Re: El Alma En La Guitarra
Hola, Soy nuevo por aquí y me ha encantado encontrarme temas como este. Muchas gracias a todos por vuestras aportaciones.
Me gustaría aportar mi granito de arena a este tema. Ante todo aclarar que no soy luthier, ni científico, ni ingeniero, ni nada parecido. Tan solo un entusiasta al que le interesa enormemente el tema de la construcción, el diseño y la estructura de la guitarra.
En mi humilde opinión hay un problema básico a la hora de diseñar una guitarra clásica que produzca mayor volumen del habitual y que creo que no se ha mencionado de momento en este tema. Mayor volumen es una característica que sin duda muchos anhelan y a otros simplemente les da igual y son felices con sus instrumentos sin pedirles ni esperar mayor volumen del que se considera "normal" (Si es que para esto hay una norma).
Primero puntualizar un par de conceptos. No debe confundirse volumen con proyección, ya que muchas veces se habla indistintamente de ellos como una única cosa... o casi. Lógicamente hay una relación directa entre ellos, pero son cosas bien distintas. Una guitarra puede no tener mucho volumen aparente y sin embargo proyectar muchísimo. Qué quiere decir esto? Cuando tocamos esa hipotética guitarra que menciono puede no sonarnos muy alta desde la posición del ejecutante ni a un amigo que tenemos justo nuestro lado, pero sin embargo un oyente a varios metros por delante de ella podrá oirla potente, clara y nítida. Eso es proyección, aunque una guitarra no tenga necesariamente un volumen reseñable puede tener una proyección importante y viceversa. Una guitarra a una distancia íntima, es decir tocándola o estando en sus inmediaciones puede tener mucho volumen a juzgar por lo que nuestros captan, y sin embargo perderse rápidamente en el aire y ese oyente a unos metros no oirla demasiado clara ni presente. Esa guitarra tienen volumen pero no proyección. Lo ideal es obviamente buscar ambas cosas, tan solo he presentado estos casos un tanto extremos por aclarar conceptos.
No es nada sencillo conseguir maximizar volumen y proyección a la vez ya que en cierto modo una actúa en contra de la otra. La energía en la guitarra es lógicamente limitada. No hay más de la que las cuerdas pueden producir al pulsarlas y por muy bien que aproveche esa energía una guitarra, ese es el límite máximo al que ni siquiera se puede llegar en la práctica ya que siempre habrá pérdidas. La cuestión es como hacer el reparto, o dicho de otro modo, qué nos interesa más, que un instrumento suene al máximo para el guitarrista y personas que estén muy próximas a la guitarra? O bien que la oiga perferctamente una audiencia situada en sus asientos a varios metros? Como ya he dicho, la energía de una guitarra está limitada, si proyectamos la mayor parte de esa energía hacia delante nos queda poca cosa que oir desde la posición del ejecutante y por el contrario, si hacemos que el sonido "se quede", nuestra audiencia no se enterará demasiado bien de lo que estamos tocando.
Además de este mayor o menor enfoque del sonido hay otra cuestión que es la percepción del oído humano. Nuestra máxima sensibilidad se encuentra entorno a los 3 KHz. Una guitarra que tenga un pico resonante en torno a esa frecuencia la oiremos aparente más alta o con mayor volumen y claridad que otra que tenga un pico de resonancia en una frecuencia más baja, aunque este pico sea mayor que el de la primera guitarra, simplemente porque nuestro oído lo "oye" o capta bastante mejor. Aquí teneis la curva de la sensibilidad del oído.
Como podréis apreciar, a medida que nos desplazamos hacia los graves la sens¡bilidad cae notable y progresivamente, por esa razón para oir frecuencias graves, por ejemplo en un equipo de megafonía de varias vías necesitaremos amplificadores mucho mayores en la banda de graves que en la de medios para oir una reproduccón equilibrada. Dicho de otro modo el oído necesita mucha mayor excitación (o nivel de presión sonora) a frecuencias graves para apreciar que un sonido grave tiene la misma "intensidad" o volumen aparente que uno medio-agudo.
A que viene toda esta charla? Bien, la guitarra clásica se caracteriza por su tono cálido, dulce y redondo. Sus cajas tienen sus resonancias fundamentales bastante bajas, por lo general por debajo de los 110 Hz. Una zona en la que el oído es bastante ineficaz. Podríamos optimizar mejor la energía de forma que el oído interprete que nuestro instrumento produce mayor volumen aparente? Si, es sencillo, tan solo hay que desplazar esa frecuencia fundamental hacia arriba, si la fijamos por ejemplo en 250 Hz para esta nueva guitarra ( con ello desplazaremos también todos sus modos resonantes), el resultado será que nuestra guitarra nos sonará más alta que la otra con resonancia a 110 Hz. Sencillo, no? Pero esto trae consecuencias, nos hemos cargado el timbre de la guitarra clásica. Ya no sonará tan profunda, redonda y cálida, los 250 Hz suenan bastante "nasales" y nos parecerá que tiene graves mucho más pobres, pero eso si, la oiremos más alta, o con más volumen, o como lo queramos llamar.
Otro modo de hacerlo es dejando la frecuencia resonante principal de la caja donde estaba, pero trabajar en el varetaje y la tapa de modo que consigamos un gran pico de resonancia cercano a esos 3Kz potenciando mucho uno de sus modos resonantes. Qué ocurrirá ahora? Evidentemente la guitarra sonará mucho, pero cómo? Áspera y dura, tal vez hiriente...
Bajo mi punto de vista este es el principal problema para conseguir mayor volumen y proyección aparente de una guitarra clásica. El timbre característico de este tipo de guitarras está muy establecido y definido. Hay formas sencillas de conseguir volumen y proyección más eficaz. Los casos más típicos son las archtops y las resonadoras, auténticas máquinas de proyectar y que a su vez no son precisamente agradecidas desde la posición del ejecutante, ya que lo "escupen" casi todo en la dirección opuesta. Pero son estos instrumentos aceptables bajo el punto de vista del repertorio clásico? Me temo que no. Será muy difícil convencer a los guitarristas clásicos de que sus instrumentos tienen que sonar "de otro modo" si quieren ser oídos por una audiencia. El gran reto que se plantea es aumentar el volumen eficaz manteniendo el timbre cracterístico de estas guitarras y que a su vez proyecten bien. Cosa nada fácil.