Re: En torno a la figura del Padre Basilio: “The Enigmatic Miguel García..." de R. Sa
Podría ser interesante seguir la práctica de utilizar los dos sistemas (siendo el segundo la notación mensural) a la hora de aprender una obra. Muy probablemente, ambos sistemas tendrán sus ventajas y sus inconvenientes.
Mi experiencia con este repertorio empezó por ahí... por realizar mis propias transcripciones (a menudo con más pena que gloria) de las piezas en hojas con dos sistemas: uno con una copia de la tablatura original y otro para escribir en notación mensural...
Pero según se profundiza, uno se da cuenta de que con las transcripciones de determinadas piezas con cierto movimiento libre de las voces (hay un término de Willi Apel para este concepto, en alemán, que no recuerdo), o de muchas piezas en las que el contrapunto suele ser a dos o tres partes, pero en las que no bastan dos o tres voces para explicar el movimiento de las voces, se llega con bastante frecuencia a situaciones en las que ha de tomar decisiones y soluciones en notación mensural que resultan muy engorrosas para la vista, pero que serían necesarias para conseguir una buena asignación y lectura horizontal de las voces en un solo pentagrama...
¿deberíamos usar entonces dos pentagramas y la tablatura, como en las transcripciones de Dowland por Poulton?... quizá sí... pero con la lectura en dos claves, un guitarrista no muy avanzado ¿no tendría más difícil no ya comprender el contrapunto, sino leer la pieza mientras la ejecuta?
Quiero señalar que tras (seguramente más de) 7 años tocando a veces las mismas piezas del s.XVI aún no puedo tocar de memoria más que la fantasía 10 de Mudarra, y puedo tirarme tocando este repertorio, leyendo, durante más de una hora y cuarto... quizá esto sea una forma de votar por la lectura y por sistemas que la faciliten, aunque sean sistemas que nos de cierto rubor asumir y defender por ser vernáculos de nuestro instrumento y por cierto complejo de inferioridad del guitarrista frente al verdadero músico...
Si a este asunto de la notación concreta de las voces en un pentagrama se une el hecho de que a veces esos pasajes son breves en una pieza en concreto, del mismo modo que pueden serlo los pasajes en los que el contrapunto resulta difícil de adivinar en la tablatura, por una cuestión de ser coherentes con la notación de toda la transcripción, quizá estaríamos empleando ciertos recursos costosos desde el punto de vista de la lectura (dos claves, plicas de las distintas voces) a lo largo de toda la pieza cuando quizá el caracter homofónico o menos contrapuntístico de otras secciones de la misma no lo requieren...
Por otro lado, a veces uno se ve tentado, al transcribir, de hacerle honores al contrapunto que son imposibles en la guitarra, o con los que el guitarrista no muy avanzado no va a poder o querer comprometerse...
Esos honores o favores son a veces una decisión personal del intérprete o del transcriptor y no siempre se sustentarían con un análisis de motivos e imitaciones, bien por ser contrario a éste, bien porque éste análisis, realizado en una sola pieza o en un pequeño grupo de piezas, simplemente no aporte argumentos para resolver si el autor quiso insinuar esto o aquello...
En relación a la música para guitarra de los siglos XVI y XVII escrita en tablatura, seguramente puede ser muy positivo utilizar, o al menos conocer, el sistema de notación original de las piezas.
Por eso que decía antes, creo que no sólo es muy positivo... creo que es fundamental, incluso para guitarristas no avanzados... además, hay mucha danza del s.XVI que no ofrece ningún problema de lectura asociado a la comprensión del contrapunto, sino sólamente al manejo de la notación en tablatura... y estando prácticamente ausente la complicación del contrapunto severo a varias voces, uno puede curtirse en solucionar la otra mitad del problema...
Del mismo modo habría que solucionar el problema de lectura en varias claves por el que se aboga en el interesante tratado que iniciaba esta conversación, y al que de momento sólo he podido echar un vistazo... no hay cura que nos vaya a salir gratis...
Pero también creo un guitarrista no muy avanzado tendrá mucha más dificultad en comprender el contrapunto (razón que, sin embargo, no justifica que se descarte este tipo de notación).
En mi opinión, seguramente un guitarrista no muy avanzado tenga problemas para ejecutar el contrapunto, aunque pueda comprenderlo porque esté perfectamente descrito en dos claves o en una sola...
Así que la utilidad del sistema de voces perfectamente detalladas en un pentagrama podría verse algo reducida, de no ser por el valor musicológico que tiene y por su utilidad para el análisis de la pieza, ambas cosas muy interesantes para su interpretación pero que no son necesarias siempre y en todo instante de la ejecución de una pieza, cuando el instrumento está funcionando como medio para poner en práctica ese contrapunto y te está obligando a escucharlo y a buscar los medios para desempañarlo y producirlo con claridad...
A todos estos argumentos, quizá filosóficos y fútiles, quiero añadir uno que para mí es fundamental, derivado del uso de uno sólo de los sistemas de notación: el ahorro de papel tan deseable cuando se tiene que soportar un determinado minutaje sobre un atril y cuando se quiere economizar el gesto de levantar la mano de las cuerdas para pasar página...
No puedo seguir escribiendo ahora, pero no quiero dejarlo sin reivindicar los intentos de Mudarra por indicar, aunque de manera no siempre completa, las notas que debían mantenerse sonando en sus tablaturas (^), y las intenciones frustradas de Fuenllana de imprimir con cifras de distintas tintas para diferenciar voces... o sus sencillas indicaciones de "a tres", o "a cuatro"... que por sí sólas ya son muy útiles para dejar de buscar "ramificaciones del contrapunto"... para comprenderlo aún en tablatura...
A mí a menudo me sirve este último recurso para indicar el contrapunto en pasajes en los que tanto un servidor como los [¿otros?] guitarristas no avanzados (la clasificación puede resultar muy subjetiva) tenemos dudas sobre qué apagar o no apagar... qué dejar pisado o no...
Quizá la gente que se batía a diario con el problema ya había encontrado una solución de compromiso que aunaba la mayor perfección y objetividad posible del sistema de notación con su utilidad y con la puesta en práctica de aquello a lo que debería servir... a la producción de música
Pero bueno... por otra parte, quizá eso mismo pasase con Carulli y cia. y sus distintas convenciones de notación musical... a veces prefiero enseñar a los alumnos a tomar la partitura como un guión con sus propias peculiaridades de notación que como una fotografía perfecta de lo que debería sonar... a veces sólo cojo la edición moderna porque está más limpita, no porque aclare mejor el hecho musical concretando la grafía o añadiendo partes a la escritura original, liberandola de la notación convencional... solo por facilitar el reconocimiento de alturas, no por facilitar el seguimiento de las distintas partes...
Puede que el problema no sea del sistema de notación en cuestión, sino de nuestra falta de conocimiento y manejo del mismo... puede que mi fanatismo o afición se extienda a otras formas de notación convencional
Gracias por tu tiempo, y mis disculpas por hacer un uso tan desmesurado de él