Haz la Guitarra y no la Guerra

Por un contraste maravilloso [los españoles] reunen á este carácter indómito una naturaleza apática, floja y jactanciosa sobremanera. Cuando una horda alcanza un triunfo durante la guerra civil, no se crea que en seguida va á perseguir al enemigo. Nada menos que eso : se detiene y permanece en el mismo sitio echando baladronadas, celebrando la victoria, tocando la guitarra y calentándose al sol. El vencido se retira sosegadamente y hace lo mismo que el vencedor cuando llega á triunfar. Así se suceden unos á otros los encuentros sin ningun resultado. Si los combatientes no toman hoy esta ciudad, la tomarán mañana, pasado mañana, dentro de diez años ó nunca. ¿Qué se les da á ellos? Los hidalgos dicen que tardaron seiscientos años en echar á los moros.

(Chateaubriand, François-René, vicomte de: El Congreso de Verona. Guerra de España. Negociaciones. Colonías Españolas. Tomo I, cuaderno I. Traducción de Cayetano Cortés. Madrid: Fuentenebro (Alejandro Gómez), 1839, pp. 14-15.)


Parece que los españoles preferían 'hacer la guitarra' que proseguir con 'la guerra'... :D

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Por un contraste maravilloso [los españoles] reunen á este carácter indómito una naturaleza apática, floja y jactanciosa sobremanera. Cuando una horda alcanza un triunfo durante la guerra civil, no se crea que en seguida va á perseguir al enemigo. Nada menos que eso : se detiene y permanece en el mismo sitio echando baladronadas, celebrando la victoria, tocando la guitarra y calentándose al sol. El vencido se retira sosegadamente y hace lo mismo que el vencedor cuando llega á triunfar. Así se suceden unos á otros los encuentros sin ningun resultado. Si los combatientes no toman hoy esta ciudad, la tomarán mañana, pasado mañana, dentro de diez años ó nunca. ¿Qué se les da á ellos? Los hidalgos dicen que tardaron seiscientos años en echar á los moros.
(Chateaubriand, François-René, vicomte de: El Congreso de Verona. Guerra de España. Negociaciones. Colonías Españolas. Tomo I, cuaderno I. Traducción de Cayetano Cortés. Madrid: Fuentenebro (Alejandro Gómez), 1839, pp. 14-15.)


Parece que los españoles preferían 'hacer la guitarra' que proseguir con 'la guerra'... :D


La correlación entre el carácter de los españoles y la práctica de la guitarra es un tema recurrente en los escritos de los viajeros extranjeros de los siglos XVII, XVIII y XIX. Otro ejemplo:

Los jardineros [de El Escorial] tienen su casa en medio de ese parque para estar al alcance de darle a propósito y más rápidamente el cultivo necesario. Sin embargo, puede decirse que se toman bastante poco trabajo en hacer producir el terreno que les está confiado; descansando con gusto en la naturaleza y dejándola obrar a su antojo, pasan descuidadamente todo su tiempo tocando la guitarra, instrumento que hace mucho más daño en España que la sequía y el granizo.


CAIMO, Norberto. “Viaje de España hecho en el año 1755”. En: Viajes de extranjeros por España y Portugal..., J. García Mercadal (ed.), tomo IV, p. 810.



La verdad es que los viajeros transmiten habitualmente la idea de que el pueblo español era perezoso (y orgulloso). Judith Etzion señala, en el artículo “The Spanish Fandango - from eighteenth-century ‘Lasciviousness’ to nineteenthcentury exoticism” (p. 231), que para muchos de ellos el carácter español era una consecuencia del clima y temperamento nacionales, factores que a su vez, como acabamos de comprobar con Caimo, fueron los causantes del declive político y económico del país.

Habría que añadir que no todos estaban de acuerdo con esta visión tópica. El mismo traductor del libro de Chateaubriand advierte, poco antes de las palabras que cita Luis, de las groserías que escribe y escribirá el autor francés sobre el carácter de la nación española:


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