Tapa armónica deformada, movimiento de la madera

Estimados amigos: Estando en la construcción de mi segunda guitarra, procedí a construir la tapa armónica.- La hice de abeto alemán calidad intermedia.- Le coloqué el clásico varetaje de Antonio de Torres: siete varetas en abanico: una central y tres de cada lado, más las dos que cierran el barrilete, en la parte inferior del abanico, que hacen contacto en sus puntas internas.-
Ocurre que terminé la tapa hace dos o tres meses y la guardé en un ropero en mi dormitorio.- Hoy la saqué para encolar al mástil, y comprobé que de la boca hacia abajo se había invertido el sentido de la comba de la tapa.- Es decir, cuando terminé de construirla, la comba de unos 3 mm en la zona del puente, tenía su carvatura en forma correcta, con caída hacia los bordes de la tapa, pero ahora la comba se convirtió en una concavidad y las varetas se arquearon en sentido contrario al que tenían principalmente las dos de más abajo que cierran el barrilete. Pienso esperar unas horas con la tapa en el taller, sacándola de su ropero y ver que pasa, si por o menos vuele a quedar nivelada aunque quede sin comba.- No obstante eso quisiera me enviaran sugerencias para su corrección.- Desde ya muy agradecido.-
Francisco
 
Hola Francisco:
De momento sólo se me ocurre humedecer la tapa (puedes sumergirla uno o dos minutos en agua templada), secar después sus superficies con una tela seca y volver a ponerla en el potrillo (sobre la solera y con los resortes colocados en los puntos de presión precisos) para dejar que seque en dicha posición durante 48 o 72 horas antes de encolarle el mástil y los aros. Una vez encolados éstos, es difícil que vuelva a deformarse.
Creo que esta contingencia nos ha sucedido a todos (a algunos más de una vez) y que, en estos casos, tan interesante es encontrar una solución para la misma como investigar la causa que la motivó. En mi caso, la atenta observación de las dos tapas que no pude corregir hace unos años (a pesar de mis intentos) y de las correspondientes varetas, tras retirarlas, me hizo pensar en que la causa de aquellas deformaciones podían ser defectos de varetaje. Desde entonces, siguiendo los consejos de mi maestro, elijo muy bien las tirillas de madera que dedico para confeccionar las varetas y (lo que es más importante) el lado de la tirilla que ha de ir encolado a la tapa, sometiendo cada tirilla a pruebas manuales de flexión en ambos sentidos y eligiendo para ello el lado de menor resistencia a la flexión. Desde que lo hago así ya no he vuelto a tener problemas.
Saludos
 
¿Y dónde estaría el problema que cause que la curvatura se invierta? ¿En que las varetas no tenían las vetas perpendiculares? Es curioso el asunto, y más después de que Restaurador ha comentado que nos "ha sucedido a todos", con lo que deduzco que es un problema bastante común. A mí nunca me ha pasado ni creo que me pueda pasar (de ahí mi pregunta) porque yo les doy forma curva a las varetas del abanico poniendo una tira de lija en la solera y lijando las varetas hasta que cogen la forma exacta de la solera. Una vez curvas las varetas no se me ocurre cómo pueden invertir esa curvatura, partiendo de que las varetas tienen las vetas perpendiculares a la tapa y a lo largo de la vareta (longitudinales, vaya, no transversales como la tira de refuerzo que se le pone al fondo por el interior de la guitarra)

Francisco, ¿y si pruebas a humedecer las varetas y dándoles calor despegarlas con sumo cuidado para construir otras y pegarlas de nuevo? Es que si se humedece la tapa y se fuerza antes de pegarla al mástil y a los aros como dice Restaurador...¿no podría curvarse de nuevo hacia dentro de la guitarra con el tiempo una vez construida la guitarra? Si se ha curvado ya es porque existen tensiones de las varetas y tapa que la "obligan" a curvarse así.... no sé, no me atrevería yo a construir una guitarra con esas tensiones.

De todas formas me encantaría leer comentarios a este tema, a ver qué dice la voz de la experiencia.

Por más que lo pienso, no se me ocurre cómo puede invertirse la curvatura de la tapa...
 
Estimados Restaurador y Arturo José: Quedé sumamente reconfortado con las explicaciones de ambos.- Es un tema que lo quiero trabajar con mucha seguridad siguiendo sus indicaciones.- Algo que no les dije es que aquí en mi ciudad estamos viviendo una atmosfera sumamente seca para el clima del Uruguay.- Alrededor de 40% cuando lo habitual son alrededor del 60%.-Debo informarles que el sintoma tiende a desaparecer cuando la tapa es sometida a aire más humedo.-En efecto antes de ayer dejé la tapa en el taller y al día siguiente había recuperado su forma.- Hoy que la limpiadora del taller me dejó una puerta abierta, se deformó nuevamente.- Ese es un dato.- Voy a ver mañana que ocurre ya que la voy a "encerrar" nuevamente.
En cuanto a las varetas en sí, les quiero hacer aclaraciones y formular preguntas.-Yo le coloqué varetas de 5x5 mm, pero sin darles forma previamente.- Pensé que con la presion de los resortes al encolarlas bastaría.- Así lo hice en mi primer guitarra y anduvieron bien.-También les hice la prueba de flexibilidad a mano y coloqué las partes más blandas en la zona de mayor vibración es decir alejadas de la barra armónica que va debajo de la boca.-No te entiendo Arturo José cuando dices que la veta de la vareta es perpendicular a la tapa.-Yo las confeccioné a lo largo de la veta de la tapa y así las coloqué.-Estoy equivocado?
Les voy a seguir informando que es lo que pasa con el asunto el movimiento dependiente del grado de humedad, y quiero ir redondeando una decisión final de acuerdo a lo que Uds me aconsejen mis amigos.
Muchas gracias desde ya.-
Francisco
 
Todos sabemos que las maderas no siempre son estables y muchas veces se curvan de manera espontánea. Es uno de los tipos de deformación que pueden adquirir al liberarse de las tensiones internas que mantienen su estabilidad en su situación inicial. Esto sucede al trabajar sobre ellas, recortarlas, afinarlas, teñirlas, encolarlas para unirlas a otras en una nueva posición estructural o al debilitarlas cuando las acuchillamos o las lijamos en las labores de acabado.

Los mecanismos de dicho proceso se basan, por lo general, en contracciones o acortamientos de las zonas más ricas en celulosa cristalizada (lignina) y por ello dotadas de mayor rigidez, o en dilataciones de las zonas más ricas en celulosa amorfa (más higroscópica), más deformables; y los motivos para que esto suceda pueden ser varios: humedad ambiente, sequedad, cambios bruscos de temperatura, malposiciones durante su almacenaje, etc., pero también se producen cambios por adquisición de nuevas tensiones internas, tras verse sometidas las maderas a posiciones forzadas que no tenían en su estado original (por ejemplo, en este caso concreto, al ser sometidas a deformación forzada para conseguir el abombado de la tapa).

Por otro lado la textura interna de una madera determinada, aún siendo bien elegida por el guitarrero, no siempre es uniforme en toda su extensión (eso sería lo ideal, pero desgraciadamente nunca es así) y por ello, a medida que la vamos trabajando, debemos someter su comportamiento a sucesivas comprobaciones (grosor, lisura, resistencia, flexibilidad, etc.) Pues bien, al testar las maderas y comprobar su flexibilidad, podemos observar que tanto la tapa como las varetas tienden siempre a curvarse con más facilidad hacia un lado que hacia el otro. Da igual que testemos las varetas en sentido perpendicular o paralelo a la dirección de sus vetas, o que en la tapa comprobemos la flexibilidad en sentido longitudinal o transversal a la dirección de las mismas; siempre hay un lado que ofrece menor resistencia a la maniobra y ése es el que deberíamos elegir para que quede en situación libre. Si en una tapa, por ejemplo, una de sus caras adquiere mayor convexidad al forzarla, ésa es precisamente la que debe quedar fuera del instrumento, aunque sea la menos vistosa para ello. Lo mismo sucede con las varetas: el lado que adquiere mayor convexidad es el que debe ir encolado a la tapa, ya que siempre debe quedar hacia el interior de la guitarra el lado más resistente, pues es el que cederá menos a las presiones externas. Obrando de esta manera, no veo motivo para tener que preformar las varetas dándoles curvatura en su superficie de apoyo.

Basándome en estas consideraciones, puedo responder a la pregunta de a_rturoj_ose referente a por qué una tapa, al deformarse, puede llegar a invertir la curvatura conseguida una vez envaretada. Y la respuesta no puede ser otra que la suma dos errores posicionales en el ensamblaje o encolado de sus componentes: error en la elección del lado de presentación de la propia tapa y error en el lado de encolado de las varetas o de la mayoría de ellas. Ésta sería la explicación lógica de lo que podemos llamar una "tapa rebelde".

A estas conclusiones he llegado poco a poco a partir de lo aprendido de mis maestros, a mis años de experiencia en observar defectos de construcción y detectar errores de montaje, durante los trabajos de reparación y restauración de instrumentos deteriorados, pero también por la lógica que entrañan, aunque no puedo asegurar que estas opiniones sean mejores que otras a las que hayan podido llegar otros compañeros artesanos.

Saludos.
 
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José María: Exelente tu exposición sobre los secretos de la madera que por supuesto los principiantes no sabemos.- Debo informarles dos cosas que la tapa con su mantenimiento durante la noche dentro del taller, que es una habitación mas humeda que el exterior, a recuperado bastante su "planicie" aunque perdió el bombe de la zona del puente.-Segundo que, ahora si en conocimiento de lo que es colocar la varetas en sentido paralelo o perpendicular a las vetas de la tapa- me lo enseñó ayer un carpintero amigo.- debo indicarles que encolé las varetas en sentido paralelo a las vetas de la tapa y no perpendicular.-Las varetas que mas se invierten son las dos de abajo que cierran el barrilete.- Se me ocurre que podría cambiar esas dos, pegando su veta en forma correcta- perpendicular a la veta de la tapa.- pero el tema es que tendrían que ser de madera distinta ya que no tengo mas abeto.-Te agradezco me aconsejes,.
Saludos
Francisco
 
Hola Francisco:
Que yo sepa, no hay ninguna ley en guitarrería por la que las varetas tengan que ser necesariamente de la misma madera que la tapa; es más, tampoco es necesario que sean todas ellas de la misma madera. Tanto hacer una cosa como otra puede ser conveniente, pero no necesario.
En la guitarra las varetas son un elemento estructural de la tapa y no un elemento armónico, como sí sucede con las barras limitantes de las distintas áreas de la misma (de ahí el nombre de "barras armónicas"). Su función principal es reforzar en su cara interna la superficie más desprotegida de la tapa, permitiendo que ésta tenga un grosor menor del que sería necesario para mantener una cohesión estructural suficiente con el resto de los componentes del instrumento y para permitir la consecución y el mantenimiento del abombado en el lóbulo inferior. Ello no quiere decir que las varetas no influyan en el sonido de la guitarra, puesto que van directamente adheridas a la mayor superficie vibrante de la tapa, confiriendo a ésta no sólo solidez sino, sobre todo, la rigidez necesaria para aguantar las tensiones procedentes del puente cordal y para que su capacidad vibratoria sea la más adecuada para obtener una buena respuesta a la excitación de las cuerdas.
Es posible que una tapa muy delgada o de una madera más delicada precise, para su buen funcionamiento y su durabilidad, de unas varetas más duras, más rígidas o de una madera con una densidad mayor o menor que la de la tapa. Incluso que las varetas de la zona de agudos tengan que ser de una madera distinta a las de la zona de graves.
Por otra parte, existen diversas maderas con aspecto morfológico distinto, pero con propiedades de comportamiento similares y casi idénticas, que pueden ser usadas con toda tranquilidad si sus propiedades de encolado lo permiten.
Quizás todo esto nos explique, de alguna manera, por qué se han hecho tantos diseños diferentes de envaretado en las guitarras a lo largo de los últimos 100 años.
Saludos a todos.
 
Hola a todos.

Francisco, como has solucionado el asunto? Seguro que tu guitarra a tomado el buen camino.

Quería dejar mi opinión sobre el asunto. No creo que la cuestión sea que lado de las varetas encolamos a la tapa, ni si se les da la forma de la solera, si no como apuntabas es cosa de la reducción de la humedad en el ambiente respecto de la que había en el momento en que encolaste los refuerzos. Estos n han permitido que la tapa encoja en la cara interna.
Eso no hubiera pasado si hubieras encolado las varetas a 40 % de humedad. Puede ser también que la madera no estuviera bien curada, pues la madera nueva tiende a encoger mas y no recupera completamente sus dimensiones anteriores, si no que merma ligeramente en cada ciclo humeda-sequedad.

Un saludo.
 
Hola Manuel:
Tienes toda la razón en lo de la humedad, ya que para un trabajo ideal de encolado siempre se han recomendado unas condiciones de humedad ambiente entre el 30 y el 45 %. Pero disiento en que en este caso se haya encogido la cara interna de la tapa, como tú dices, ya que ésta se ha arqueado hacia fuera, que es precisamente el lado donde no van encoladas las varetas.
Yo sigo pensando que en todas las tablillas de madera hay una cara que siempre es más resistente a curvarse y que esa es la cara que debería ir siempre en el interior de la caja. Desgraciadamente eso no puede ser así, ya que entonces ambas tablillas de la tapa no darían una buena imagen de conjunto al fallar la simetría del veteado, pero sería lo ideal de cara a una mejor solidez estructural de la guitarra. Y lo mismo sucede con las varetas, con las que sí podemos seguir esa regla que yo aconsejaba, ya que su disposición no influye para nada en la presencia estética del instrumento.
Saludos
 
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