¿Entonces no te da ganas de atribuir la transcripción a quien la ha hecho?
Los derechos de la composición se quedan con el autor, aunque éste puede delegar la gestión de estos derechos a otra(s) empresas como por ejemplo la SGAE o editoriales que manejan los asuntos con "SGAE & Hnos."
Si alguien ha hecho una transcripción de una composición eso no le hace propietario de la composición aunque, por supuesto la misma transcripción es suya y hay que respetarla como obra creativa suya. O sea, para usar esta transcripción uno necesita el permiso de por lo menos dos personas: del compositor y de la persona que ha hecho la transcripción.
Cuando una transcripción aparece de forma comercial es recomendable de saber que los editoriales saben defender su negocio...
Yo en tu lugar haría lo siguiente:
- Si alguna transcripción de la obra ha aparecido en alguna editorial me olvidaría del asunto y usaría la transcripción corregida sin publicarla en Internet u otro medio.
- Si solamente existen transcripciones "no editadas" me pondría en contacto con el autor (no hay que tener miedo ni cohibiciones, por lo general están agradecidos cuando uno les consulta, hasta que pueden resultar contactos que uno antes no se ha podido imaginar), con un poco de suerte el autor da el permiso para publicar una transcripción, y en este caso se sobreentiende que al publicarla también se menciona a la persona que ha hecho la transcripción que ha servido de base (ésto también te salva de ser el ridículo en el caso si se te escapa corregir uno u otro error, o sea si copias algunos errores...)
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