Hola "principiante". Con todo el cariño y respeto. Bajo tu punto vista, es decir, desde el punto de vista que califica este tema de ridículo y banal, los temas de discusión en el foro quedarían muy limitados, y tal vez la participación reservada a los eruditos y superdotados, con tal vez sus eruditos y prodigiosos temas.
Yo pienso, humildemente, que la grandeza de un foro como este, en el que todos los que participamos tenemos de una u otra manera el mismo nexo de unión (amor por la guitarra), está en poder discutir cualquier inquietud o idea relacionada con nuestro mundo, el mundo de la guitarra, y donde sin duda, la pluraridad de opiniones, la sabiduría y experiencia de unos, la frescura y pasión naciente de otros, se unen y generan un flujo e intercambio de información, de gran calidad (y utilidad).
En mi caso, el día en que hablar de los callos de la mano izquierda, las estrías de la uña del dedo medio, el efecto de la transpiración sobre la goma laca, o porque me duele el culo (con perdón) cuando toco con pie gitano, por poner 4 ejemplos, se califique de banal y ridículo, ya me habeis visto el pelo.
Yo hago música (o al menos lo intento), con la guitarra, con el alma (no desde el punto de vista religioso del concepto, ya me entendeis ...), con la mente, con las manos, y evidentemente, todo esto está ubicado en un cuerpo, que tiene unas funciones, peculiaridades, déficits y habilidades que influyen en el resultado final. Los callos excesivos influyen, una determinada forma de uña influye, un dolor corporal, fruto de un mal hábito postural influye, la memoria influye. El poder tocar de memoria, tal como comenta nuestro compañero Marcos Villanueva, y poder concentrar nuestra atención en la coordinación de digitaciones de mano izquierda, por ejemplo, que estan ubicadas fuera del plano visual de lectura, tiene su importancia en el resultado final.
LLegado a este punto, ya no se si en mi caso, tocar de memoria es una consecuencia de las características del instrumento, o una necesidad. Francamente, dudo que pudiera tocar una obra de una dificultad media/alta sin sabérmela de memoria. En estos momentos estoy trabajando el preludio bwv 995, y después de analizar la estructura, y resolver digitaciones, inconscientemente, el paso previo al estudio profundo ha sido la memorización, y es a partir de ahora cuando empieza el trabajo realmente apasionante (y duro). Y no es ninguna pedantería afirmar que memorizar las 10 páginas de la transcripción de Michael Lorimer me cuesta una semana escasa (estudiando después de mi jornada laboral en un trabajo que no tiene nada que ver con la música). Como tampoco es ninguna vergüenza reconocer que leyendo a primera vista soy un auténtico negado.
El día en que discutir sobre estas "banalidades" sea ridículo, pues ya ves, me iré con la música a otra parte, y que los eruditos se lo pasen bien :silbar: