¡¡Qué lástima, Cirulo!!..., pero no te preocupes que la cosa tiene arreglo. Además, no quedará ni señal de la raja. Una vez arreglada tendrás que mirarla con mucha atención para notar algo. Se trata de una técnica que me enseñó hace algunos años mi maestro Alejandro González.
Voy a llamarte ahora mismo por teléfono para ver si llego a tiempo pues, conociéndote, es posible que ya estés intentando algo por tu cuenta.
Un abrazo
Bookmarks