
Originalmente escrito por
acasado
Un simple lápiz ¬–de madera de cedro (casualmente)– es una noble herramienta en manos del artista. Pero se encanalla, cuando es del dominio público. Con esta cita, quiero referirme a las guitarras de serie y al uso que se hace del instrumento en música popular, más bien chavacana.
La guitarra de luthería es un instrumento noble, de madera maciza, en todas sus partes. Trabajada a mano, permite espesores mínimos en la tapa armónica y un control artesanal del tallado y encolado de las piezas. El duro trabajo de construcción a mano, se ve recompensado con el sonido de gran calidad, que puede llegar a conseguirse.
La guitarra, no obstante su bajo volumen, posee un bellísimo y personal timbre, que la hace tan nuestra, tan española. A hilo de esto, resulta muy triste que haya evolucionado en la guitarra eléctrica, que no es más que una tabla con cuerdas de acero y sonido casi nulo, que sólo se consigue mediante amplificación electrónica. O, en ese engendro, que llaman guitarra acústica americana, que tiene poco de guitarra y menos de acústica.
Tengo que reprochar a mis compatriotas la supina ignorancia sobre la guitarra española, sus intérpretes y su riquísimo repertorio. Es como si los ingleses, que inventaron el tenis, jugaran al padel e ignoraran a los tenistas locales. Las cuerdas de guitarra de más calidad no se fabrican en España, ni los guitarristas españoles de la actualidad son los mejores del mundo, si bien hay dignos representantes. También se desconoce a los grandes compositores que ha dado este país, a lo largo de la historia del instrumento.
[...]
La guitarra flamenca puede estar muy bien fabricada, pero tendrá más espesor en tapa y pegado el golpeador, para lo efectos de percusión del guitarrista. Personalmente, creo que esto le resta calidad al instrumento. Decir que es un aspecto cultural importante y sui generis de nuestro país, que lamentablemente, obnubila el clásico hasta casi difuminarlo por completo, en los auditorios y en la discografía.
Bookmarks