Cuchillas de ebanista y trabajos de restauración

[Restaurador]

Hola todos:
Quienes tenemos afición a los trabajos de restauración de instrumentos, nos encontramos con frecuencia con dificultades para poder sacar el máximo partido de las clásicas cuchillas de ebanista a causa de su relativa rigidez y escasa flexibilidad. Ello me hizo buscar posibles soluciones, soluciones que he encontrado al hacer uso, con la misma finalidad, de las conocidas "espátulas de carrocero".
Se trata de unas láminas de acero inoxidable, muy finas y flexibles, que se venden por juegos de diferente tamaño y que, además de resultar muy baratas comparadas con las buenas cuchillas clásicas de ebanista (menos de 3 € el juego), resultan muy útiles para los trabajos de retirada de barnices y acuchillado de zonas poco asequibles de los instrumentos en las reparaciones y restauraciones.
Se podrá aducir que el afilado de las mismas dura poco, pero también es verdad que para afilarlas y ponerlas a punto no hacen falta más que dos pasadas de chaira.
Os adjunto unas fotos (evitando poner marcas) de las susodichas espátulas y de algunos trabajos hechos con las mismas.
Saludos

[jorgerloko]

Hola restaurador, yo solia usar las hojas de la sierra de cinta( quitandole los dientes), hasta que un dia me di cuenta que por el taller tenia una escuadra rota (descuadrada) es la tipica stanley de acero inoxidable,corte un trozo y probé hasta el dia uso esa, es cierto que el filo no dura igual que las de acero, pero se afilan mucho mejor, un saludo

[charangohabsburg]

Yo también prefiero por un lado las cuchillas ebanista de acero muy delgado y no demasiado duro. Una de mis cuchillas preferidas tiene un grosor de 0.25 mm (tengo 2 de esas, que en mi opinión es una necesidad porque se calientan muy rápido, así que las cambio a cada rato una por la otra. Por su delgadez me reemplazan hasta algunas cuchillas curvas). En algún momento también he experimentado con esas espátulas de carrocero y me pareció que el acero era muy duro y nada agradable para afilar. Las delgadas que uso ahora son comerciales (producto francés, comprado online de la empresa canadiense Lee Vallley) que son un encanto para trabajar y sin exagerar no me cuesta más de 10 segundos para volver a afilar esas (repasar con el bruñidor).

En alguna oportunidad tenía que recurrir a una espátula para torta que también ha funcionado, pero también este acero era un poco duro y no muy cómodo para afilar:




Por otro lado me gustan mucho las cuchillas de un grosor de aproximadamente 3 mm (esas hay que afilar de manera distinta, usando una amoladora sobremesa). Creo que las gruesas son las que más uso, y me las he hecho de limas y de una hoja de sierra industrial (en la foto siguiente, la con el agujero es comercial).

Es cierto que las cuchillas ebanista que normalmente se encuentran en las tiendas tienen un grosor de unos 0.8 mm que en muchos casos han sido una fuente de frustración tanto en el afilado como también su uso. Además, esos bruñidores que tienen sección redonda no me parecen ideal. Yo uso uno de sección triangular (ver segunda foto) que requiere mucho menos fuerza; tanto que ¡no hace falta agarrar la cuchilla con más de dos dedos! El problema es que esos casi no se consigue. El mío es de la marca Kirschen (Dos Cerezas), pero tampoco era más que una lima triangular pulida y todavía mal terminada (tenía que llevarla a la amoladora y a las piedras de afilar, y usar una lima vieja no hubiera sido mucho más trabajo).

Casi me olvido del detalle más importante: para mí, esas cuchillas han sustituido caso por completo la lija que uso todavía en diversos tacos de lijar en cuales se deposita más polvo del ambiente que polvo de madera, y... creo para casi nada más.

[Restaurador]

En efecto, Markus, aparte de la mayor comodidad de uso, estas cuchillas tan finas permiten retirar las capas de barniz levantando mucho menos polvo que utilizando lijas, lo que es muy importante incluso haciendo uso de mascarillas de protección.
En realidad, en las tiendas de bricolaje podemos encontrar varias marcas que se presentan en sets de 3 a 5 unidades de diferente tamaño y grosor, así como en distintas calidades de acero. Esto nos obliga a tener que elegir las mejores y más adecuadas para nuestro trabajo, ya que algunas de ellas se deforman menos con el uso y se dejan afilar con más facilidad. El problema es que esto es muy difícil de concretar hasta que no las has probado todas...
Saludos.

[Rondallo]

En mi afán por tener cuchilla fina y flexible compré una espátula de enmasillar, de la cual pude sacar 4 cuchillas más flexibles que las dos de acero que ya tenía, y por tan solo 1,20. De una llana de lucir supongo que también se podrán hacer.
Mi bruñidor es casero. Una lima de motosierra con el dibujo matado. Con esto me defiendo bien
Las cuchillas gruesas se pueden obtener a partir de discos de corte para piedra (widia, no abrasivos) de radiales grandes, discos de tronzadora, ingletadora...
Un saludo.

[Francisco Ruiz]

Buenas,

Voy a probar lo de las cuchillas de carrocero. Mi actual cuchilla es de 0,8 mm, malísima para trabajar y para afilar.

Quizás sea que mi proceso de afilado no sea el correcto. Empiezo a hacerle filo con una lima, le mato el filo en la piedra de agua, y finalmente le saco la rebaba con la parte trasera de una broca. Solo le saco una rebaba en lugar de dos.

Restaurador, sería estupendo que explicaras como afilar las cuchillas de carrocero.

Saludos y gracias.

[Restaurador]

Hola Francisco:
Perdona que haya tardado en responder, pero he estado de viaje y no he podido controlar el tema del foro durante estos días. Aquí os dejo algo sobre las cuchillas de ebanista y su mantenimiento.

Yo utilizo tres tipos de cuchilla:
- Las "de siempre" en acero dulce (las de la izquierda en la foto) que, aunque tienen el inconveniente de que se oxidan si descuidas su mantenimiento, son las que mejor se comportan para estos trabajos. En mi caso, la más grande proviene de la platina de una llana de albañil y la otra de la hoja de un viejo serrucho.
- Las "de compra", en acero inoxidable (son las de en medio en la foto) que, a menos que sean de muy buena marca, necesitan frecuentes cuidados de "enrasado" y afilado.
- Y las cuchillas "de carrocero" (las de la derecha de la foto), que prácticamente no precisan mantenimiento y además se afilan fácilmente con pasarles dos o tres veces un simple clavo de acero galvanizado, de los que clavan los albañiles directamente en la pared para sujetar hilos de ayuda, como guías de nivelación horizontal o de perpendicularidad.

En cuanto a sus cuidados:
1) Es muy importante mantener el enrase de los bordes. Yo lo hago frotando los bordes de trabajo sobre la trasera de una pieza de gres para pavimentos. Es lo más barato y lo que va mejor.
2) La mejor herramienta para el afilado de las cuchillas es la "chaira". De las dos que muestro en la foto yo uso la más pequeña (la otra es para los cuchillos del jamón).
3) También se pueden utilizar limas de metales (mejor las redondas), primero con gestos de vaivén de punta a punta para alisar todo el borde y luego peinando el filo hacia el lado que nos interese mediante sucesivas pasadas en diagonal.
4) Una vez ya afilada la cuchilla y durante el trabajo, de vez en cuando le pasaremos el clavo de acero galvanizado para tenerla siempre en las mejores condiciones. Esto último me lo enseñó en su día mi maestro Alejandro González, a quien saludo desde aquí. (¡Maestro..., que conste que no me olvido de los meses pasados en tu taller!).

Finalmente, en el caso de las cuchillas de acero dulce, al terminar el trabajo es conveniente limpiarlas y darles una pasadita con aceite de armas para evitar su oxidación. Si no disponemos de aceite de armas, puede servirnos igualmente el aceite de engrase de máquina de coser o incluso el mismo aceite de oliva, aunque este último tiene el inconveniente de abrir el apetito.
Por último, si por descuido tuviéramos la mala suerte de que se nos oxide alguna cuchilla de éstas, lo mejor es pasarle primero un papel de lija para soltar el óxido y luego acabarla de pulir con una torunda de lana metálica cebada con grasa de litio (la que usan los mecánicos del automóvil) para que se conserve siempre impecable y en condiciones de trabajo.

Saludos a todos

[Francisco Ruiz]

Muchísimas gracias Jose Maria, estupenda respuesta y muy ilustrativas las fotos.

¿Que grueso es aconsejable para las cuchillas?

Dices que es bueno para mantener el filo, unas pasadas con un clavo ¿Este lo pasamos recto por el filo o en oblicuo?

Saludos y gracias.

[Restaurador]

Hola todos:

No creo ser yo el más indicado para aconsejar sobre el grosor de las cuchillas a usar, pero de entrada debemos aprender a distinguir entre las cuchillas rígidas (más de 1,3 mm de grosor) y las "cuchillas flexibles" (menos de 1,3 mm).
En mi caso, no tengo ninguna experiencia en el manejo de lo que podríamos llamar "cuchillas gruesas" (más de 1 mm de grosor), sin embargo Markus nos ha enseñado unas imágenes de cuchillas con casi 3 mm de grosor y estoy seguro de que a él le funcionan bien, ya que él mismo nos dice que las usa mucho. De todos modos, como ha explicado Markus, el afilado de estas cuchillas gruesas es más laborioso.
El grosor de las cuchillas del comercio dedicadas a la artesanía de la guitarra, por lo general, oscila entre 0,6 a 1 mm. Las espátulas de carrocero, dependiendo del tamaño, tienen grosores entre 0,2 y 0,4 mm. Pero también podemos encontrar otras cuchillas con valores intermedios. Elegir entre esa variedad de grosores debe hacerse, sobre todo, en función del tipo de trabajo que vayamos a hacer, ya que las más finas son mejores para retirar el barniz, para el pulido final de la superficie de madera y para acceder a sitios difíciles, mientras que las de mayor grosor, algo más rígidas, serán las más apropiadas para labores de enrase o de desbaste en relación progresiva a su mayor grosor y rigidez.
De todos modos, la elección de la cuchilla también depende mucho de la habilidad del artesano, pues cuando uno va adquiriendo mayor experiencia en la labor de acuchillado es capaz de desenvolverse con cualquier tipo de cuchilla, incluso con el borde de una lámina de cristal, algo parecido a lo que ocurre con esos habilidosos de la talla que todos hemos conocido y que son capaces de tallar figuras casi perfectas en madera con una navaja Opinel de las más pequeñas. No obstante, creo que una de las condiciones más importantes a tener en cuenta al elegir las cuchillas, además de su buen acero, reside en que tengan un buen grado elasticidad que les permita recuperar siempre su forma sea cual sea el trabajo a las que han estado sometidas.
En cuanto a lo que pregunta Francisco sobre la forma de pasar el clavo galvanizado sobre el filo de la cuchilla, no hace falta peinar el filo en una dirección determinada, basta con pasarlo presionando el filo de forma perpendicular al mismo, ya que con este simple gesto (dos o tres pasadas) conseguimos reponer la rebaba en la misma posición que habíamos conseguido al afilarla con la chaira. De todos modos, tampoco creo que pasara nada malo si también peinamos el borde en una misma dirección.
Saludos.