Julio Gimeno

Administrator
<img src="https://guitarra.artepulsado.com/gifsyfo/imagenes/Riba_Aljibe/Riba_Aljibe200x200.jpg" border="1" align="right" style="margin-left: 20px;margin-bottom: 20px">Queridos amigos,

En el año 2008 el guitarrista cordobés Javier Riba presentó un disco que rápidamente se convirtió en un éxito de crítica y de ventas: Isaac Albéniz, la guitarra soñada. Javier Riba creó un blog sobre este disco y también lo presentamos en el foro: mirad aquí y aquí.

Con estos antecedentes, todos aguardábamos con expectación su nueva grabación que se ha hecho esperar pero finalmente ya está disponible en las tiendas: Aljibe de madera: Homenaje a Andrés Segovia. El propio Javier Riba nos ha ido informando de las circunstancias de la grabación en un blog y también en nuestro foro, por ejemplo: aquí.


Como sucediese con su anterior proyecto sobre Albéniz, Javier Riba no se ha limitado en su nuevo disco a interpretar con la solvencia guitarrística y musicalidad que lo caracteriza un conjunto de piezas, sino que ha llevado a cabo un minucioso trabajo de documentación e investigación previo y se ha ocupado con esmero de cada detalle de su nueva producción discográfica. Un ejemplo de ello son las poéticas y sugerentes notas al CD que ha escrito Angelo Gilardino (se pueden leer aquí).

Hay muchas cosas que se pueden resaltar de este disco. El repertorio grabado no consiste en el habitual popurrí de piezas diversas e inconexas al que nos tienen acostumbrados los guitarristas. Las composiciones que conforman Aljibe de madera han sido elegidas cuidadosamente para reflejar el mundo guitarrístico que rodeó al joven Segovia. La mayoría son piezas del “otro” repertorio de Segovia, el que Gilardino califica como “en la sombra”. Por ejemplo, la Catalanesca de Gaspar Cassadó (haz clic aquí). Unas obras que sin duda merecen mayor atención y que afortunadamente están empezando a llamar la atención de los guitarristas. En un par de ocasiones, el propio intérprete ha tenido que reconstruir partituras que hoy en día están perdidas total o parcialmente, como es el caso de la transcripción de la Arabesca de Debussy que Segovia tocaba en sus primeros conciertos o el Peacok-Pie de Ernesto Halffter, del que solo se ha conservado el manuscrito de uno de sus tres movimientos por lo que Javier Riba ha tenido que reconstruir los otros a partir de una posterior versión para piano a cuatro manos (mirad aquí). Pero quizá lo más sorprendente de Aljibe de madera sea la guitarra utilizada: una Vicente Arias, de 1900, que perteneció a Gabriel Ruiz de Almodóvar (1865-1912) un guitarrista que llegó a tocar a dúo, nada más y nada menos, que con Francisco Tárrega.

En uno de sus primeros conciertos, en mayo de 1911, se nos presenta a Segovia como discípulo de Almodóvar:

[Segovia] ha sido iniciado en los secretos técnicos por el Sr. Almodóvar, quien está encantado de la labor de su discípulo.

(Para ver la noticia completa: haz clic aquí).

El propio Segovia nos relata en su autobiografía la impresión que le produjo escuchar en su juventud a Ruiz de Almodóvar, quizá tocando con la misma guitarra utilizada por Javier Riba. Ese encuentro impulsó a un Segovia niño a decantarse por la guitarra “clásica”, dejando a un lado sus primeros escarceos con la guitarra flamenca. Sobre la guitarra Arias y sobre Gabriel Ruiz de Almodóvar, podemos consultar el artículo que han publicado en el número 5 de la revista Roseta, Javier Riba y John Ray. Aquí se puede leer un fragmento.

En definitiva, estamos ante un nuevo acierto de Javier Riba que con Aljibe de madera consolida su posición como uno de los guitarristas más interesantes del panorama musical actual.
 
Última edición:
Un nuevo fantástico trabajo de este gran amigo y grandísimo guitarrista que es Javier. Muy poquitos tenemos en este pais con esa sensibilidad.
 
Amigos de guitarra.artepulsado:

Recibid un cordial saludo desde la Argentina.

He tenido la dicha de poder acceder al nuevo trabajo de Javier Riba, el cual se constituye, a mi juicio, en paradigma de retribución de la música española a su justo lugar. Interpretación sobria, elegante, íntima, reconcentrada, de insinuación más que de ampulosos decires, sentida pero no afectada, en una atildada y no menos acertada elección del repertorio.

Por años he asistido impávido a recreaciones de música española de guitarristas de incuestionable talento y acabado profesionalismo, pero que al emprenderla con el género quedaban imbuidos de algún sesgo "for export", con bastante de culto mediterráneo por aquella suerte de reivindicación de lo exótico. Con mucho de olé y algo de torero y una peculiar concepción del gracejo, en algo grandilocuente. No soy español. Para mis connacionales y para mí España es la gran Madre Patria.

Aquello que hasta aquí he expresado realza el logro de Javier porque me consta que es un guitarrista de envidiable destreza. Sin embargo él prefirió hacer uso mas no abuso de sus cualidades al respecto. Pudo haber optado por lo segundo, pero eligió la senda de la expresión íntima y sincera, dosificando acertadamente los pasajes de bravura, aquellos que bien podrían evocar en el colectivo imaginario el estereotipo de la “España de charanga y pandereta”, al decir de Machado.

Seduce desde la apertura con la encomiable interpretación de siete preludios de Tárrega, donde afronta el difícil desafío de decir algo sumamente original sobre música de la cual hay vastas y variadas referencias. Es de destacar su versión del Homenaje a Debussy, donde por primera vez escucho el marcado acento de tango español, en una versión que no sea la orquestal. Cada una de sus creaciones podrían ser objeto de un cometario pero no es esa mi intención. Sólo quiero detenerme en la antológica versión de Córdoba, cuna del intérprete, en la cual vuelve a sorprendernos logrando una producción tan atractiva que es digna del enamoramiento. Jamás creí que una sola guitarra podría superar a la conocida transcripción para dúo, máxime habiendo conocido otras versiones donde la soledad de un solo instrumento es manifiesta frente a la combinación de dos de los mismos. No es poca cosa hacer de la austeridad una catedral.

Estoy convencido de que Aljibe de Madera, en rendición de justo homenaje a Andrés Segovia, se constituirá en referencia obligada para todo aquel guitarrista que desee transitar el género “música española”.

Desde la otra margen del Océano Atlántico, a la desembocadura del Río de la Plata, saludo a los miembros de guitarra.artepulsado con mi mayor cordialidad y afecto.

Sergio Moldavsky
Buenos Aires, 3 de agosto de 2012
 
Hola a todos:

Me sumo a los elogios por el nuevo CD de Javier, el cual, aún al no haberlo escuchado, estoy convencido de que será un nuevo e importante peldaño hacia el justo reconocimiento del "gran" repertorio español. Por supuesto, mis felicitaciones por haber rescatado el legendario Peacok-Pie de Halffter, pieza de la que oí hablar mucho, pero de la cual jamás supe nada.

Mi más cordial Enhorabuena...mucho éxito!
 
Conozco las cualidades interpretativas y la musicalidad de Javier en Vitoria y le felicito por esta iniciativa.
Esperamos verle y oirle pronto por aquí en MARTES MUSICALES.
 
Pero quizá lo más sorprendente de Aljibe de madera sea la guitarra utilizada: una Vicente Arias, de 1900, que perteneció a Gabriel Ruiz de Almodóvar (1865-1912) un guitarrista que llegó a tocar a dúo, nada más y nada menos, que con Francisco Tárrega.

D. Francisco Tárrega, que acaba de pasar una temporada de convaleciente en La Rambla con su íntimo amigo y compañero en arte, el ilustrado registrador de la propiedad de aquella villa cordobesa, nuestro distinguido paisano y notable aficionado á la guitarra D. Gabriel Ruiz de Almodóvar, ha estudiado con este varios números de música clásica a dos guitarras que fueron admirablemente interpretados por ambos maestros, teniendo que repetir varias veces el hermoso "Layo [sic] apasionado" de la segunda sonata de Beethoven, obra sublime de carácter haudeliano que en la guitarra adquiere un valor de expresión inenarrable, que solo oyéndosela á Tárrega y Almodóvar, puede sorprenderse.
 
D. Francisco Tárrega, que acaba de pasar una temporada de convaleciente en La Rambla con su íntimo amigo y compañero en arte, el ilustrado registrador de la propiedad de aquella villa cordobesa, nuestro distinguido paisano y notable aficionado á la guitarra D. Gabriel Ruiz de Almodóvar, ha estudiado con este varios números de música clásica a dos guitarras que fueron admirablemente interpretados por ambos maestros, teniendo que repetir varias veces el hermoso "Layo [sic] apasionado" de la segunda sonata de Beethoven, obra sublime de carácter haudeliano que en la guitarra adquiere un valor de expresión inenarrable, que solo oyéndosela á Tárrega y Almodóvar, puede sorprenderse.

Qué cita más interesante, amigo Julio: estoy deseando conocer el estado de la cuestión Segovia/Ruiz de Almodóvar/ Tárrega a la luz de tus últimas investigaciones.

Un abrazo.
 
Queridos amig@s,

Han dedicado parte del programa "Musicas de España" de RNE a mi nuevo CD "Aljibe de Madera". Puede escucharse aquí.

Recoge las siguientes piezas:

04:15 Petite Marche (de Peacock-Pie), de Ernesto HALFFTER
05:40 Catalanesca, de Gaspar CASSADÓ
09:15 Romanza de José María FRANCO
13:50 Romancillo de Adolfo SALAZAR

Próximamente presentaré este programa en Barcelona con dos recitales el día 4 de noviembre. Por la mañana en el Museo de la Música, con la guitarra Antonio de Torres (1859) favorita de Llobet, y por la tarde en el Teatro del Casal de la Font dén Fargues, en compañía de la Vicente Arias (1900).

Más información sobre la agenda de conciertos aquí.

Un fuerte abrazo.

Javier Riba
ALJIBE DE MADERA, HOMENAJE A ANDRÉS SEGOVIA
 
Qué cita más interesante, amigo Julio: estoy deseando conocer el estado de la cuestión Segovia/Ruiz de Almodóvar/ Tárrega a la luz de tus últimas investigaciones.

Amigo Javier,

Estoy en ello. Por ahora he descubierto que la visita de Segovia al carmen de José Gago Palomo, donde escuchó a Gabriel Ruiz de Almodóvar tocar música de Tárrega, y que a veces se ha fechado hacia 1905, tuvo lugar seguramente unos años después. Dado que Segovia afirma en su autobiografía que fue ese encuentro el que le hizo sentir "un repentino rechazo hacia la música flamenca que había estado tocando, mezclado con una delirante obsesión de aprender «esa música»" llegamos a la conclusión de que la faceta de Segovia como guitarrista flamenco fue más duradera e importante de lo que se creía en un principio.

Detallaré todo esto el próximo 1 de diciembre, en mi conferencia en las X Jornadas Internacionales de Valencia.
 
Amigo Javier,

Estoy en ello. Por ahora he descubierto que la visita de Segovia al carmen de José Gago Palomo, donde escuchó a Gabriel Ruiz de Almodóvar tocar música de Tárrega, y que a veces se ha fechado hacia 1905, tuvo lugar seguramente unos años después. Dado que Segovia afirma en su autobiografía que fue ese encuentro el que le hizo sentir "un repentino rechazo hacia la música flamenca que había estado tocando, mezclado con una delirante obsesión de aprender «esa música»" llegamos a la conclusión de que la faceta de Segovia como guitarrista flamenco fue más duradera e importante de lo que se creía en un principio.

Detallaré todo esto el próximo 1 de diciembre, en mi conferencia en las X Jornadas Internacionales de Valencia.

Excelente, Julio... Mil gracias por la info...

Un abrazo,

cbaixo
 
Queridos amigos,

Os escribo camino de Barcelona para mi participación en el festival LLobet de la ciudad condal. Ofreceré dos conciertos el domingo día 4 de noviembre. Por la mañana, a las 12, en el Museo de la Música, y por la tarde, a las 19:00, en el Teatro del Casal de la Font d´en Fargues. Más información aquí:

http://www.iberamerik.org/cigbcn/ca...alendari.php?cargaevento=20121104#anclaevento

¡Qué emocionante poder tocar la guitarra favorita de Miguel Llobet!, su Torres de 1859. En ese instrumento sonó por primera vez a la guitarra la música de Granados ante el propio Granados. También resonó la música de Albéniz ante el propio Albéniz. Quizá fue esa guitarra el instrumento que acompañó a LLobet en su velada en casa de Debussy. Esa guitarra posee una de las voces más genuinas de la música española. A su encuentro voy.
 
Queridos amigos,

Os escribo camino de Barcelona para mi participación en el festival LLobet de la ciudad condal. Ofreceré dos conciertos el domingo día 4 de noviembre. Por la mañana, a las 12, en el Museo de la Música, y por la tarde, a las 19:00, en el Teatro del Casal de la Font d´en Fargues. Más información aquí:

http://www.iberamerik.org/cigbcn/ca...alendari.php?cargaevento=20121104#anclaevento

¡Qué emocionante poder tocar la guitarra favorita de Miguel Llobet!, su Torres de 1859. En ese instrumento sonó por primera vez a la guitarra la música de Granados ante el propio Granados. También resonó la música de Albéniz ante el propio Albéniz. Quizá fue esa guitarra el instrumento que acompañó a LLobet en su velada en casa de Debussy. Esa guitarra posee una de las voces más genuinas de la música española. A su encuentro voy.

Queridos amigos,

Publico aquí un par de fotos de mi recital en el Museo, presentando mi nuevo CD "Aljibe de Madera", con la guitarra Antonio de Torres de 1859 que perteneció a Llobet.

621494_4001885445913_652995904_o.jpg



665736_3999588748497_254162921_o.jpg
 
¿Como es posible mantener esa limpieza?
¿Como es posible conseguir que la melodia se quede en primer plano, mientras que el acompañamiento y los bajos suenen en un segundo plano?
¿Como es posible matizar con esa precisión?
Tiene mucho que ver con las infinitas horas de trabajo,pero también con la agudeza del oido y con una habilidad poco común.
Electronicamente se puede conseguir que no chirrien las cuerdas al pasar los dedos por ellas, e incluso otras cosas,pero,la electronica no puede contestar a esas y a otras muchas preguntas más.
Saludos.
 
¿Como es posible mantener esa limpieza?
¿Como es posible conseguir que la melodia se quede en primer plano, mientras que el acompañamiento y los bajos suenen en un segundo plano?
¿Como es posible matizar con esa precisión?
Tiene mucho que ver con las infinitas horas de trabajo,pero también con la agudeza del oido y con una habilidad poco común.
Electronicamente se puede conseguir que no chirrien las cuerdas al pasar los dedos por ellas, e incluso otras cosas,pero,la electronica no puede contestar a esas y a otras muchas preguntas más.
Saludos.

Estimado amigo,

Gracias por tu comentario: eres muy amable.

En mi primer CD "La guitarra soñada" no dudé en ayudarme de la técnica en complicidad con mi ingeniero de sonido para que el resultado fuera muy particular: una guitarra inmensa, coloreada... la idea era ayudar a esa alucinación que supone tocar Iberia en una guitarra. La copia de Torres de John Ray que utilicé ayudaba a ese fin. Una guitarra que atesora la dulzura de los instrumentos históricos pero capaz de matices de guitarra moderna.

Para mi segundo CD "Aljibe de Madera" sin embargo el enfoque fue bien distinto: el sonido está tal y como sale de la guitarra, sin ningún tipo de manipulación, y con muy poca edición. El objetivo era conservar el timbre de la guitarra Vicente Arias.

Son por tanto, dos trabajos bien distintos, y, en cierto modo complementarios.
 
Queridos amigos,

Este sábado, 17 de noviembre, presentaré mi CD "Aljibe de Madera" en Nuoro (Cerdeña, Italia) con un recital de guitarra en el que utilizaré la copia de Torres (1892) que realizó John Ray en 2005. Con este bellísimo instrumento grabé mi Cd dedicado a Albéniz.

6221_404720442934880_1444711646_n.jpg
 
El próximo día 14 de diciembre presento en Madrid, con un pequeño recital, mi programa homenaje a Segovia. Será en las tertulias Ramírez.

Gracias por el concierto de ayer tarde, Javier.

No quiero extenderme y no creo que haga demasiada falta, pero tampoco quiero dejar sin decir que la interpretación y todo el contexto que nos preparaste allí me parecieron muy especiales...

En mi humilde opinión, nos hiciste partícipes de varios descubrimientos (o quizá redescubrimientos), entre los que me quedo con uno, por el efecto que me produjo: cómo pueden unas manos hacer sonar al instrumento... a ratos me olvidé de que era otro guitarrista (consciente del ejercicio de tocar) entre el público y estuve allí, escuchando toda esa música que imponía su razón de ser a esa (tan compleja) práctica instrumental y que despachaste con tanto gusto de principio a fín...

Un placer
 
Atrás
Arriba