Hola pabliki:
Veo que ha pasado más de una semana desde la apertura de este tema sin que nadie haya dicho ni "pío" ni "múu"... ¡Saludos!
En el conjunto estructural que configura la arquitectura de la caja de la guitarra, esa zona a la que tú te refieres (el conjunto del lóbulo superior) tiene ya más que garantizada la rigidez que le corresponde. Contribuyen en ello:
- La especial configuración del zoque (al menos en las guitarras ensambladas por el método español).
- La primera barra armónica y la primera costilla.
- Las curvaturas de los aros del lóbulo superior, con menor radio que las del lóbulo mayor.
- El refuerzo de protección interior de la tarraja.
- El posible refuerzo transversal interior encolado a la tapa en en la zona media entre barra armónica y zoque, al que tú te refieres.
- y, especialmente, el diapasón encolado a la tapa.
Por otra parte, esa porción de la tapa no podemos decir que tenga una gran capacidad vibrante, ya que no es en el lóbulo menor donde se genera o comienza a transmitirse el sonido sino en el lóbulo mayor, apartir del área de implantación del puente.
Que lo que tú dices podría hacerse..., ¡por supuesto!..., es más, ya se ha hecho. No hay más que echar una mirada a algunas de las guitarras clásicas construídas por el luthier japonés Kazuo Yairi para corroborarlo pero ello, en mi opinión, entraña más problemas y mayores dificultades que seguir los métodos tradicionales de construcción.
Intentar conseguir una nueva estructura como la que indicas, aparte de obligarnos a disponer de una solera especial, también nos obliga a considerar seriamente ciertos detalles que nos harían replantear las configuraciones del diapasón, los aros y el interior de la caja, además de otros que seguramente nos saldrían a paso durante el proceso y que no me considero capaz de imaginar.
Situación del diapasón sobre la tapa
El enrase de la cara inferior del diapasón sobre la tapa sólo se produciría en la línea central del mismo, por lo que los ángulos libres que quedarían a ambos lados de dicha línea deberían suplementarse con material adicional, lo que daría una falsa imagen de diapasón sobreelevado. De no ser así, habría que ahuecar debidamente la cara inferior del diapasón en dicha zona para que su curvatura coincidiera con la de la tapa. Esta segunda solución, posiblemente obligaría a cambiar el ángulo de acción del mástil, mientras la primera, con toda probabilidad, nos obligaría a modificarar la altura del puente.
Aros
Cualquiera que fuese la opción de encolado elegida para el diapasón, debería reducirse la anchura de los aros en todo el lóbulo, de acuerdo a la caída de la curva de la tapa en toda la extensión.
Interior
Debería curvarse debidamente la cara de encolado de la primera barra armónica.
También debería curvarse la barreta de refuerzo transversal encolada en la zona media entre zoque y primera barra armónica, barreta ésta de la que en este caso tampoco podríamos prescindir para evitar rajas marginales de la tapa en los bordes del diapasón.
Finalmente todo esto seguramente obligaría a hacer modificaciones en el refuerzo inferior de la tarraja e incluso posiblemente en la misma roseta para que sus elementos no acabaran despegándose con el tiempo.
Y todo esto, me pregunto yo, ¿para conseguir qué?
Saludos.