
Originalmente escrito por
Julio Gimeno
A las 11:15, le llegó el turno al constructor de pianos
Emanuel Lardi, quien ofreció una conferencia titulada (en mi traducción del italiano): "La madera para la construcción de instrumentos".
Para profanos en el tema, como yo, los detalles que ofreció Emanuel Lardi sobre la picea o pino abeto, que se utiliza en las tapas de la guitarra, resultaron de gran interés.
Lardi vive en Suiza, en el arco sudalpino, un lugar que por la homegeneidad de las temperaturas es ideal para el crecimiento de los árboles de los que se extrae luego la madera para las tapas. Esta homogeneidad del clima favorece unos cambios lentos en los ciclos vegetativos y por tanto una veta más ceñida y uniforme de la madera. Por el contrario, los cambios bruscos de las estaciones ocasionan una veta más separada, con una mayor anchura de la estructura blanda de la madera.
Lardi hace un seguimiento exhaustivo de los árboles que considera apropiados. Por ejemplo, vigila el lugar donde crece el arból para que en invierno no reciba los primeros rayos del sol. Tras una noche a 25º bajo cero, la acción directa del sol sobre el árbol hace que éste se defienda creando bolsas de resina, algo no apropiado para la madera de las tapas.
Tras seleccionar el árbol adecuado y tras conseguir los correspondientes permisos, el pino abeto se corta por la noche, para que la linfa esté en su lugar. Lardi dice que últimamente se ha demostrado científicamente que los ciclos lunares tienen su influencia sobre la linfa, así que hay que buscar el día del mes más favorable.
Tras su tala, el árbol se deja unos meses en el suelo del bosque. Luego, se corta la madera o mejor se desgaja con cuñas. Por supuesto, se busca el corte radial para que los anillos de crecimiento estén perpendiculares a la superficie de la madera. En cabañas semi-cubiertas, la madera se deja reposar para su secado, durante cuatro años. Tras este laborioso proceso, ya está lista la madera para su adquisición por parte del guitarrero, que completará el secado antes de su utilización para fabricar el instrumento.
Al acabar la charla de Emanuel Lardi, los asistentes hicieron algunas preguntas. A mí me interesó especialmente la que le dirigió el constructor de guitarras
Josep Melo, en relación al "espejuelo". Es esta una característica que en España se ha considerado durante mucho tiempo como un defecto de la madera. Todavía se piensa así en algunos lugares, aunque Lardi tenía la opinión contraria, afirmando que la estructura celular conocida como "espejuelo", implica una mayor dureza y un peso específico más ligero de la picea y, por tanto, una mayor velocidad en la transmisión del sonido. El "espejuelo" aparece en un tanto por ciento muy pequeño de árboles y, según me explicó Josep Melo, los leñadores a veces saben si esa caraterística estará o no en un árbol antes de cortarlo, por la rugosidad de la corteza o por el sonido que produce al ser golpeado con el hacha.
Bookmarks