Conciertos de telefono, susurros/cotilleos, y caramelos de menta en fu renol mayor

agamez

New member
No sé si a Udes. les pasará lo mismo que a mí, pero es raro el concierto al que asista donde antes y durante el tiempo que dura el mismo no se produzca una cantidad ingente de ruidos de todo tipo: los mas usuales, -a pesar de las indicaciones previas de los carteles y avisos de megafonía- el tipico sonido del teléfono que suena en mitad del concierto, habiendo llegado a presenciar con gran pasmo como el “hablador compulsivo” de turno no solo no apagaba de inmediato el teléfono, sino que se ha puesto a hablar como si tal cosa, llegándole incluso a pasar al telefono a su acompañante diciéndole que la llamada era para él/ella.
Luego están los que, justo en mitad de la ejecución de un pianísimo por parte del/los músico/s, empiezan a preguntarse mutuamente por la salud y la familia, obligando al resto de los asistentes a iniciar todo un concierto paralelo de siseos con distintos grados de intensidad; por no mencionar aquellos otros que deslizan subrepticiamente un caramelito, el cual tardan un par de minutos en desproverlo de su envoltorio y un minuto más todavía en hacer una pelotilla con él, con su correspondiente “cris-cras-cris-cras”, antes de guardarlo en el bolsillo o tirarlo al suelo, -ojo-, sin inmutarse lo mas mínimo. De toses y estornudos mejor ni hablamos.
Y qué decir de los que llegan tarde al concierto y entran, sin más, en mitad de la ejecución de una obra, abriendo y cerrando puertas sin cortarse lo mas mínimo; o aquellos otros que no esperan ni siquiera a que llegue el momento de los aplausos para aprovechar y salir, sino que se levantan molestando no solo a los de la fila donde se encuentran, sino distrayendo de paso al resto de los asistentes.
Muchas veces me he preguntado a qué puede deberse este cúmulo de gestos de mala educación por parte de personas en teoría educadas. Me da la impresión que bastante de ésto se evitaría de haber menos conciertos “por la cara”, o gratis, ya que al que paga –en teoría- se le supone un interés distinto del que va porque simplemente sabe que no le cuesta un duro. Siempre me quedará esa duda.:shock:

Antonio Gámez
 
Como decía Don Camilo J. Cela, parece que no tenemos remedio... evidencia que habrá que sobrellevar con asco y resignación. Saludos.

Antonio Gámez
 
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