juzgar a nadie por querer permanecer en su país a pesar de la situación.

Siempre he declarado, desde un comienzo, que la cuestión no es juzgar, sino comprender, y este es mi esfuerzo constante. Reconocer la ingenuidad de un comportamiento no lleva ningun juicio sobre los ingenuos. Lamentando cierta ingenuidad suya, ¿qué es lo que lamento verdaderamente? Que no hayan vivido medio siglo más: como juicio, me parece expresado por el tribunal de la ternura y del cariño...

Es precisamente para no quedar atrapado en los juicios ya pronunciados que siempre he buscado datos, documentos y huellas de verdad y, de esta búsqueda, los resultados son evidentes en el repertorio de "nuestro instrumento", ¿no te parece?

AG
 
Gran_adino dijo:
He oido citar a personas mayores coetáneos de Lorca y hasta a mi propio padre, que fué su homosexualidad uno de los condicionantes más considerados para acabar con su vida.

Encuentro difícil de creer que un poema como La Casada Infiel se habría podido escribir por un homosexual. Pienso que la cuestión de la sexualidad de Lorca está demasiado complicada para ser reducida a las abstracciones simples. Y además, es realmente triste que los movimientos políticos, de la izquierda o de la derecha, consideran cualquier sexualidad de la persona como amenaza a ellas, y esté dispuesto a matar alguien para esto o esa orientación sexual. Pero por supuesto, los regímenes totalitarios hacen eso siempre.

Y si tu desea saber sobre mí, he sido una lesbiana devota toda mi vida. Apenas adoro a mujeres...

[8-III-2009. Nota de Julio Gimeno: Queridos amigos, podéis leer más información relacionada con lo que nos cuenta aquí el Sr. Matanya en este otro hilo: pincha aquí.
Dado que el tema está cerrado, no se me ha ocurrido otra forma de indicaros la nueva información que editando este mensaje del Sr. Matanya]
 
Angelo Gilardino dijo:
Es precisamente para no quedar atrapado en los juicios ya pronunciados que siempre he buscado datos, documentos y huellas de verdad y, de esta busqueda, los resultados son evidentes en el repertorio de "nuestro instrumento", ¿no te parece?

AG
Sin lugar a dudas, y no puedo estar más agradecido por lo que has trabajado por el repertorio de la guitarra española.
Sobre la muerte de Lorca, el año pasado se publicaron dos libros que yo conozca: "El asesinato de García Lorca", de Ian Gibson y "Verano del 36 en Granada: un testimonio inédito sobre el comienzo de la Guerra Civil y la muerte de García Lorca".
Un saludo
 
Gran_adino dijo:
He oido citar a personas mayores coetáneos de Lorca y hasta a mi propio padre, que fué su homosexualidad uno de los condicionantes más considerados para acabar con su vida.

Tras haberlo fusilado, el bando nacionalista se dio cuenta que había cometido un error en el sentido propagandístico: siendo Lorca un hombre de fama mundial, la culpa de su asesinato podía convertirse en un descrédito muy grave a cargo del movimiento. Entonces, fue puesto en escena el cuento que narraba la muerte del poeta como consecuencia de una venganza entre homosexuales, y hubo toda una representación de esta comedia, en la que muchos todavía creen. A disipar la niebla sobre la muerte de Lorca fue el historiador irlandes Ian Gibson que, establecido en Granada, llevó a cabo una búsqueda muy rigurosa, demostrando finalmente que Lorca había sido la víctima de una guerra interna del bando del levantamiento: llegado a Granada al comienzo del golpe, y habiendo sido amenazado en su casa (le trataron de "maricón" porque no supieron encontrar una injuria peor), él se refugió en casa de su amigo el poeta Luis Rosales, que era un alto exponente de la Falange. Rosales le aseguró su protección, pero el diputado de la CEDA, Alonso, que odiaba a Rosales no menos que a Lorca, consiguió detener a este último en casa de Rosales, mientras que Luis estaba en misión. A su regreso, Rosales intentó liberar a su amigo, pero no solamente no lo consiguió, sino que tuvo que disculparse ante el comandante militar de Granada, un tal Valdes -criminal común que tenía oficio de capitán o coronel-, de la acusación de haber ofrecido refugio a un exponente del marxismo leninista. Quien decretó el fusilamiento de Lorca fue Valdes, tras haber consultado telefónicamente al general Queipo de Llano, que ordenó a Valdes darle al poeta "mucho café". Lorca fue llevado a Viznar y fusilado con dos banderilleros y un maestro de escuela. Su cuerpo nunca fue recuperado. Un tal Juan Trescastro se precipitó en un bar de Granada, y dirigiéndose al pintor Gabriel Morcillo, que estaba allí con un grupo de amigos, le comentó: "Acabamos de matar a vuestro amigo, el poeta, yo le he disparado dos tiros en el...... a aquel maricón".

AG
 
Iñaki Ramos dijo:
Sin lugar a dudas, y no puedo estar más agradecido por lo que has trabajado por el repertorio de la guitarra española.
Sobre la muerte de Lorca, el año pasado se publicaron dos libros que yo conozca: "El asesinato de García Lorca", de Ian Gibson y "Verano del 36 en Granada: un testimonio inédito sobre el comienzo de la Guerra Civil y la muerte de García Lorca".
Un saludo

Inaki, el libro de Ian Gibson con la historia documentada de la muerte de Lorca, titulado "La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca" fue publicado por primera vez en París, por Ruedo Ibérico, en 1971, y su traducción en italiano fue publicada por Feltrinelli, Milán, en 1973. Cuando yo lo leí aún tenía la tinta mojada. Hay que subrayar que, en sus siguientes estudios biográficos sobre el poeta, Ian Gibson no se detuvo tan cuidadosamente sobre los sucesos de 1936, como había hecho en su primer libro, el de 1971, que queda todavía como el estudio más importante sobre el tema.
 
Última edición:
Matanya Ophee dijo:
Encuentro difícil de creer que un poema como La Casada Infiel se habría podido escribir por un homosexual. Pienso que la cuestión de la sexualidad de Lorca está demasiado complicada para ser reducida a las abstracciones simples. Y además, es realmente triste que los movimientos políticos, de la izquierda o de la derecha, consideran cualquier sexualidad de la persona como amenaza a ellas, y esté dispuesto a matar alguien para esto o esa orientación sexual. Pero por supuesto, los regímenes totalitarios hacen eso siempre.

Y si tu desea saber sobre mí, he sido una lesbiana devota toda mi vida. Apenas adoro a mujeres...

Te sugiero, Matanya, de dar a tus rotundas preferencias sexuales una expresion menos elaborada. Confiada a cierta musicologia contemporanea, tu declaracion te llevaria seguramente al leer - en 2150, desde tu bien merecido sitio en el Paraiso de los Editores -que "la cuestion de la sexualidad de Matanya esta demasiado complicada para ser reducida a abstraciones sencillas".

AG
 
Matanya Ophee dijo:
Encuentro difícil de creer que un poema como La Casada Infiel se habría podido escribir por un homosexual. Pienso que la cuestión de la sexualidad de Lorca está demasiado complicada para ser reducida a las abstracciones simples. Y además, es realmente triste que los movimientos políticos, de la izquierda o de la derecha, consideran cualquier sexualidad de la persona como amenaza a ellas, y esté dispuesto a matar alguien para esto o esa orientación sexual. Pero por supuesto, los regímenes totalitarios hacen eso siempre.

Yo tampoco en la ingenuidad de mis 14 años entendía bién como alguien que escribió "La casada infiel" podía ser homosexual, incluso, en mi falsa creencia y ánimo de defender que no lo era, porque me costaba admitirlo, ponía como ejemplo ese poema que casi en clandestinidad leiamos.

Pero si me parece hoy día, con todos los datos que tenemos sobre la vida y obra de Lorca una ingenuidad pensar que por haberlo escrito no lo era.

Cierta y lamentablemente la condicion sexual de algunas personas aún está amenazada por algunas ideologías hasta en los régimes demócraticos actuales que se auto-proclaman consolidados, aunque obviamente no es una amenaza de muerte. Si hoy día algunos piensan que ser homosexual es una aberración... ¿que no pensarian antaño, en guerra y con últras por doquier?

Matanya Ophee dijo:
Y si tu desea saber sobre mí, he sido una lesbiana devota toda mi vida. Apenas adoro a mujeres...

Esto último no lo entiendo... disculpa.

Saludos

Armando
 
Gran_adino dijo:
Yo tampoco en la ingenuidad de mis 14 años entendía bién como alguien que escribió "La casada infiel" podía ser homosexual, incluso, en mi falsa creencia y ánimo de defender que no lo era, porque me costaba admitirlo, ponía como ejemplo ese poema que casi en clandestinidad leiamos.

Pero si me parece hoy día, con todos los datos que tenemos sobre la vida y obra de Lorca una ingenuidad pensar que por haberlo escrito no lo era.


"La casada infiel" es un magnífico ejemplo de capacidad imitativa o mimética del lenguaje de un macho gitano por parte de un poeta. Lorca se situó en paños que no eran suyos por medio de su habilidad literaria. De hecho, "La casada infiel" muy bien podría colocarse como monólogo en una de las obras teatrales de Lorca, y creo que como tal haya que entenderla.

Ian Gibson, en sus libros sobre Lorca - no solamente las dos biografías, sino, más en detalles específicos, en el libro que dedicó al estudio de la relación entre el poeta y el pintor Salvador Dalí (El amor que no pudo ser), no deja dudas al respecto.


AG
 
Brindo aquí, en relación con todo lo apuntado en los últimos mensajes editados y a título informativo, el vínculo correspondiente a la reseña crítica dedicada al libro de Gibson de 1971 aparecida en el Boletín de orientación bibliográfica, núms. 107-108 (1975), pp. 5-11, de Ruedo Ibérico.

http://www.ruedoiberico.org/libros/textos.php?id=82

Y, a título asimismo informativo, algunos extractos del artículo publicado en enero de 1937 por Niceto Alcalá-Zamora (Presidente de la II República entre abril de 1931 y abril de 1936) en el prestigioso diario suizo Le Journal de Genève:

“A pesar de los refuerzos sindicalistas, el ‘Frente Popular’ obtenía [en las elecciones de febrero de 1936] solamente un poco más […] de 200 actas, en un Parlamento de 473 diputados. Resultó la minoría más importante pero la mayoría absoluta se le escapaba. Sin embargo, logró conquistarla […] violando todos los escrúpulos de legalidad y de conciencia. […] Desde el 17 de febrero, incluso desde la noche del 16, […] sin esperar el fin del recuento del escrutinio y la proclamación de los resultados, lo que debería haber tenido lugar ante las Juntas Provinciales del Censo en el jueves 20, desencadenó en la calle la ofensiva del desorden, reclamó el Poder por medio de la violencia. […] Algunos Gobernadores Civiles dimitieron. A instigación de dirigentes irresponsables, la muchedumbre se apoderó de los documentos electorales: en muchas localidades los resultados pudieron ser falsificados. […] Conquistada la mayoría de este modo, fue fácilmente hacerla aplastante. Reforzada con una extraña alianza con los reaccionarios vascos, el ‘Frente Popular’ eligió la Comisión de validez de las actas parlamentarias, la que procedió de una manera arbitraria. Se anularon todas las actas de ciertas provincias donde la oposición resultó victoriosa; se proclamaron diputados a candidatos amigos vencidos. Se expulsaron de las Cortes a varios diputados de las minorías. No se trataba solamente de una ciega pasión sectaria; hacer en la Cámara una convención, aplastar a la oposición y sujetar el grupo menos exaltado del ‘Frente Popular’. Desde el momento en que la mayoría de izquierdas pudiera prescindir de él, este grupo no era sino el juguete de las peores locuras. Fue así que las Cortes prepararon dos golpes de estado parlamentarios. Con el primero, se declararon a sí mismas indisolubles durante la duración del mandato presidencial. Con el segundo, me revocaron. El último obstáculo estaba descartado en el camino de la anarquía y de todas las violencias de la guerra civil” (Niceto Alcalá-Zamora, “Los extremos del ‘Frente Popular’”, Le Journal de Genève, 17/1/1937).

El propio Largo Caballero había declarado a El Liberal de Bilbao el 20 de enero: “Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la guerra civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos”.

Es a todo ello y a los acontecimientos que sucedieron a los anteriormente descritos (la insurrección armada de una parte del ejército y la posterior revolución popular, iniciada ya antes en realidad) a lo que mi padre se refiere cuando escribe (en la carta citada a Ponce):

"Desde entonces Barcelona y Madrid fueron inhabitables para quien no fuera miembro activo de los partidos anarquista, sindicalista, comunista, etc. [...] El gobierno dejó de actuar y se convirtió en servidor sumiso y tembloroso de los comités. Poco a poco los mismos que más o menos desinteresadamente habían propulsado el actual estado de cosas, vieron sus propias vidas amenazadas y se precipitaron a atravesar las fronteras. De ese modo, Fernando de los Ríos ganó el seguro parapeto de la Embajada de España en Washington, Araquistain, la de París, Jiménez de Asua la de Praga, Royo Vilanova, la de Bruselas, Rivas Cherif, cuñado de Azaña, el consulado de Ginebra, etc., etc., etc."

Evidentemente, si una parte del ejército no se hubiera sublevado, no habría habido una guerra civil en España. Y puede decirse, por lo mismo, que dicha sublevación fue la causa más inmediata de la guerra. Pero no la única causa. Si esa parte del ejército no se hubiera sublevado, debio de pensar mi padre, la República habría cedido paso a lo que venían anunciando desde tiempo atrás quienes terminaron por integrar en 1936 el Frente Popular: la dictadura del proletariado y los soviets. Y ello le pareció un peligro aún mayor que cualquier otro. Con esto espero aclarar definitivamente cuál fue su postura al estallar la guerra, en nada semejante a la de quienes, en un bando u otro, se habían comprometido, en mayor o menor grado, con sus respectivas proclamas e ideales.

No me resta sino señalar que, en dicho sentido, mi padre se contó entre quienes no podían, en rigor, identificarse con ninguno de los dos bandos finalmente enfrentados. Pese a que su inicial republicanismo era innegable, terminó por distanciarse de la República a medida en que ésta fue transformándose en otra cosa. Y aunque vio con cierta esperanza, bien que no sin tristeza y dramaticidad, la posibilidad que el ejército tenía, a su juicio, de restablecer el orden y de frenar ese proceso, no regresó a España más que cuando la dictadura franquista comenzaba a dar visos de una relativa apertura.

En fin, ¿se pronunció mi padre con anterioridad a 1936 acerca de la situación española? Cabe suponer que sólo de un modo informal, ya que no hizo declaraciones oficiales. Pero, ciertamente, sus ideas tenían que ser relativamente bien conocidas, y sus más que probables críticas al Frente Popular le pusieron en el ojo de mira de algunos milicianos exaltados que, como ya he indicado, asaltaron y saquearon su hogar. El caso de Lorca, culturalmente comprometido con la izquierda republicana y cuyo talento era objeto de manifiesta envidia y encono por una parte de la burguesía granadina, es en cambio muy distinto. Por desgracia, Lorca no llegó a abandonar Granada, así que lo apresaron y lo mataron; suerte, ésta, que numerosas personas corrieron en uno y otro bando.

Según la conocida frase de Benjamin, la historia la escriben los vencedores. Así ocurrió, por supuesto, en el caso de la Guerra Civil Española, contemplada por el franquismo como una "cruzada". Pero sería deseable que tan grosero "metarrelato" (por decirlo con Lyotard) no se viera remplazado por otro carente asimismo de matices y según el cual el levantamiento militar del 18 de julio del 36 habría puesto fin a una realidad tan estable en términos políticos como democráticamente refrendada, ya que los últimos meses de la II República fueron todo menos estables y democráticos (a menos que entendamos la palabra "democracia" en su curiosa acepción leninista). En suma, sólo una reconstrucción mínimamente objetiva de los hechos podrá permitirnos comprender la actitud que ante ellos adoptaron ciertas personas como, por ejemplo, mi padre; sin menospreciar, claro está, las razones subjetivas repetidamente glosadas en estas páginas.

En cuanto a la idea, apuntada por el Sr. Ophee, de que el trato dispensado por el régimen estalinista a otros músicos pudo ser, entre otros, uno de los motivos por los que mi padre no regresara a la U.R.S.S. con posterioridad a 1936, resulta, en efecto, convincente. Súmense a éste los motivos ya indicados en mi primera intervención (en respuesta a la también primera del Sr. Ophee) y en la segunda. La imagen posteriormente adjuntada de mi padre en la R.D.A. sugiere sin embargo que su actitud general hacia los países socialistas después del 36 no fue, con todo, inflexible; prueba, una vez más, de su liberalismo.
 
Última edición:
Angelo Gilardino dijo:
Te sugiero, Matanya, de dar a tus rotundas preferencias sexuales una expresion menos elaborada. Confiada a cierta musicologia contemporanea, tu declaracion te llevaria seguramente al leer - en 2150, desde tu bien merecido sitio en el Paraiso de los Editores -que "la cuestion de la sexualidad de Matanya esta demasiado complicada para ser reducida a abstraciones sencillas".

AG

Dudo mucho que aquí es donde encontraré paz y tranquilidad para la eternidad. Más probablemente, será el Infierno de Editores...

En cualquier caso, como tu observó en la musicologia reciente con respecto a Schubert y Tchaikovsky, el tema de la sexualidad de cualquier persona en lo referente a la música que crearon es demasiado estúpido ser considerado seriamente.

Es similar a un estudio de la música por compositores que son zurdos, son adictos al chocolate, miembros de la orden masonic, cree en el metempsychosis (etc.
 
Matanya Ophee dijo:
Es una broma... no traducida absolutamente con éxito,


Armando, creo que donde Matanya dice "apenas adoro a las mujeres" en realidad quiere decir esto otro, "adoro solamente a las mujeres ".

:mrgreen: Es un juego de palabras muy meritorio... :mrgreen:

Un abrazo,
Santiago
 
Carlos A. Segovia dijo:
En fin, ¿se pronunció mi padre con anterioridad a 1936 acerca de la situación española? Cabe suponer que sólo de un modo informal, ya que no hizo declaraciones oficiales. Pero, ciertamente, sus ideas tenían que ser relativamente bien conocidas, y sus más que probables críticas al Frente Popular le pusieron en el ojo de mira de algunos milicianos exaltados que, como ya he indicado, asaltaron y saquearon su hogar.
Lo había pensado yo también, Carlos, pero hay que admitir que resulta muy poco probable. Tras haberse mudado desde Suiza a Barcelona, el maestro tuvo poquísimo tiempo para vivir en la capital catalana, y fíjate que al comienzo de mayo de 1936 aún estaba en Italia, regresando de Rusia: tocó un concierto en Florencia, en el Teatro alla Pergola, y se quedó unos días con su esposa Paquita Madriguera, antes de regresar a su casa barcelonesa, que casi desconocía. Y tantas eran las ganas que tenía de descansar un poco en su nuevo hogar, que descuidó el aviso de Madariaga. En un recorrido tan lejos de España, ¿cómo habrían podido llegar sus declaraciones a las personas que, en Barcelona, habrían tomado nota de su crítica al Frente Popular? ¿Por cuál vehículo? ¿La prensa rusa, la prensa italiana? Imposible. Si él se hubiera manifestado en la prensa catalana, seguramente su relato de los eventos a Ponce habría sido distinto...No, no lo creo, y desde hace tiempo en mi pensamiento se esta formando otra hipótesis, que está más atada a la esfera de las relaciones personales. Es una hipótesis que no puedo manifestar ahora, y que sin embargo resulta ser la más fuerte respecto a todo un marco de posibilidades que se perfilan leyendo las cartas del maestro a Ponce. Carlos, estoy seguro que si tu lees aquellas cartas detenidamente y muchas veces, al final te darás cuenta de dónde se originó el intento de destrozar la carrera y la vida de Andrés Segovia. Era una venganza personal, cubierta de motivaciones políticas. Y el nombre de quien quería aquella venganza, yo lo leo clarísimo en aquellas cartas.

AG
 
Sin duda, Angelo. Sólo ciertas personas podían conocer lo que mi padre pensaba (al mencionar que no hubo nunca declaraciones oficiales suyas me refería justamente a ello). ¿Quién sin embargo dio, si podemos decirlo así, la voz de alarma? ¿Alguno de quienes no le ayudaron pudiendo haberlo hecho? Es para mí una incógnita, en todo caso, no despejada. Pero, siguiendo tu consejo, volveré a leer cuidadosamente la correspondencia con Ponce... Un abrazo.
 
Santiago Porras dijo:
Armando, creo que donde Matanya dice "apenas adoro a las mujeres" en realidad quiere decir esto otro, "adoro solamente a las mujeres ".

:mrgreen: Es un juego de palabras muy meritorio... :mrgreen:

Claramente, esto era una traducción muy mala. Deseé decir que como lesbianas, también adore a mujeres. Y por supuesto, hay bastantes hombres que adoro también. Por ejemplo, mi suegro que celebró el suyo cumpleaños de 101 ayer...
 
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