Lo que escribí básicamente, aunque no por este orden, que no refleja la importancia que cada asunto tenía para mí, era que ofrecía mi texto a la revisión de los moderadores, como ya hago cuando accedo al foro con sus normas, etc, etc... no me molesta lo más mínimo... y agradezco que veléis, en vuestra labor de moderación del foro, por la legalidad de éste...
Y al grano...
Del libro citado saco argumentos (las conclusiones del autor, sintetizadas de forma preliminar en el prefacio...) para completar lo que dije en otros mensajes...
Entre ellos que la música denominada “culta” no es interpretada por músicos más sensibles ni más inteligentes que los de la denominada “música popular”... (decía que para mí era obvio que nadie iba a rebatir esto directamente, pero que, a menudo, se sepulta esta tesis con una serie de actitudes observables entre gente del gremio dedicada a la música “clásica”)...
También recordando lo que había leído... todavía una ínfima parte del libro... escribía yo que comparto la opinión del autor sobre la relación entre música y sociedad... muy obvia también... este enfoque puede ampliarse hasta la detección de una relación entre las estructuras (y desarrollo de las mismas) que definen una determinada manifestación musical (como cualquier otra expresión cultural... o no) y el conjunto de relaciones propias de una sociedad X...
Las características musicales expresan esas características sociales... de alguna manera...
Antes puse mis floridos ejemplos:
a) sobre la ópera... un producto típico de una sociedad determinada... tomé algo de la línea del pensamiento de Thomas Heck en su biografía de Giuliani para ejemplificar la influencia de un fenómeno social sobre la producción musical, evolución y desarrollo de la música de un instrumento... que forma parte de la tradición musical “culta”
b) sobre la influencia de que la única radio de una aldea de Tanzania en la que una vez residió Polo Vallejo, tuviese o no pilas... esta influencia hacía que cuando alguien traía “cada mil años” unas baterías de la ciudad, la aldea dejaba de hacer música mientras duraban las pilas... se perdía la música... a favor de lo que echasen...
Luego hablé de que el libro, que cita el avance tecnológico acumulado y la mayor especialización y división del trabajo de nuestra sociedad occidental como determinantes en la evolución de nuestra música “culta”, dirige la atención al factor de la lectoescritura y el desarrollo de la notación musical “en occidente”.
A partir de ahí desvaríe y descubrí el mecanismo del chupete hablando de la sistematización de la expresión (musical), de la falsa seguridad que nos protege cuando nos aplicamos a seguir todos los protocolos desarrollados a posteriori sobre cualquier fenómeno (también musical, y también en jazz)... acabé diciendo que no niego que los sistemas estadísticamente funcionen, lo que sería negar cualquier organización o posibilidad del “orden” y cerrar los ojos a la ecología, la termodinámica, etc, etc, etc...
Diciendo, al final, que la sistematización no es más que una consecuencia... que ningún sistema se debe a sí mismo (puse el acento para que esto último tuviese un tinte ácrata que me arrancó una sonrisa muy agradable)...
Añado ahora:
¿sois de esos que compran los libros pensando en como le quedan puestos (ordenados, bajo un sistema) en la estantería, o los organizáis para ser capaces de leerlos cuando quereis?
Si sois la opción C (no los leo, porque no los encuentro, porque no los organizo de ninguna manera coherente con ningún criterio de recuperación de información, cuya puesta en práctica supone una inversión de energía superior a la disponible), riámonos a gusto... e intentemos sobrevivir...
Hala...
Se me quita el dolor de la pérdida...