Hola todos:
La noticia del fallecimiento del guitarrero sevillano José Alberto Pantoja Martín el mes de Julio del año pasado me conmovió profundamente, hasta el punto de no poder escribir nada aquí en aquellas fechas, dado el pesar que ello me produjo. Hoy me ha conmovido otro tanto el ver que sólo se han escrito tres mensajes de condolencia desde entonces.
Tampoco he encontrado ninguna referencia a este magnífico artista en el Índice de Guitarreros del foro, lo que voy a intentar subsanar inmediatamente con el permiso de Luis Briso.
"José Alberto Pantoja Martín era originario de Morón de la Frontera, donde nació en 1928. Su primer oficio fue el de "Practicante" (lo que hoy conocemos como Diplomado en Enfermería), pero dicha profesión se vio truncada por un proceso que le dejó con una cojera invalidante, por lo que derivó hacia su "actividad de afición", que no era otra que la "guitarrería", en la que llegó a alcanzar grandes metas.
Las primeras lecciones las recibió, todavía joven, del gran guitarrero Manuel Ortega Sousa y más tarde de D. Juan Montero Aguilera, uno de los grandes guitarreros de Córdoba. A los 36 años estableció su taller en Sevilla, en la Calle del Pozo nº 20, muy cerquita de la Capilla de la Macarena, donde ejerció su profesión y más tarde su labor docente, contando con discípulos tan importantes como Maximiano Fontiveros y el holandés Frank Reijkers.
Aunque su principal actividad fue la de hacer guitarras "cada día mejores", como a él le gustaba decir, no rechazaba las reparaciones ni los trabajos de restauración, en los que alcanzó un gran nivel.
Su producción puede cifrarse en más de 500 instrumentos entre guitarras clásicas y flamencas, así como algunas bandurrias y laúdes que, en los últimos años, todos ellos eran de la mejor calidad. Por una circunstancia puntual en su vida, la mayoría de sus guitarras tomaron el camino de la exportación, yendo a parar algunas a Bélgica, a Holanda, alguna hasta el Japón y una mayoría de ellas a Suecia.
Desde hace mucho tiempo nos unía una gran amistad y siempre que podía, en mis frecuentes viajes a Sevilla, me acercaba a su taller de la Calle del Pozo para saludarle y pasar un rato "aprendiendo" del maestro y disfrutando de la agradable compañía de sus amigos y admiradores. En la década de los 90 una poliartritis crónica progresiva fue deformando sus manos, dificultando mucho su labor. A pesar de ello siguió trabajando con el mismo espíritu de superación constante y su taller siempre fue una "tertulia viva" de aficionados a la guitarra, con tertulianos de lo más variopinto, tocadores de flamenco, aficionados al toro, etc. Sé que luego cambió de taller, pero nunca llegué a estar allí.
Siempre fue considerado como un guitarrero honrado y una persona de bien, siempre dispuesta a ayudar en lo posible a quien se lo pedía. En este sentido puedo decir que a lo largo de los años que duró nuestra amistad nunca le oí criticar ni hablar mal de ningún colega de la profesión, aunque fuera de la competencia".
La fotografía que adjunto corresponde a la última visita que hice a su taller, hace ahora 12 años.
Desde aquí quiero hacer llegar mi condolencia a sus familiares y desear que Dios le tenga en la Gloria que, sin duda alguna, se merece.
Saludos.