Arturo Garés
Socio de la AGA
Hola, Arturo,
Pues sí que te tengo engañado, ¿no?... je, je, je...
No me considero (un) estudioso, y tampoco en este tema... pero juraría que hay laudes (renacentistas) que ya llevaban tiras de madera encoladas en un sentido que no sería perpendicular a la veta, sin cruzar la tapa de lado a lado, y sin entrar en contacto con los aros, o más bien las duelas que conformasen las cajas... creo yo que independientemente de la función que tuvieran esas tiras de madera, serían un ejemplo temprano de varas, varetas, varetaje, o como gustes llamarlo...
Pero, claro, esta idea no es propia: es una de las conclusiones que saqué (hace ya unos 6 años, ¿no?) de la extensísima y muy variada información proporcionada por el gran Julio Gimeno a través de sus excelentes cursos para la preparación de oposiciones al cuerpo de profesores de guitarra...
No soy capaz de recordar mucho más (para que veas el estado de mi materia gris y lo que estudio últimamente) ni de encontrar imágenes de la tapa de un laúd en las que se vea demasiado, pero te dejo AQUÍ un ejemplo de lo que he encontrado en este blog
No sé si darte las gracias por el piropo inmerecido, o lamentarme por tener que desmentirlo, pero, en cualquier caso, recibe un fuerte abrazo.
PD: otro ejemplo en el mismo blog
¿Y quien se atreve a decir que tu no eres un estudioso de instrumentos antiguos?. En mi disco duro tengo grabadas mas de treinta mil fotografias de las que me has ido enviando de tus paseos por los museos. Treinta mil no, pero mas de veinte sí.
Algunos planos sí que tengo de laudes con ese embarrado horizontal pero ninguno de época con abanico.
Al decirr que tal vez Andres Marín no conociera los trabajos de Torres a pesar de coincidir en el tiempo (un corto espacio) lo hacía pensando en que en aquella época las comunicaciones nada tenían que ver con las actuales y entre los gremios solo los artesanos mas avanzados y conocidos del momento podrían tener información de los avances de los compañeros puesto que eran los propios clientes mas famosos los que los ponían al corriente de lo que se hacía en otros lugares. Es solo una suposición con cierta lógica. No me cabe la menor duda de que Tarrega hablaría largo y tendido con Antonio de Torres, y si Torres no se movía de su taller Tarrega en cambio recorría medio mundo.
Un abrazo