Problemas de repertorio, por Matanya Ophee

Interesante artículo el ofrecido por Matanya Ophee. Merecedor es de atención y comentario.

"Es la única cuestión que se trata en mi artículo. Siempre es posible discutir sobre miles de asuntos vecinos, pero espero que sea mucho mas claro, mucho mas fácil, si podemos concentranos claramente sobre el asunto principal del articulo, la supervivencia económica de los guitaristas profesionales en un mundo hostil."

Comenzar mi exposición expresando mi desacuerdo con esta afirmación.

En la argumentación de ideas u opiniones se pueden sugerir nuevos temas que pueden ayudar a contextualizar mejor las ideas, o ejemplos que sitúen mejor a quien recibe la información que queremos comunicar.

Ciertamente es el asunto principal que se trata, pero no la única cuestión que aparece en el artículo digna de ser comentada.

Una vez dicho esto, me siento con derecho a opinar sobre las diversas cuestiones que se abordan en el artículo y en los consiguientes mensajes.

Sobre el flamenco.

Quisiera expresar mi opinión sobre este estilo musical.

Para empezar, dejar claro que no tengo ningún odio ni antipatía hacia este estilo. Lo que siento es una profunda indiferencia, sí, la más absoluta que pueda existir en el interior de mi ser. Pero, como he dicho no es odio, ni antipatía, y sé que esto es así porque no forma parte de mi vida y nunca pienso siquiera que existe.

Y, ¿por qué escribo sobre él? Sencillamente porque tengo derecho a escribir y opinar y me produce un cierto cansancio moral observar cómo las personas muchas veces rehusan discrepar abiertamente respecto a diversos asuntos, en honor a una supuesta educación, por simple apatía o por la causa que sea, para así no ofender a nadie.

Puedo asegurar que no busco ofensa en mis palabras, simplemente exteriorizar una opinión. Cualquiera me podría decir que también es indiferente o incluso que aborrece el Renacimiento y el Barroco musical que son mis períodos preferidos dentro de la Música Clásica. De acuerdo, ningún problema. Seguro que no coincidiremos en ningún concierto.

Aquí está una de las claves para interpretar correctamente este artículo. No se puede pretender que los/as guitarristas interpreten el repertorio que alguien les indica. Elegirán las piezas con las que estén identificados.


Tras esta introducción, comentar algunas ideas del artículo.

Comparto ampliamente muchas de las ideas que expone Matanya Ophee. Destacar algunas:

a) "El estudio de la guitarra como una disciplina intelectual enfocada a la práctica de la música “seria,” está en serios problemas".

El principal problema que puede aparecer es saber a qué se refiere exactamente Matanya Ophee con el calificativo de "seria", tal como está escrito (entre comillas). Parece obvio que se refiere a la Música Clásica, a la Música Clásica Culta o a la Música Culta, según apreciaciones.

Cierto que la Música Clásica queda arrinconada en pequeños reductos transmisores de Cultura. Esperemos que pervivan en el tiempo.

b)"Sin un público serio y educado, no se tiene futuro como profesional de la música".

Frase más importante de lo que podría parecer.

Debo suponer que se entiende por "público educado" a aquel que está "cultivado" en la Música Clásica. Evidente, sin un público conocedor y sensible ante la Música Clásica, las salas de conciertos cada vez estarán más vacías.

Pero, ¿de dónde sacar este público? ¿Cómo "fabricarlo"?

En la Sociedad actual los intereses comerciales priman sobre los artísticos y no parece que esta realidad vaya a cambiar.

Quizá tenga que provenir el esfuerzo y la acción desde los propios guitarristas que son los que en definitiva se comunican con el público mediante sus actuaciones. Ellos pueden seleccionar el repertorio, el público se limita a escuchar y a opinar sobre lo que oye.

Por eso entiendo y comparto la idea que propone de buscar en las "Fuentes Clásicas" y en los Grandes Compositores la base del repertorio que deben interpretar los/as guitarristas, pero creo oportuno reflexionar sobre este punto.

En el artículo hay una frase muy ilustrativa sobre esta cuestión:

"Por esto el guitarrista debe seleccionar mejor su repertorio ya que es la única manera de ganar el respeto y aprecio, no del público, cualquiera que este sea, sino del resto de los músicos: los colegas en la escuela, los maestros, los críticos, los empresarios y demás".

Una nueva variable se ha añadido. Dejar de lado al público en general y centrarse en ofrecer un repertorio de "calidad" (entre comillas porque es un baremo subjetivo) pensado para satisfacer a un público más cultivado musicalmente.

Difícil elección. ¿A quién contentar con nuestro programa? ¿Al público o a la comunidad de los músicos para así ganarnos su respeto?

El matiz es que a lo mejor los/las guitarristas ya seleccionan su repertorio lo mejor que creen o saben y prefieren agradar a una "mayoría" con piezas más "ligeras" y fácilmente asimilables por un auditorio poco cultivado musicalmente.

Hay que tener en cuenta que el programa de concierto es una opción personal y será el/la concertista quien seleccione su repertorio. Si aparecen compositores de segunda o tercera fila en su repertorio es porque conoce esas obras, le gustan y las quiere interpretar y dar a conocer al público.

La clave de la cuestión es ¿por qué no se potencian más las obras de los Grandes Compositores Clásicos?

La respuesta parece evidente. En miles de Conservatorios del mundo entero hay innumerables y distintos Programas de Estudios en los que aparecen obras de todo tipo. Algunas se repiten y otras no. Será el profesorado el encargado de elegir las piezas a estudiar y aquí ya hay una primera selección subjetiva que puede marcar tendencias. Un profesor/a al que le guste mucho el Renacimiento puede transmitir esa pasión y gusto a sus alumnos/as. Así mismo puede ocurrir con cualquier otro período musical.

Pero, sigamos con otro supuesto. Imaginemos que en todos los Conservatorios del mundo se estudiaran sólo las piezas de los Grandes Compositores del Renacimiento y del Barroco. Esto sí podría marcar una tendencia con los años entre los/as guitarristas, pero costaría muchísimo que llegara al gran público que, generalmente, tiene otros y muy diversos gustos.

c) Respecto a la idea de ampliar el campo de acción en la Música de Cámara.

Muy interesante propuesta que seguro muchos/as guitarristas ya han iniciado y experimentado. La guitarra tiene gran afinidad hacia algunos instrumentos con los que se pueden crear formaciones maravillosas en cuanto a sonoridad de conjunto.

Añadir que pienso que no es necesario que sea la única forma de trabajar. Se pueden compaginar distintas fórmulas: solista, dúo (de guitarras o con otro instrumento), trío...

Acabar comentando una última frase:

"Siempre sentimos la necesidad de agregar el adjetivo “clásica” a nuestro instrumento".

Por supuesto. Yo me siento orgulloso de agregar y diferenciar claramente el estilo de guitarra con el que me siento identificado. Soy guitarrista clásico.

Supongo que los guitarristas de jazz, country, flamenco, heavy, rock..., también se sentirán identificados con el estilo que les gusta.

Esperando haber aportado alguna idea de interés se despide:


leromantique
 
No me expresé con la claridad necesaria. Estoy empezando a quedar con otro guitarrista para tocar a dúo. ¿Qué piezas tengo a mi disposición, escritas por algún "grande" para dos instrumentos de cuerda? Parto de la idea, quizá equivocada, de que no son muchas.

Igualmente, el día que me junte con metales, cuerdas o maderas, ¿podré aspirar a algo más que a una buena transcripción? ¿O tendré "grandes" (insisto en las comillas, por "grandes" entiendo canónicas) obras escritas para un conjunto de instrumentos que incluya la guitarra?

No le tengo ninguna alergia a la transcripciones. Creo que alguna de las variaciones goldberg es adaptable a dos guitarras o guitarra más otro instrumento. ¿Más propuestas?

Muchas gracias, hasta pronto
 
Hola Oscar,
Traté de leer la biografia de Matanya pero sin resultado. El enlace ya no es valido.... por lo menos a partir de mi computadora no es funcional.
Saludos
Roque Carbajo
 
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