MONUMENTO A LA GUITARRA
Rociada de luz
es mi guitarra nochera,
ciñendo voy tu cintura
encendida por estrellas.
Estos versos están escritos en relieve sobre el monumento a la guitarra que, formado por varias esculturas, existe en la Plaza Mayor de Casasimarro (Cuenca). Según se dice, esta obra se levantó en homenaje a dicho instrumento, símbolo de identidad de las distintas naciones que conforman el mundo hispánico, y es un trabajo del escultor Agustín de la Herrán. Sin embargo, en el monumento no figura el nombre del autor de los citados versos, por lo que se hace pensar que han podido ser tomados de alguna coplilla popular de autor desconocido.
Es el único monumento erigido a la guitarra en España que yo sepa. Si estoy equivocado agradecería se me informase acerca de ello. Por otra parte, creo que en nuestro país no existe ningún museo dedicado a la guitarra, nuestro símbolo musical nacional, algo lamentable.
Pues bien, la fama de las guitarras de Casasimarro, pueblo de vieja tradición en la elaboración de estos instrumentos, así como de otros de tanta raigambre española como el laud, la bandurria, etc., juntamente con la existencia del citado monumento, nos empujaron a hacer una visita a esta localidad manchega. Y no me arrepentí; espero volver.
Una vez allí, visitamos la guitarrería de Vicente Carrillo, recientemente galardonado con el Premio Nacional de Artesanía. Como muchos saben, Vicente es el último eslabón (por ahora) de una saga de guitarreros cuyo inicio se remonta a mediados del siglo XVIII.
Al encontrarse el Sr. Carrillo en Frankfurt, con motivo de una feria relacionada con la guitarra, nos atendió María Luisa, toda amabilidad, y pude probar modelos de guitarra clásica que en estos momentos están construyendo. Los encontré excelentes. Me encantó el sonar de estas guitarras, cómodas de tocar y el precio me pareció bueno, muy bueno, en razón a la alta calidad de las mismas. Por supuesto en esta valoración el factor subjetivo esta presente al ser materia compleja, llena de matices y por tanto asunto opinable, pero también es verdad que mi valoración ha sido el resultado de una comparación con otras guitarras que he venido probando desde hace algún tiempo a esta parte.
He comenzado esta reseña con una letrilla popular. Y quiero terminar con unos versos también populares pues sabido es que la guitarra en su origen fue una creación del pueblo y el pueblo la sigue enriqueciendo, algo a tener siempre presente. Así, dando un salto en el tiempo y en el espacio, nos vamos hasta Méjico. En la letra de las canciones típicas de ese país no es extraño que se aluda a la guitarra, nada digamos del papel desempeñado por este instrumento en el acompañamiento musical de las mismas. Hace tiempo Méjico tuvo un cantor, elevado ya a mito nacional, que en su época llegó a ser el más conocido, de habla española, en el mundo: Jorge Negrete. En una de sus más recordadas rancheras, él y su guitarra cantan a Méjico. Se cree que cuando la interpretó, era ya sabedor de la cercanía de su muerte. La letra de esta ranchera comienza así:
Flor de la guitarra mía,
que al despertar la mañana,
quiere cantar su alegría
a mi tierra mejicana.
Yo le canto a sus mortales,
a las praderas y flores
que son como talismanes
del amor de mis amores.
………………………….
Y termina:
¡Méjico lindo y querido¡
si muero lejos de ti,
que digan que estoy
dormido y que me traigan aquí.
Que digan que estoy dormido
y que me traigan aquí, ¡Méjico
lindo y querido¡ si muero lejos de ti.
Saludos,
Rociada de luz
es mi guitarra nochera,
ciñendo voy tu cintura
encendida por estrellas.
Estos versos están escritos en relieve sobre el monumento a la guitarra que, formado por varias esculturas, existe en la Plaza Mayor de Casasimarro (Cuenca). Según se dice, esta obra se levantó en homenaje a dicho instrumento, símbolo de identidad de las distintas naciones que conforman el mundo hispánico, y es un trabajo del escultor Agustín de la Herrán. Sin embargo, en el monumento no figura el nombre del autor de los citados versos, por lo que se hace pensar que han podido ser tomados de alguna coplilla popular de autor desconocido.
Es el único monumento erigido a la guitarra en España que yo sepa. Si estoy equivocado agradecería se me informase acerca de ello. Por otra parte, creo que en nuestro país no existe ningún museo dedicado a la guitarra, nuestro símbolo musical nacional, algo lamentable.
Pues bien, la fama de las guitarras de Casasimarro, pueblo de vieja tradición en la elaboración de estos instrumentos, así como de otros de tanta raigambre española como el laud, la bandurria, etc., juntamente con la existencia del citado monumento, nos empujaron a hacer una visita a esta localidad manchega. Y no me arrepentí; espero volver.
Una vez allí, visitamos la guitarrería de Vicente Carrillo, recientemente galardonado con el Premio Nacional de Artesanía. Como muchos saben, Vicente es el último eslabón (por ahora) de una saga de guitarreros cuyo inicio se remonta a mediados del siglo XVIII.
Al encontrarse el Sr. Carrillo en Frankfurt, con motivo de una feria relacionada con la guitarra, nos atendió María Luisa, toda amabilidad, y pude probar modelos de guitarra clásica que en estos momentos están construyendo. Los encontré excelentes. Me encantó el sonar de estas guitarras, cómodas de tocar y el precio me pareció bueno, muy bueno, en razón a la alta calidad de las mismas. Por supuesto en esta valoración el factor subjetivo esta presente al ser materia compleja, llena de matices y por tanto asunto opinable, pero también es verdad que mi valoración ha sido el resultado de una comparación con otras guitarras que he venido probando desde hace algún tiempo a esta parte.
He comenzado esta reseña con una letrilla popular. Y quiero terminar con unos versos también populares pues sabido es que la guitarra en su origen fue una creación del pueblo y el pueblo la sigue enriqueciendo, algo a tener siempre presente. Así, dando un salto en el tiempo y en el espacio, nos vamos hasta Méjico. En la letra de las canciones típicas de ese país no es extraño que se aluda a la guitarra, nada digamos del papel desempeñado por este instrumento en el acompañamiento musical de las mismas. Hace tiempo Méjico tuvo un cantor, elevado ya a mito nacional, que en su época llegó a ser el más conocido, de habla española, en el mundo: Jorge Negrete. En una de sus más recordadas rancheras, él y su guitarra cantan a Méjico. Se cree que cuando la interpretó, era ya sabedor de la cercanía de su muerte. La letra de esta ranchera comienza así:
Flor de la guitarra mía,
que al despertar la mañana,
quiere cantar su alegría
a mi tierra mejicana.
Yo le canto a sus mortales,
a las praderas y flores
que son como talismanes
del amor de mis amores.
………………………….
Y termina:
¡Méjico lindo y querido¡
si muero lejos de ti,
que digan que estoy
dormido y que me traigan aquí.
Que digan que estoy dormido
y que me traigan aquí, ¡Méjico
lindo y querido¡ si muero lejos de ti.
Saludos,